—¿Dónde conseguiste estos vestidos? —Camila pasaba sus suaves manos por la tela de los vestidos fascinada por la belleza de estos y yo por la belleza que inevitablemente brotaba de ella.

—Tengo mis métodos, digamos que le pedí un favor a alguien. —Levante los hombros a la vez que me sentaba en un lado de la cama.

—Son muy lindos, ¿son de la ciudad? —Camila hizo a un lado los vestidos, sentándose a mi lado, tomando mis manos entre las suyas y yo no podía alejar la mirada de sus ojos.

—Puede que sí, puede que no. —Conteste tratando de no dar más detalles.

—Lauren, nadie debería ir a la ciudad, esto no es algo que valga la pena. —Respondió.

—La ciudad no es tan mala como todos la pintan, es solo una ciudad. Una comunidad mil veces más grande que la nuestra, la única amenaza es salir al exterior por los lobos.

—¿Has ido alguna vez a la ciudad?

—No, pero he oído historias. Además, esto fue un extra de un pedido de medicina. —Admití.

—Gracias. —Camila se acercó a mí y me rodeo entre sus brazos.

—¿Por qué? —Dije separándome un poco de ella.

—Por pensar en mí, por preocuparte por mí. Saber que estas a mí lado me hace feliz. —Sentí que mi corazón daba un gran salto de mi pecho ante sus palabras, creía que Camila no entendía lo que ella provocaba en mí.

—¿Yo te hago feliz? —Pregunté en un susurro.

—¿Lo dudas? —Camila tomo mi rostro entre sus manos, acariciando mis mejillas y yo malditamente no podía dejar de observar sus labios, tan cerca a los míos.

—No, es solo que a veces mi mente me traiciona y me hace pensar que aceptas todo esto por agradecimiento. Yo no quiero que esa sea la razón por la cual tú estés aquí. Eres libre Camila, si te he dejado ir una vez, puedo volver a hacerlo. Pero siempre dime lo que sientes porque tu opinión es tan valiosa para mí…—Iba a continuar hablando hasta que Camila me beso en la mejilla, luego continúo dejando besos por mi rostro hasta llegar a mis labios, dejando un último beso en mis labios ante mi sorpresa.

—Tú me haces feliz Lauren, quiero que entiendas que desde el primer momento en que me pediste que me fuera contigo, confié en ti. No sé la razón, pero algo en mí me hizo seguirte y no me arrepiento de haberlo hecho porque te he conocido, a ti que está detrás de toda esa transformación. —Camila pegó su rostro al mío y yo al instante volví a atraerla entre mis brazos.

—Tú también me haces feliz. —Dije besando su cabeza, Camila había cambiado tan rápidamente mi mundo de una forma tan inexplicable.

—Solo quiero aclararte que si me fui no fue porque no me sentía bien a tu lado, todos tenemos una historia que contar, una historia que revivir. Quiero que entiendas que aún sigo sufriendo, pero no es por ti Lauren. Sé que algún día el vacío que siento en mi interior se ira desvaneciendo poco a poco, no es fácil. —La abrace mucho más fuerte cuando dijo eso. Sanar, eso era lo que Camila necesitaba, lo que yo necesitaba y lo que íbamos a hacer juntas a partir de ahora.

—No lo es, me tendrás a tu lado porque no estás sola Camila. —Dije y le di un beso en la frente.

—¿Sabes que eres una bendición? —Preguntó Camila, rodeándome el cuello con sus brazos.

—No, pero es bueno saberlo. —Me hice la pensativa y Camila comenzó a tocar suavemente mi cabello.

—¿A dónde se fue la pantera que me decía loca estúpida? —Preguntó.

Big Bad Wolf » CamrenWhere stories live. Discover now