BTS One-Shots

Flower Boy [Seokjin/Jin x Lectora]

Suspiró una vez más observando al chico del delantal rosa pastel. ¿Quién le había dado el derecho de ser tan atractivo? No era justo.

Observó sus facciones detenidamente; sus ojos oscuros, sus labios carnosos los cuales reprimían una sonrisa, sus manos que a pesar de parecer toscas se envolvían alrededor de un ramo de begonias delicadamente, atándolos con una cinta fucsia.

¿Quién se hubiese imaginado que habría un chico tan lindo trabajando en una florería en frente de su café preferido? _____ había pasado meses fijándose en él, de la misma manera que muchas otras chicas y no está de más añadir chicos. Porque sí, chicos que jamás habían comprado flores en su vida iban solamente para intercambiar frases con él.

______ suspiraba por él.

Cada tarde se sentaba en la barra de la cafetería que daba la calle y lo observaba rociando las flores con agua, su mirada calmada, su sonrisa centelleante, su ancha espalda. Claro que jamás se atrevió a cruzar los escasos metros que la separaban de él para poder leer el cartel que tenía en su pecho. Fantaseaba sobre cómo sonaría su voz, sobre cómo se sentiría rozar sus manos cuando tomase el ramo que él habría preparado, con el color de sus ojos, con escuchar su risa. Se preguntaba todas estas cosas, pero aún así no lograba reunir valor para poner en práctica ninguno de los tantos planes que había formado en su mente.

-Mi pregunta es por qué no vas de una vez. – dijo el chico de cabello oscuro a su lado mientras depositaba una taza de café a su lado.

-No es tan fácil, Taehyung. – contestó ella soltando un suspiro mientras revolvía el líquido oscuro con una de los palillos de plástico.

-Claro que lo es. Solamente cruzas esa calle por la que no pasa ningún auto nunca, entras, dices "oh qué hermosas flores, ¿cuál es el nombre de éstas?" y listo.

La chica puso los ojos en blanco al oír el estúpido plan de su amigo. En verdad que no era tan simple; había visto a varias chicas salir de la florería con una mirada triste mientras él respiraba hondo y volvía ser él mismo. Era evidente que todas eran rechazadas una después de otra. Seguramente él tenía un estándar demasiado alto y que una chica tan simple como ella fuese a tartamudearle en la cara para preguntarle cuál era el nombre de unas flores le levantaría la autoestima. Se había dado cuenta de ello; él era más que consciente sobre su atractivo físico y lo explotaba al máximo. Casi al borde de ser vanidoso. Pero aún así... Le gustaba. Había algo en él que le gustaba.

-¿Por qué no vuelves al trabajo en vez de entrometerte en mi vida? – respondió al cabo de unos segundos sin despegar la mirada del chico que ahora estaba entrando las masetas de afuera para poder cerrar el local.

-Simplemente me aseguro de que no termines sola a los cuarenta y pico de años.

Ella le dio una mirada irritada y le dio un sorbo al café mientras se ponía uno de los auriculares, deslizando el dedo índice por la pantalla táctil para encontrar esa canción que tanto le gustaba entre el infinito repertorio de música. Cuando finalmente la encontró, sintió que alguien se acercaba nuevamente.

-Taehyung, te juro que si vuelves a querer darme consejos sobre mi vida amorosa voy a...

-Lástima que no sea Taehyung.

______ sintió que los colores le subían al rostro. Le había gritado a alguien que ni siquiera conocía y aún peor había atraído la mirada de todos los clientes en el café, además de una carcajada característica de su mejor amigo. Se volteó rápidamente con la cabeza gacha.

-En verdad lamento tanto haber dicho eso. – se disculpó, las palabras atropellándose entre sí para salir de su boca y luego se incorporó. Ahora fue su cuerpo el que se sintió atropellado al ver al chico en frente de sí.