My Puddin

Suficiente

- No le hagas caso, sólo te quiere poner celosa.
- ¿Eso ha sido una caricia? A mi nunca me acaricia.
- Mr J no siente nada por ella.
- Ni por mi.

Las voces tenían razón. El Joker se había olvidado de mí, yo no podía darle lo que él quería.
Nuestras sesiones habían comenzado hacía meses, y sin embargo yo no podía darle lo que necesitaba.
Al principio se había mostrado curioso y amable conmigo, incluso había conseguido que me contase parte de su historia, pero poco a poco había perdido el interés en nuestros encuentros, ni siquiera prestaba atención cuando le hablaba.
Me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas. Desde el primer momento supe que no era bueno ¿enamorarse de un enfermo? ¿de un demente? Y lo que era peor, había dejado que su locura entrase en mi corazón.
Me asomé al cristal que daba a su celda. Estaba mirándome, lo que era imposible, pues en la celda esto era un espejo y no un cristal. Pero allí estaba sonriéndome.

-¿A dónde vamos? ¿A dónde vamos? ¿Batsy? ¡Ay!- Dije golpeándome contra algo. Tenía los ojos vendados y era guiada por el murciélago, pero no sabía dónde acabaría.- ¿Qué ha sido eso?
- Un farola. Y una indirecta para que te calles.
- Vaya, no eres muy amable. ¿Tienes amigos?- Silencio.- ¿Dónde vamos?- Más silencio. Era tan aburrido... Normal que siempre tuviese ganas de estropear nuestros planes, ahora todo tenía sentido: ¡El murciélago tenía envidia de nuestros divertidos fines de semana!
- Creo que deberías robar un banco.
-¿Qué?
- Creo que deberías robar un banco. Entiendo que estés amargado, te pasas la vida arruinando la diversión al resto. Deberías robar un banco, es muy divertido, todo el mundo grita y llora y tú te ríes y disparas. Es fácil, podríamos robar uno juntos y ¡Ay!- Noté mi cabeza impactar contra algo.
- No lo pillaste a la primera.
El resto del viaje fue silencioso, yo le mandaba miradas de asco detrás de la venda y él... era Batman.
Paró de repente y escuché cómo hablaba con unos hombres, luego un crujido metálico sonó y seguimos avanzando.
-¿A dónde vamos? ¿Queda mucho? Estoy cansada.
- Harley...
-¿Sí? ¿No te cansas de ser el bueno?
Sonó otro crujido de puertas abrirse, pasamos y me retiró la venda de los ojos. A mi alrededor había siete hombres armados cubiertos con máscaras.
- Soy Harley Quinn, encantada.-Les tendí una mano. Ellos me apuntaron con las armas.- Parecen buenos tipos, me caen bien.- Afirmé dirigiéndome a Batman que, como era habitual, guardó silencio.
- Perdonad a mi amigo. Es un monje de la secta... Hotdog. Ha prometido voto de silencio hasta que el elegido, un perro salchicha, baje a...
- Harley.- Me giré hacia Batsy.
-¿Sí?- Dije inocente.
- Suficiente.
Las puertas se abrieron de nuevo dejando ver a ¿la bruja Waller?
- Batman, Harley.- Dijo esta en tono serio.
-¿ Qué hace usted aquí? No pueden volver a encerrarme- reí.
- En realidad, podría. Sin embargo aún me eres útil.
- Ya, bueno, el fracaso de la misión se lo debes a cierta rata...- Me miró sin comprender.- ¡Batman! Yo iba a matar a tu apreciado Joker, pero él me lo impidió.
- No iba a matarle.- Añadió Batman.
- Iba a hacerlo.
- No, lo iba a besar.
-¡Es que no tienes en cuenta ni plan! ¡Que lo bese no significa que no lo mate!
- Suficiente.- Dijo Amanda.
- ¿Utilizáis esa palabra toda la gente aburrida?
- Sólo los que vestimos de negro.- Respondió Amanda.
-¡Wow! Creo que es lo más parecido a un chiste que le he escuchado jamás. Amanda ¿puedo llamarla Amanda? En cualquier caso, ¿para qué quiere verme?
- Quería saber si tus sentimientos por el Joker han cambiado, tengo entendido que no seguiste el plan, debías acercarte a él no declararle la guerra.
- A veces en las relaciones muere gente y se declaran reglas, pero el amor sigue ahí. Si quiere puede intentar llevar a mi Puddin a un terapeuta para parejas...
Además no crea que no sé lo vuestro.
- ¿A que te refieres?
- Mr J y tú tenéis trapos sucios ¡le dejaste escapar con tal de encerrarme!
- Tal y como yo lo veo fue un precio justo. Te tenía a ti, y tú me entregarías al Joker. Dudo que el payaso hiciese lo mismo por ti.
- ¿Intentar matarme? Eso es muy bonito...
- Me refería a dejarte viva sabiendo que habías conspirado para encerrarle.
- Es usted toda una romántica.- Dije con sarcasmo.- Pues que le quede claro, a todos ustedes:
Van a ver Gotham arder, y al Joker con ello.

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