Extra (1)

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—¿A dónde vamos?

Era la décima vez que Jackson hacia la misma pregunta y no recibía respuesta. Leyla se mantenía recostada sobre la ventanilla con los auriculares puestos y un libro sobre sus piernas. Callada, en su propio mundo. Ella entendía perfectamente lo que sucedía, y por ende se mantenía al margen y era mejor que esté en esa situación, realmente no quería que se involucrara en todo lo que estaba pasando.

—Mama, la abuela me está llamando a mi teléfono... —me dedicó una mirada por el retrovisor esperando que le dijera qué debía hacer—... ¿atiendo?

—No Jackson, no atiendas. Ninguno de los dos, si su padre o sus abuelos los llaman no atiendan. —pedí y asintieron serios.

Mordí mi labio concentrada en el camino, podía ver a mis hijos escribiéndose mensajes en sus móviles y mostrándoselos. Solían hacer eso cuando no querían que me enterara de algo, pero nunca los borraban de sus notas.

No sé en qué momento había ocurrido todo. Fue algo totalmente inesperado, de un día para el otro. Ni yo entendía qué demonios hacía conduciendo a la nada con mis hijos desconcertados. Supongo que esperaba que Matt hubiera llamado y preguntado por mi, pero eso no ocurrió, obviamente, algo había pasado con él, algo ocurrió para que haya dejado sus sentimientos de lado tan drásticamente.

—¿Por qué papá no está con nosotros?

—Tiene mucho trabajo. —murmuré y oí a Leyla resoplar.

—Es sábado. No trabaja. —Jackson jugaba con sus dedos, como si tuviera miedo de oír que podría contestarle. Como si mis palabras fuesen dagas directas a él.

—Tiene otros asuntos, cariño. —miré por sobre mi hombro y le sonreí. Me devolvió una sonrisa leve y no muy convincente y devolvió su vista al paisaje.

Mi móvil continuó sonando, la mamá de Matt no dejaba de insistir. A la octava vez decidí atender, quizás algo grave ocurrió y era una llamada urgente.

—¿Sí?

—¿Jordyn?

—¿Qué sucedió Jenna?

—Solo llamaba para saber si querías venir a cenar, invité a tus padres. Además, se cumple otro aniversario desde tu casamiento y podríamos festejarlo.

Su voz se oía soñadora tal como una niña hablando de su imaginación para un futuro.

—Lo siento Jenna, no estoy en la ciudad.

—¿Estás bien?

Me mantuve callada y respiré hondo. Todo lo ocurrido pasó como torbellino por mi mente y tuve que hacer fuerza por mantener mi mano en el volante del automóvil.

—Jordyn, ¿qué sucedió?

—Estoy en el auto con los niños... —tomé aire mientras sorbía mi nariz—... no puedo hablar ahora.

—No, Jordyn. No conduzcas en ese estado, puedes tener un accidente o algo podría ocurrirle a los niños. Yo... eh... dime dónde estás y paso por ti enseguida.

—Lo siento, tengo que colgar.

—¡Mamá!

Mi móvil cayó entre el asiento por lo desprevenida que me tomó el grito de Leyla.

—¡No, aquí no, adelante!

Volteé a ver a los niños quienes me miraban pidiendo ayuda. Negué sin entender ante sus chillidos.

—¡Mamá, al frente! —chilló Jackson haciéndose bolita en su lugar.

Oí como Leyla se quitaba el cinturón de seguridad y me alarmé.

—¡Ponte eso Leyla! —le grité y ella se lanzó sobre su hermano, desobedeciéndome totalmente.

Volví la vista al camino al oír una bocina insistente combinada con los gritos de mis hijos y me encontré con un camión haciendo señales de luces justo enfrente de nosotros. Negué con la cabeza y grité fuertemente, sintiendo mi garganta desgarrarse por la potencia del grito, que rápidamente se silenció al sentir el gran impacto. Al igual que todos mis sentidos.

(Son tres partes extras)

xPedra

WhatsApp, MSB [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora