Como extrañaba esos dulces y suaves labios, ese cabello dorado y desordenado que tenía, su delicioso aroma, sus preciosos ojos, simplemente la había extrañado a ella, la había extrañado demasiado.
Cuando nuestros teléfonos comenzaron a sonar, intentamos ignorarlos, pues queriamos continuar con lo nuestro, pero luego las llamadas se hicieron demasiado insistentes y tuvimos que contestar. Mi madre y la madre de Maddie estaban preocupados por nosotros, pues no le avisamos a nadie de nuestra pequeña escapada, obviamente ahora se estaban imaginando lo peor.
Decidimos volver a casa y comenzar el viaje de media hora devuelta. Dejé a Maddie en su hogar, y su madre estaba esperando en el porche de la casa con los brazos cruzados.
— Adiós, te quiero. — Me despedí para luego besar su mejilla.
— También yo. — Ella tomó mi rostro entre sus manos y depositó un corto e inocente beso en mis labios. — ¿Te veo mañana? — Preguntó y yo simplemente asentí.
Me la había pasado increíble aquel día. Siempre era así: Maddie regresaba de uno de sus viajes de trabajo y ambos estábamos felices de estar juntos. Lamentablemente, luego de un par de días comenzaban las peleas debido a que ella se tenía que marchar de nuevo.
No quería que ocurriera los mismo esta vez, pero era inevitable. Ella era una estrella famosa y yo no podía atarla a mí, debía dejarla ser libre, pues así era ella.
Maddie's POV
Al día siguiente, me desperté temprano para comprarle el desayuno a Hunter. Debo admitir que me sentía culpable por ignorarlo y tener que dejarlo solo por mucho tiempo, y es por eso que cuando volvía a casa quería pasar la mayor parte del tiempo con él, dándole regalos, haciéndolo reír, o simplemente abrazarlo y decirle cuanto lo quería.
Conseguí un café mocha y el frappuccino favorito de Hunter en starbucks, para luego ir por una caja de donas. Cuando hice mis compras me dirigí a la casa de Hunter y le dije a su madre que no lo despertara, pues quería sorprenderlo.
Sin embargo, al llegar a la segunda planta, me topé con la puerta de la habitación de Hunter entreabierta, y solo veía a Brandon dentro. Escuché que hablaban, así que no quise interrumpirlos, pero cuando me di cuenta de que hablaban sobre mí, tuve que dejar mis modales a un lado y escuchar la conversación.
— Entonces ¿Por qué no la dejas? — Preguntó Brandon. — Ninguno de los dos lo notaría, apenas si se ven, es como si no fueran una pareja.
— Ya cállate, claro que lo somos. — Hunter respondió, lo que me hizo sentir aliviada. — No necesito verla a diario para que sea mi novia.
— Como tu lo digas, yo lo digo por tu bien, te veo sufriendo cada vez que se marcha, estás peor que cuando ella estaba enferma. — Brandon se sentó en la cama y pude ver un poco a Hunter bajando la mirada. — Mira, Hunter, ya no tienes que cuidarla ni protegerla, ella es una chica fuerte e independiente ahora.
— Puede que tengas razón en eso. — Hunter suspiró. — ¿Sabes? Cuando ella estaba enferma no era el momento indicado para que yo fuera su novio, porque tenía que recuperarse. Pero ahora que está más saludable que nunca, ¿tampoco lo es? quizás soy solo un obstáculo más para ella.
— No lo sé hermano, debes responder eso tú mismo. — Brandon dijo y abrió la puerta de golpe para salir de la habitación.
Quedé yo a la vista con mi pequeña sorpresa entre las manos. Brandon se escabulló a su cuarto, pues probablemente no quería presenciar ninguna discusión.
Dejé las donas y los cafés en la mesa de noche de Hunter. — Debo irme. —Dije simplemente y me dirigí escaleras a bajo a paso rápido.
— Espera. — Hunter me agarró de la muñeca fuertemente, sin dejarme ir. — No te vayas, tenemos que hablar de esto.
— No tengo ganas de hablar. — Intenté deshacerme de su agarre, pero fue imposible. — Lo único que quería era tener unos días divertidos contigo, sin peleas ni malentendidos. ¡Estoy harta!
— ¿Es cierto entonces? ¿Soy un estorbo para ti? — Preguntó mirándome directo a los ojos.
—¡Maldición! Claro que no. — Exclamé enfadada y ambos guardamos silencio por un par de minutos, ordenando las ideas en nuestras cabezas. — Dime una cosa Hunter, quiero que seas honesto. — Le dije y el asintió. — Ahora que ya no tienes que preocuparte por mí ¿Me quieres menos?
Él suspiró. — No es que te quiera menos, es solo... es distinto. — Bajó la mirada. — Todo ha cambiado tanto desde que nos conocimos Maddie, no hemos podido ser una pareja normal, nunca... Yo también me canso de esas cosas ¿sabes?
— Quizás... — Comencé a hablar dudosamente. — Esto es todo, es el final. — Mi voz comenzó a quebrarse.
— ¿Qué? ¿Estamos rompiendo? —Preguntó algo confundido, todo fue demasiado rápido.
— Nos estamos destruyendo, yo no quiero hacerte sufrir más. —Una lágrima recorrió mi mejilla, pero la limpié rápidamente.
— ¿Sabes qué? — Preguntó y nuestras miradas tristes se conectaron. — No entiendo como haz podido salir adelante de todo lo malo que ha ocurrido, luchaste por recuperarte, pero ahora no quieres luchar por recuperar lo nuestro. Supongo que jamás sentimos lo mismo ¿No?
No respondí, simplemente me marché de su casa, y Hunter no fue detrás de mí, esta vez no lo hizo.
Caminé hasta mi casa, y me tomó unos cuarenta minutos, pero no me importó. No podía dejar de pensar en él, en lo decepcionado que probablemente estaba de mí, por haberlo dejado así. Pero era lo mejor, su propio hermano le dijo que no parecíamos una pareja, que yo lo hacía sufrir cuando me marchaba. Él merecía algo mucho mejor que yo.
Ahora volvía a sentirme mal, a sentirme horrible..
¿Por qué no era lo suficientemente buena para alguien? ¿Por qué no era capaz afrontar los problemas? ¿Por qué me había rendido así de fácil con Hunter?
¿Por qué siempre volvía a lo mismo? Siempre volvía a sentirme frágil sin él.
twenty-four
Mulai dari awal
