Capítulo 54.

Magsimula sa umpisa
                                    

- ¡Mamá! – Chilló el castaño bajo la atenta mirada de ambas.

- Vamos, sólo será un piquete, tan rápido que ni lo recordarás. – Sonrió el neonatólogo.

Sus ojos marrones detallaron cómo Cameron hizo un poco de resistencia frente a la aguja pero sujetado entre ella y Lauren consiguieron que el médico lograba ponerle tranquilamente la vacuna. Un tímido sollozo salió de la boca del ojiverde el cual al ver que sus madres seguían sonriéndole tiernamente se abalanzó a los brazos de Camila.

- Bueno, ha sido más difícil que la última vez, pero es porque como ya es un poco grande cree que tiene algo de independencia.- Rió levemente el pelinegro.

- Gracias Matthew, sabemos las importancias de las vacunas. – Comentó la soldado.

- Con respecto a lo que hablamos sobre la posibilidad de que él sea asmático, me parece como dije anteriormente que tendremos que seguir esperando y ver cómo va... Me alegro que por ahora no haya vuelto a enfermarse.

- Sí, nosotras también estamos felices por ello. – Apuntó Camila.

Una risa generalizada resonó por la consulta llamando la atención de Cameron el cual abandonó su escondite entre los brazo de su madre y miró con detalle los dibujos de animales que había en la pared.

- ¡Guau! – Vocalizó Cameron apuntando al colorido dibujo de un perro que parecía estar ladrándole a un gato.

Camila enarcó las cejas con curiosidad mirando a los ojos de su hijo el cual le devolvió una sonrisa que hizo derretirse a la arquitecta.

- Que chico más inteligente es mi hijo. – Dijo con orgullo Lauren.

- Claro, con tan buenas madres no me sorprende. – Opinó el neonatólogo.

- Vale Matthew, que no falta la adulación. – Rió la soldado.

El pelinegro se encogió de hombros para reír también mientras se acercaba al escritorio para recetarle unas vitaminas a Cameron el cual seguía repitiendo inentendibles monosílabos mirando con atención los dibujos del lugar.

- Yo creo que vuestro hijo ya está bastante preparado para ser hermano mayor, ¿No? – Resonó la voz de Matthew.

...

- ¡Sorpresa! – Gritó Taylor extendiendo los brazos graciosamente mientras Lauren abría la boca sin creérselo.

- ¡Hermanita! – Respondió riendo la soldado para luego saludarla con un par de besos.

La soldado se detuvo a detallar el abultado vientre de su hermana menor, los meses habían pasado rápidamente y a la rubia ya se le notaba el embarazo. Sonrió ampliamente al ver cómo Connor llegaba hasta donde estaban ellas.

- ¡Ey! Que alegría verte por aquí. – Saludó la ojiverde. – Pasad, Camila le está dando el almuerzo a Cameron.

Seguida por las visitas Lauren llegó hasta la cocina donde Cameron terminaba de comerse el plátano que tenía de postre. Camila saltó en el lugar donde estaba para ir casi corriendo a abrazarse con Taylor la cual soltó una encantadora risa bajo la atenta mirada de Connor y Lauren.

- Tu hijo está gigante, no puedo creer que sea el mismo bebé que pasó semanas en la incubadora. – Le dijo sinceramente el piloto observando cómo Cameron estiraba sus brazos para pedir ser liberado de la sillita donde comía.

- Es un gran campeón, luchador ante todo. – Opinó sinceramente la ojiverde.

Liberó a su hijo del lugar para tomarlo en brazos y acercarlo hasta donde Taylor seguía parloteando con Camila.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon