93

167 15 3
                                    

Maratón2/3

Tyler💋: Pequeña, ¿llegaste bien a casa?

Jordyn: Sí, gracias.

Jordyn: Ty.

Jordyn: ¿Puedo preguntarte algo?

Tyler💋: Lo que tú quieras, bichito de luz.

Jordyn: ¿Por qué ella?

Jordyn: Fue por el físico, ¿verdad? Sé que tengo varios kilos de más, pero juro que intento hacerlos desaparecer si ese es el problema. ¿Tengo que ser rubia? ¿Tengo que ser más fácil? No sé qué hice mal para merecer ésto.

Tyler💋: No, claro que no. Si fuera por el físico sería algo sin sentido, tienes un cuerpo espléndido pequeña, no tienes ningún kilo de más. No dejes que un chico te haga eso, no dejes que te baje la autoestima, eres hermosa. No es tu culpa que él no lo vea, es su culpa por no querer abrir los ojos. No hiciste nada mal, no te culpes bichito, no dejes que te afecte.

Jordyn: No puedo, me afecta más de lo que debería.

Tyler💋: Solo no vayas a hacer una locura, ¿sí?

Jordyn: Tranquilo, no te preocupes. Creo que voy a descansar un poco.

Tyler💋: Es lo que más necesitas pequeña, hablamos luego.

Visto, 19:28pm.

•••••••••••••

Lamejormamadelmundomundial: Hey, ¿estás bien pequeña?

Lamejormamadelmundomundial: Quería saber si necesitas algo, ya sabes, estás ahí desde ayer...

Lamejormamadelmundomundial: Si necesitas algo solo envía un mensaje o golpea la puerta, te quiero.

Suspiré y bloqueé el móvil sin contestarle a mamá. Me hice una bolita sobre la esquina de mi cama, observando a Mad durmiendo plácidamente en la cama de enfrente.
Ahogué un pequeño sollozo, y junto a todos los recuerdos un sin fin de lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas rápidamente.

—¿Bebé?

Oí la voz de Maddison, quien al verme me refugió entre sus brazos, dándome la seguridad que necesitaba. Acarició con suavidad mi espalda tratando de tranquilizarme.

—¿Qué hay de malo en mi? —murmuré, rota tanto por dentro como por fuera.

Sorbí mi nariz, y la miré fijamente a los ojos esperando respuesta.

—Nada. —tomó aire—. No hay nada malo en ti, pequeña.

Su voz produjo un pequeño cosquilleo en mi oído, y proseguí a limpiarme las lágrimas débilmente con una sonrisa nostálgica.

¿Era necesario todo lo que me ocurrió?
Si no me quería, quizás decírmelo era más fácil.

Sollozos desgarradores se escaparon de mi garganta, y enterré mis manos entré las sábanas apretando los nudillos con fuerza.

—Ey, ey. Tranquilízate. —acarició mis manos con el mismo propósito de calmarme, y lo logró.

Finalmente pude dormir, junto a mi mejor amiga haciéndome compañía. La cabeza se me iba a partir, tenía un gran nudo en el pecho que oprimía más y más fuerte y mi corazón estaba hecho totalmente pedazos. ¿Qué más podía pasar?

WhatsApp, MSB [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora