Camila no quitaba su mirada de mí, de un momento a otro agarro mi mano y la llevo al lado izquierdo de su pecho, apretando nuestras manos formando un puño entre estas.

—Aquella noche que me consolaste sin yo saberlo me prometiste amor. Lauren, me prometiste amor cuando sin darte cuenta mucho antes ya cumplías con tu promesa. Me has protegido sin siquiera conocerme, cuando para ti era solo una humana que pertenecía al Clan del Sol. —Camila afianzo la unión de nuestras manos. —Y esta noche quiero prometerte que te abriré mi corazón. Yo no soy una pantera ni entiendo lo que significa el saludo de respeto entre tu gente, pero yo también te prometo amor. —Al terminar, Camila se acercó a mí y me dio un beso en los labios. Cuando estaba alejándose, no la deje ir al tomarla de la nuca.

—¿Tú sientes lo mismo que yo? —Pregunté en un susurro sintiendo su aliento pegar con fuerza sobre el mío. —No habiendo sol, luna o estrellas, este lugar brilla intensamente. Así que dime la verdad, traes una luz brillante bajo la manga o ¿eres tú la que ilumina el lugar con tanta intensidad? —En el rostro de Camila se formó una gran sonrisa ante mis palabras.

—Tú corazón de oro es el que brilla intensamente. —Camila toco mi pecho comenzando a subir y bajar sus manos acariciándome. Tome una de sus manos, empezando a repartir besos por toda su mano. Con cuidado levante la mirada y observe a Camila mordiéndose el labio.

Solamente eso había bastado para que tirara lejos todas las sabanas y la tomara de la cintura para que se sentara sobre mí.

Empezamos a besarnos con locura, Camila rodeaba mi cuello con sus brazos. Tenía una pierna a cada lado de las mías sentada sobre mí y yo pasaba mis manos acariciando su espalda. Poco a poco mis manos fueron bajando hasta la parte baja de su espalda, pero no hice ningún movimiento más, mis manos se quedaron ahí.

De pronto Camila me mordió el labio, bajando sus manos, para tomar las mías y llevarlas directamente a su trasero, todo esto mientras me miraba a los ojos.

Volví a besarla intensamente a la vez que apretaba su trasero y nos pegábamos mucho más. Empezamos a rozarnos con fuerza y yo trataba de aguantar, de evitar los gemidos que tenía atorados en la garganta. Camila empezó a desabotonar mi camisa y yo a pasar mis manos debajo de su blusa tocando su piel, sintiendo su suavidad contra mis manos.

—Lauren, tus ojos. —De pronto escuche las palabras de Camila.

—¿Qué tienen? —Pregunté confundida.

—Están negros. —Dijo ella, tocándome el rostro para asegurarse de que estuviera bien.

—¿Qué? —Respondí sorprendida, mis ojos siempre habían sido verdes y que de un momento a otro se volvieran negros, era muy extraño.

—¿Estas segura que estas bien? —Volvió a preguntar Camila, realmente preocupada.

—Sí, creo que necesito un poco de agua. —Camila se hizo a un lado e inmediatamente salí corriendo al comedor. Puse agua en un tazón mientras me mojaba la cara. La verdad era que estaba caliente y no me refiero a enferma o algo por el estilo, Camila me había encendido de una forma fenomenal con unos besos y definitivamente no iba a poder dormir en toda lo que quedaba de la noche.

Ya era de día en el exterior, me encontraba en la puerta de nuestra comunidad con Lukas a mi lado esperando que los cazadores regresaran de su expedición en busca de alimento. Mi amigo estaba sentado en el suelo cansado de esperar. Tenía tantas cosas en la cabeza que no sabía si consultárselas, porque Lukas podría ser el mejor amigo del mundo, pero era un maldito bromista. A pesar de todo decidí entablar una posible incómoda conversación con él.

Big Bad Wolf » CamrenWhere stories live. Discover now