Mr J

2.5K 157 3
                                    

Abrí mucho los ojos y acto seguido me lancé hacia él enredando mis brazos en su cuello.
Mr J me apartó sonriente.
-¿ Te alegras de verme?- Sonreí.
- Como ya te he dicho, llegas tarde.- Fruncí el ceño enfadada.
- Pero Puddin...- Una bofetada marcó mi mejilla. Llevé la mano a la zona roja.
- Te he dicho que no me llames Puddin.- Fruncí el ceño y dirigí mi mano directa a impactar contra su cara, él la cogió al vuelo, sin apartar los ojos de mi mientras yo le miraba furiosa.
Soltó mi mano y se acercó a mí. Yo cerré los ojos esperando el golpe pero, en su lugar, Mr J depositó una caricia en mi mejilla enrojecida.
- Vamos dentro pastelito, te he echado de menos.- Yo sonreí mucho más y le seguí dentro dando pequeños saltitos de emoción.
-¡Ala! Has renovado todo esto.- Dije riendo hacia las celdas llenas de gente en el suelo muriendo literalmente por las carcajadas. Hice una pompa con mi chicle y me acerqué a una de las celdas.
El prisionero se acercó, este no se reía, pero tenía la mirada desorbitada y sonreía mientras me miraba, lo que daría por tener esa mirada.
Su vista se fijó en mí y su sonrisa se agrandó, se acercó a los barrotes y yo acerqué mi rostro al suyo.
- Me gustas.- Le susurré al oído. Su respiración se aceleró.- ¿Te gusto yo? Quiero jugar contigo, prometo ser divertida.- Sonreí en su oreja. Él asintió rápidamente.
- Gustar... Sí, sí. Quiero... Yo quiero jugar, jugar contigo.- Solté una carcajada. Un silbido cortó el aire y el hombre cayó al suelo con un agujero atravesándole la frente.
Me giré para encontrar a Mr J con la pistola, aún humeante en la mano.
- Pero bichito, me estaba divirtiendo.- Le dije enfadada. Él sopló la pistola.
- Yo no. Ahora reserva energía, porque tengo una sorpresa para ti.- Mi anterior enfado se desvaneció y sonreí de oreja a oreja.
- ¡Sorpresa! Entendido bichito. Aunque no te prometo guardar toda mi energía.- Añadí guiñándole un ojo, el se limitó a poner los suyos en blanco mientras yo pasaba de largo, las celdas me deprimían.
Mr J me guió por pasillos llenos de luces hasta llegar a lo que era la antigua carpa del circo.
- Pastelito, te presento a tu sorpresa.- Dijo señalando a un hombre colgado de una cuerda.- Es un antiguo amigo tuyo.
El hombre estaba colgado de la cuerda de los equilibristas, subí la escalera ágilmente, recordando mi tiempo como gimnasta para poder verle mejor.
- ¿ El Joker? ¿A Harleen?- Oí su estrepitosa risa.- Pero si no es capaz de organizar dos expedientes, con ese culo tenía que haber sido secretaria. - El resto corearon sus carcajadas.- Mirad quien está aquí, la doctora Quinzel. Díganos, ¿ha examinado a su paciente? ¿Cuál es el diagnóstico? Seguro que no dura dos sesiones con él. El payaso asesino le llaman, ¿y sabes qué hace con chicas cómo tú? Débiles, bonitas, tontas... Las mata. Y no es una muerte rápida.- La sangre hirvió en mis venas. Cooper siempre se reía de mí, me subestimaba, como todos. No creían en mi potencial y se divertían a mi costa. Era hora de hacer algo al respecto.
- Doctor Cooper, apuesto a que  los doctores bocazas de culo gordo le caen mucho peor, así que, si quiere puede venir a la próxima sesión que tengamos para ver si le cierra esa boca tan grande.- Todos se callaron y Cooper enrojeció de ira. Nadie estaba acostumbrado a que yo, la joven y tímida Harleen abriera la boca, y mucho menos para plantarle cara a alguien. Pero desde que tengo las sesiones con el Joker he ganado confianza en mí misma.
Me hace sentir que no soy estúpida y valgo más de lo que el resto piensa.

_____

Segunda parte de los caps de hoy!!!
Espero q os guste. Porfa votad si os ha gustado 😘😘😘

My PuddinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora