2. Jack Harries

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— Arriba hija, tienes 30 minutos para aprontarte y salir. Te llevaré por ser la primera vez.

— ¿Eh?.— dije aún dormida, mi cerebro no se ha despertado, es inútil que me hablen a esta hora de la mañana, es como hablarle a la pared. Papá seguía hablando y explicándome algo, que definitivamente no iba a entender. Asentí para que saliera de mi habitación de una vez y me dejara despertarme en paz, si es que eso es posible. No puedo creer que sea lunes y que empiece el colegio, ¿por qué carajos se le ocurre a este maldito pueblo empezar una semana antes las clases?. Cada segundo que pasa lo odio más.

Me levanté de mi cama, tomé unos jeans negros ajustados, mis Vans, un buzo gris y mi gorra negra que decía "bad hair day". En parte es verdad, mi pelo esta horrible esta mañana. Entré al baño y para mi sorpresa estaba Kevin.

— ¡Mierda Kevin! me asustaste otra vez, ¿qué demonios haces en mi baño?

— ¿Que no te diste cuenta? es un baño compartido...— sinceramente no me había dado cuenta de eso, ni siquiera había entrado al baño, había estado ocupada ordenando mis cosas y pensando en mi ultima semana de vacaciones perdida... Mi mañana acaba de ser destruida ¡¿un baño compartido?!..

— Genial, lo que faltaba, un duende invadiendo mi espacio personal....— Kevin golpeó mi pierna ya que el era mucho mas bajo que yo y los dos comenzamos a reír.

— Por lo menos no soy un ogro.— dijo intentando defenderse.

— Cállate pitufo

— ¿Quien me obliga?

— No me provoques... 

— ¿Que vas a hacer sino ogro?.— dijo Kevin provocándome. Todas nuestras peleas eran de esta manera, riéndonos. Cuando terminó de decir la frase me agaché hasta su altura y comencé a hacerle cosquillas, tantas que Kevin terminó en el piso riendo como una foca. Yo también reía, pero de verlo reír a él.

— ¡Ya basta!.— se quejó papá entrando al baño.— Bajen a desayunar rápidamente los espero en el auto.

— ¿Y a él porque?.— dije yo.

— Kevin también empieza la escuela.— genial,no se salva nadie de estudiar en este pueblo.

Kevin salió directo a su habitación y yo me quedé en el baño cepillando mis dientes. Papá fue a ayudarlo con su ropa, repito, sigue siendo un niño. 

Salí del baño y tomé mis cosas, las que yo pensaba que iban a hacerme falta en mi primer día, bajé las escaleras, desayuné algo rápido y salí al auto. Luego de unos cinco minutos llegamos a mi destino, el maldito instituto. Me despedí de mi padre y de Kevin y bajé del auto. 

Entré al lugar, era enorme, lleno de gente. Entré y comencé a recorrer los pasillos. Papá me había dado una hoja con los horarios y mis clases, aunque no tengo ni idea de como llegar a ninguno de los lugares que me indicó. ¿Que le costaba hacerme un mapa?

Iba muy concentrada en la hoja para poder identificar mis clases cuando de repente choqué con un brazo fuerte que hizo que perdiera el equilibrio, no caí debido a que ese mismo brazo me sostuvo por la cintura sin dejarmé caer.

— ¡Perdón! ¡no te ví!.— dije diculpandome rápidamente. Perfecto Taylor, primer día y ya chocas con la gente. Levanté mi cabeza para mirar a la persona que me sostenía. Era un hermoso chico castaño de ojos verdes y hermosa sonrisa que me miraba con fascinación. Mierda,el típico encuentro cursi de siémpre.

— No te disculpes, yo estaba distraído.— dijo el chico aún con su sonrisa. Que ni se crea que por ser así de lindo voy a caer rendida ante sus pies. Le sonreí falsamente, nadie decía nada, él solo me miraba y yo no tenía nada más para decir. Espero que no sea el típico chico popular por el que todas mueren...

Atrapada entre TWINS   [Jack y Finn Harries]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora