Lobo Blanco (boyxboy) - ¡Sin editar!

Capítulo 16: Corre

(N.A.: Heeey! ¿Qué tal? Ha sido mucho tiempo, así que, ya sin más... Capítulo 16 de Lobo Blanco. 

¡Disfruten! :-* )

Había tenido que pelear con un Samuel profundamente dormido para poder salir de su abrazo.

Me vestí mientras él empezaba a soltar suaves ronquidos... Lo que me hizo sonreír un poco.

Me sentía de buen humor, a pesar de mi cuerpo cansado. Después de todo había sido una buena noche.

Podía ver la luz de la luna entrar por mi ventana y tuve ganas de hacer algo diferente.

De respirar.

Pero quizá de un tiempo a solas.

Tuve ganas de salir a caminar.

Y así lo haría.

Terminé de vestirme, recogí la ropa del suelo y la puse en un cesto para lavar. Recogí, también el extraño pendiente que me había dado papá y lo pude alrededor de mi cuello.

Besé a Samuel en la frente y salí de mi habitación.

Bueno, ahora nuestra habitación.

Atravesé el ambiente común mientras me ponía mi abrigo.

Al estar ya afuera sentí el ambiente frío, el aire puro entrar a mis fosas nasales. Tan diferente al de la ciudad, tan poco contaminado.

Definitivamente me gusta más la aldea comparada a la ciudad.

No era, posiblemente, la mejor noche para hacer una caminata ya que no había una intensa luz de luna llena, pero sí era lo suficientemente iluminada para apreciar el paisaje.

Empecé a caminar hacia el este a través de las demás cabañas, ya con las luces apagadas, hasta llegar al bosque y entré sintiéndome tranquilo, relajado.

La luz de la luna guiando mi camino.

Nunca sentía miedo a pesar de estar solo, después de todo me había criado entre noches solitarias en la cabaña del alfa y la oficina de Jerí. El andar solo era parte del estilo de vida aquí.

Claro hasta que encontrabas tu pareja.

Creo que debí haber invitado a Samuel.

Seguro que no se molestaba en venir. Al contrario, si se despierta y no me encuentra allá, con él, se aloca.

Detuve mis pasos un segundo, mientras en mi mente se desarrollaba la escena de Samuel buscándome hasta debajo de la cama. Eso me trajo una sonrisa.

Bueno, será para la próxima, me dije y seguí caminando. Lento pero seguro.

Pero me detuve una vez más. Empezaba a sentir culpable y además Samuel se preocuparía y eso no se lo merecía... ni se me hacía gracioso

Será mejor que regrese. Y dando media vuelta empecé a bajar el sendero, siguiendo el usual y borroso tramo de huellas de lobo gigantes por el que había venido.

Pero algo se sintió mal.

Porque vi una huella diferente.