Los dos Chat Noirs, lucha de territorios

4.-Una nueva vida

Más tarde, después de darse un baño, Félix se encontraba afuera de la mansión escalando los muros como Black Cat. Entonces pensó: -Con el humor que tiene dudo que salga a patrullar, un poco de compañía no le vendría mal. Pobrecilla.- Mientras tanto, al otro de la pared, Adrien se encontraba escalando como Chat Noir y pensaba: -El no podrá estropear esto, no dejare que my lady sufra sola.-Al cabo de unos instantes ambos se toparon y se voltearon a ver. Exclamaron: -Tu... ¿¡Qué haces aquí?- -Eso debería preguntarte yo.- -¿Qué acaso no es tu hora de dormir? No te atrevas a poner un pie en la habitación de mi princesa.- -Tú no te atrevas a acercarte a my lady!- -¡Niñato!- -Estirado!- De pronto, los dos chicos saltaron a atacarse y literalmente se peleaban como gatos callejeros. Incluso Marinette alcanzó a escucharlos y extrañada dijo: -Que extraño pensé que en estos vecindarios no había animales salvajes.- La chica se acercó hacia la ventana, vio hacia el cielo y exclamó:-Como sea, no me quedare aquí a llorar, debo distraerme un poco.- Gritó:-¡Transformación!- Entonces, comenzó a transformarse en Ladybug.

Los muchachos seguían peleando hasta que finalmente ambos volvieron a resbalar cayendo estruendosamente en el suelo, quedando mareados. En eso observaron como Ladybug salía de la habitación con su yoyo sin notarlos. Entonces Adrien lamentándose dijo: -Parece que a fin de cuentas, si salió a patrullar. - -Gracias capitán obvio.- Contestó Félix. Adrien se molestó un poco y estaba a punto de responderle cuando, se escuchó la voz de una mujer de la mansión de al lado que decía molesta: -Fuera de aquí gatos callejeros!!- A ambos les cayó una bota del cielo justo en sus cabezas dejándolos en el suelo otro rato. Y sólo dijeron: -Será mejor que ella patrulle sola por esta vez... Seguramente quiere un tiempo a solas- -Con cuerdo contigo.-

Ladybug estuvo un rato columpiándose por sobre los tejados, entonces se detuvo diciendo: -Que extraño, la ciudad está bastante tranquila hoy.- Y pensó: -Ahora que lo pienso, tampoco hay rastro de Chat Noir, y Black Cat.- En eso, la chica llegó a la Torre Eiffel, su mirada se llenó de melancolía y dijo: -Por descuidarme ahora ambos saben mi identidad...- Recordó como Félix la besó, la chica se sonrrojó y tocando sus labios susurró: -Black Cat.- Cuando, recordó como Adrien le gritó, la sujetó en el aula y la llegada a su casa.- Los ojos de la chica volvieron a tornarse vidriosos y dijo: -Adrien.- Entonces, pasó por su mente la amabilidad de Félix. La chica estaba algo confundida y se tocó el pechó pensativa. Cuando, reaccionó y dijo: - ¿Por qué e arde el pecho!? ¿¡Ahh que estoy pensando!? ¡Reacciona Marinette! -

Al día siguiente, Félix soñaba que estaba en un incendió y una hermosa mujer de cabello dorado con unos ojos acua profundo exclamaba: -¡Corre cielo! ¡Mamá estará bien, te alcanzaré en unos momentos! ¡Apresúrate cariño!- El muchacho despertó de golpe sudado y agitado en su cama. En seguida comenzó a calmarse recobrando la compostura y sólo tomó en su mano lo que parecía ser un reloj de bolsillo hecho de plata.

Más tarde, Marinette despertó hecha un desastre debido a la desvelada. Adrien y Félix esperaban a la chica en el recibidor para ir a la escuela. Adrien se encontraba completamente cansado y por primera vez estaba desalineado y con algunas ojeras ya que Natalie no estaba para arreglar su imagen de modelo. Félix exclamó vagamente: -Parece que alguien no durmió muy bien a noche.- Adrien se molestó y contestó: -Tienes baba seca en la cara.- Félix se molestó un poco y se limpió. Cuando, Marinette apareció al pie de la escalera con su nuevo uniforme, tenía un chaleco gris, una corbata azul con rayas doradas y una falda azul de cuadros, usaba unas calcetas negras largas y unos pequeños zapatos blancos, unas coletas y su mochila. Entonces exclamó: -Ya estoy lista.- Ambos muchachos se ruborizaron un poco al verla e hipnotizados dijeron en voz baja: -Que linda.-

En el auto, Marinette decidió ir en el asiento de en frente, Félix y Adrien atrás. El viaje fue muy silencioso, ninguno dijo palabra y la chica sólo miraba con melancolía hacia la ventana