Lobo Blanco (boyxboy) - ¡Sin editar!

Capítulo 10: Deseo

(N.A.: Advertencia!!!!! Siguiente parte contiene algo de salseo! O.O)

.

"Jamie, espérame afuera."

"¿Pasa algo?"

"Jamie" me dijo con un tono de voz que envió escalofríos por mi columna. Una expresión sombría que me hizo recordar al antiguo Samuel cruzó su rostro "déjanos solos".

-----------------------------

.

Jamie's PDV

.

***********************

.

Es algo malo. Lo sé, lo sé.

Ya habían pasado unos diez minutos y Samuel aún no salía. ¿Qué era lo que tenía que hablar con el doctor? No es que quisiera inmiscuirme en sus asuntos ni nada de eso...

¿Estarán hablando de mí? Están hablando de mí, ¿no es cierto? ¿Será algo que no me pueden decirme?

Mire la puerta de nuevo, esperando equivocarme. Algo no me dejaba tranquilo.

Empecé a morderme los labios, pelándome esa delgada película sobre ellos, un mal hábito que ya más de una vez había causado que Felicia me llame la atención.

Volví a observar la puerta.

Quizá... Si tan solo...

Miré a mi alrededor. No había nadie en la sala de espera, salvo una distraída enfermera. Ya no estaba siquiera aquel extraño hombre.

Me acerqué lentamente a la puerta y apoyé la oreja.

Si quizá tan solo pueda oír algo y asegurarme que no era nada malo...

Pero por supuesto, con mi "gran" suerte, notése el sarcasmo, esto no podía salir bien.

No habían pasado ni cinco segundos cuando la puerta se abrió de repente, haciéndome perder el equilibrio y no pudiendo yo hacer nada para evitar mi caída... Pero aun así no toqué el suelo.

El brazo de Samuel cruzaba todo mi estómago y sostenía delicadamente mi cuerpo lejos del suelo.

"G-Gracias" le dije. Estaba tan avergonzado que ni siquiera podía verlo a los ojos y estaba cien por cien seguro que mis mejillas y mi cuello estaban escarlatas debido a la sensación de ardor que allí sentía.

Sin embargo, no me soltó. Los músculos de sus brazos se tensaron, su cuerpo se sentía muy rígido. Eso me sorprendió y cuando miré su rostro estaba tres veces peor que antes.

¡Parecía listo para golpear a todo el que se cruzara en el camino!

"Um... ¿Samuel?... mmm... Gracias. ¿Po-Podrías bajarme?" me miró con una cara de pocos amigos y lentamente me bajó al suelo, librándome de su agarre.

Observó al doctor Watts por un segundo, o mejor dicho lo amenazó con la mirada, y salió disparado de la monocromática oficina, no sin antes llamarme.

"¡Jamie, nos vamos!" escuché gritar por el pasillo.

"¿Qué pasó? ¿Qué le dijo?" el doctor sólo me dio una mirada de condescendencia. Abrió la boca, e iba a hablar, cuando la voz resonante de Samuel volvió a sonar.

"¡Jamie!" salí de la oficina y seguí la voz de Samuel, quien me esperaba en el extremo del corredor a punto de voltear la esquina.

"No olviden venir en diez días para su cita" me recordó el doctor saliendo junto conmigo. Asentí y me dirigí al lugar en donde había desaparecido Samuel no sin antes notar nuevamente que aquel extraño hombre, quien salía de la puerta del siguiente consultorio, no me sacó los ojos de encima.