Lo que me cueste

Prólogo

Sí hubiera sabido lo que en verdad ella significaba para mí, jamás hubiera cometido semejante estupidez. 

Hace siete meses salí de copas con unos amigos a un club en el centro de la ciudad. Ahí conocí a una chica más que dispuesta a tener sexo, así que la llevé a mi departamento y sin más comencé a desnudarla. Justo cuando estamos a mitad del acostón la puerta de mi habitación se abrió de par en par para mostrar a una horrorizada Katrina por la escena.

Ella, obviamente salió corriendo sin permitirme hablar, aunque de hecho, no tenía excusa alguna. Y ahora estoy aquí, siete meses después, sentado en un muy caro restaurante esperando por la llegada de la mujer que, muy tardíamente, descubrí era el amor de mi vida.

Se fue y dejo un vació que nunca pensé, fuera tan grande. No dormía, no comía, solo pensaba en ella y como un adicto iba a los lugares que frecuentábamos juntos o incluso llegue dormir con cada cosa que aún mantuviera su dulce aroma. 

La llene de mensajes de texto, llamadas, emails... incluso le mandaba cartas de puño y letra a su dirección. Para mi mala suerte no me contesto ninguna de ellas, hasta el día de ayer, que recibí una llamada de su parte pidiendo verme aquí.

Estoy ansioso, me remuevo en mi silla y limpio mis sudorosas manos en mi pantalón. ¿Dónde estará?

-En muy pocas ocasiones fuiste puntual, me tienes anonadada, sinceramente. 

Miro detrás de mi y ahí esta ella. Su larga melena pelirroja  cae suavemente sobre sus hombros, sus labios curvados en una irónica mueca, sus ojos maquillados de una forma que hace que se vean mucho más grandes y hermosos. Viste un vestido azul ajustado y con encaje, con altos tacones negros.

Esta mujer me va a matar. Esta preciosa.

Antes de levantarme para recorrer su silla y pueda sentarse, ella misma hace la tarea y se sienta. Me mira con desdén, con odio.

-Mira, Katrina... -trago saliva -no sé porque me citaste aquí. Pero antes de cualquier cosa, quiero hacerte una propuesta.

La manera en la que se ríe y después suspira no me presagia nada bueno. ¿Qué hago? Sólo hay una cosa a la que no se puede resistir...

-Lo que sea que me propongas, que-ri-di-to -su ironía me enfurece y excita a la vez -no lo quiero, ya tuve y probé suficiente de ti. Pero ¿sabes? únicamente por cortesía te escucharé, soy una persona muy bondadosa.

La quiero, la quiero a mi lado cada noche, quiero sus besos y caricias. Sí no le digo lo que tengo en mente, no habrá otra oportunidad.

-Se mi amante, sólo sexo. Sin compromisos ni ataduras. 

¡Nueva historia! ¿Qué les parece la trama? ¿Le darán una oportunidad? 

No tengo ni idea cuando actualizaré, pero prometo que tanto "Lo que me cueste" como "¿Huyendo del destino" no serán abandonas.

Dejen sus votos y comentarios. Los amo 

Linda luna 

Jesse :*