Capitulo 5

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Ya al otro lado del pozo, Inuyasha y Kagome se encontraban camino a la aldea para poder saludar a Rin por su cumpleaños, ambos habían pasado la noche en la otra época. Tuvieron mucho que hablar respecto a lo que pasaría de ahora en adelante.  Ya estando en la entrada Kagome e Inuyasha se miraron con nerviosismo. 

-Bien, repasemoslo una ves más. Les contare sobre mi ruptura con Sesshomaru pero nada de mi estado actual hasta la siguiente semana. ¿Bien?

-Bien. Recuerda que no debes sacarte el colgante en ningún momento, ya que Shippo o Kirara podrían darse cuenta. 

-Si, bien vayamos con los demás. 

Ambos caminaron hacía la cabaña de la anciana Kaede, al estar a tan solo unos metros se podía oír la risa alegre de Rin. 

-¡Señorita Kagome! -Rin corrió hacía donde estaba ella y le dio un gran abrazo -¡Señorita Kagome,  señor Inuyasha hoy es mi cumpleaños! 

Lo sabemos Rin ¿Acaso crees que lo olvidariamos? -Kagome rió -te he traído un regalo -de su bolsillo saco una pequeña cajita que tenía una sinta en el medio. 

-¡Gracias Señortia Kagome! -Rin tomo la cajita y la miró con curiosidad - Pero..¿Qué es? 

-Rin tienes que abrirla -dijo Inuyasha.

Rin miró nuevamente extrañada la cajita, puso una mano bajo ella mientras que con la otra abría o más bien trataba de comprender como se hacia, finalmente cuando lo logro. De ella saco una pulsera que contenía unas pequeñas flores amarillas y rosadas.  

-¡Muchisimas gracias es hermosa! -Rin paso su mano por ella y la observo con alegría -¡Estoy segura que al señor Sesshomaru le gustara también! 

Inuyasha y Kagome se miraron algo apenados, le dolía tener que contarle a Rin sobre su relación actual con Sesshomaru y más encima el día de su cumpleaños. 

-Kagome, Inuyasha ¿Donde estuvieron toda la noche? -Dijo Sango acercándose a ellos. 

-Inuyasha me acompaño a mi época para poder escoger el regalo de Rin y bueno, además tuvimos que conversar sobre algo. -Kagome dio una pequeña sonrisa un poco forzada.  

-Oh ya veo, por cierto Inuyasha, Kikyo esta algo molesta contigo. Ya que te fuiste sin avisar. 

-Mierda -en un dos por tres Inuyasha había dejado el lugar. Mientras Kagome y Sango hablaban cierto demonio había llegado a la aldea en busca de su protegida. 

-¡Señorita Kagome el señor Sesshomaru acabada de llegar! -gritó Rin mientras jalaba del brazo de ella. -Vamos señorita Kagome el señor Sesshomaru nos esta esperando. 

-Rin...sonbre eso, hay algo que - Kagome no pudo terminar de hablar ya que Rin se puso a gritar. 

-¡El señor Sesshomaru viene hacía aca! ¡Señor Sesshomaru hoy es mi cumpleaños! -Rin corrio hacía donde se encontraba él. 

-Mejor los dejo, no quiero quedar como tercera rueda. Nos vemos en una semana Kagome -Sango le dio un abrazo a su amiga y se alejó del lugar. 

-Sango...- Kagome veia como su amiga se alejaba, se tensó al sentir la mano de alguien sobre su hombro. Miro lentamente hacía su hombro sin girar la cabeza para ver quien era, pero ella ya sabía perfectamente de quien se trataba. -No iré con ustedes -dijo casi susurrando. Rin se encontraba a lo lejos junto con Ah-Un, por lo tanto no le preocupada hablar sobre el tema. 

-Vendrás 

-No quiero, tengo cosas que hacer...- con un brusco movimiento saco la mano de Sesshomaru sobre su hombro -dile a Rin de mi parte que lo siento. -Kagome empezó a caminar en dirección a la cabaña de la anciana Kaede, pero él la detuvo, entrelazo sus dedos con los de ella

-Hazlo por Rin, tú más que nadie sabe que ella espera este día con ansias. Mañana le daremos la noticia. 

Kagome se giro lentamente y asintió sin mirarlo a la cara. -Que te quede claro que lo hago por Rin. 

Ambos caminaron hacía donde se encontraba la niña y el dragón de dos cabezas, todavía con los dedos entrelazados. La cumpleañera tenía en su rostro una sonrisa de oreja a oreja, sin duda este era el día favorito de ella. Ah-Un llevó a Rin en su lomo, mientras que Sesshomaru cargaba a Kagome. Desde que partieron de la aldea ninguno de los dos se a vuelto a hablar, Sesshomaru la llevaba al estilo princesa, ya que el no llevaba su armadura puesta eso le permitió a ella poder recostar su cabeza sobre su pecho. Aun que lo intentara, le era imposible no quedarse observando al inu-youkai que le había roto el corazón  el día anterior. Tendría que pasar una semana en sus dominios, tal vez podría aprovechar la oportunidad de ello y contarle a Sesshomaru sobre el embarazo.  

Kagome dio una largo suspiro e inconscientemente susurro -¿Cómo te lo digo? 

-¿Qué es lo que quieres decirme mujer? 


¿Cómo te lo digo? (EDITANTO 2021)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant