Capítulo 7: Malos Entendidos

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Que poco le importé, no había pasado ni un año de nuestro rompimiento y estaba ya comprometido con otra, las lágrimas rodaban a través de mis mejillas, ¡que descarado era! y tan sólo anoche me había insultado, ¿Cómo se había atrevido él a insultarme? No debía creer en los hombres, todos eran iguales, por eso mi corazón seguiría bien guardado, no me permitiría enamorarme de nuevo jamás...

Me sequé el rostro con las manos y me obligué a devolverme al presente, ya eso era pasado y no debía afectarme más, debía salir esta noche, solo con Maggie para disfrutar de la vida y de los hombres; total, solo servían para eso: para complacer mis necesidades más básicas.

Tenía frente a mí el desayuno así que me dispuse a comer, le escribí nuevamente a Maggie "Mas te vale que aparezcas Mag, tenemos que salir esta noche, solo chicas, no me falles amiga, te espero..."


Isaac

Ya habían pasado unos días desde que habíamos llegado a la casa de playa, Matias estaba insoportable porque había peleado con Elizabeth, no hacía más que quejarse de las mujeres, era desesperante. Yo por otra parte no había llamado a Cris, quería darle su espacio no quería parecer desesperado o asfixiante, había pensado en mandarle algún regalo, algo así como unos peluches con globos y me encontraba en Internet buscando una tienda para que lo hiciera, pero en ese momento llegó mi hermano interrumpiéndome.

—Te lo dije Isaac, las mujeres no son de fiar. —Ya venía él otra vez con el mismo cuento.

—Ahora, ¿qué te pasó, Matias?

—¿A mí? no, no, a mi nada, pero a ti si te va a pasar algo. —Me volteé en la silla para verlo, no entendía a qué se refería, me fijé que llevaba el periódico en las manos.

—Te quieres explicar.

—Sólo ve esto, lo explica por sí solo —dijo tendiéndome el periódico.

Estaba como era de esperarse en la sección de sociales, había una foto en grande que mis ojos se negaban a creer, era Cris bailando con un tipo en un local de Los Ángeles, la foto dejaba mucho que desear y más aun lo que escribieron al pie de la misma "Cristhie Blair tampoco pierde el tiempo, al parecer no le afecto la noticia del compromiso." le dedicaron la mitad de la página, más abajo salía otra de ella besándose con el mismo chico, la rabia que me inundó no fue normal, de esta última foto el periódico decía "Cristhie Blair sigue con su vida, como vemos ya tiene nuevo novio.", no lo podía creer.

Estuve fuera por un par de días y ya se estaba besándose con otro, qué idiota fui al pensar en ella como una buena mujer, pensar que la quería enamorar, bufé, mi hermano tenía razón, las mujeres eran todas iguales, aunque debo decir que entre nosotros realmente no había nada, simplemente fueron unos besos esa noche, nunca pusimos condiciones ni dijimos que iba a ser exclusivo. Ya mis intenciones de portarme bien con Cristhie se iban desvaneciendo, qué estúpido fui al pensar que ella... Arg, gruñí, pero esto no se iba a quedar así, las cosas iban a continuar como si nada, de igual modo la quería meter en mi cama, pero sería sólo eso, yo me iba a encargar de que así fuera, de que fuera una más... debía guardar mi corazón en un lugar seguro y entregárselo a alguien que de verdad valiera la pena, no a una niñita malcriada que va por la vida besándose con el primero que se le ponga en el camino, le devolví el periódico a mi hermano.

—Tienes razón, las mujeres son un asco, pero esto no cambia que aún quiera ligar con ella —le dije.

—Está bien hermano, pero al menos ya sé que no vas a hacer el papel de idiota.

—Claro que no, gracias.

—Cuando quieras —me dijo y salió de la habitación.

Quedé frente a la computadora pensando, si lo que quería era estar con Cristhie, igual la tenía que engatusar, estaba claro que no iba a ser sencillo acostarme con ella, así que luego de pensarlo unos segundos decidí que igual le enviaría el arreglo, total, se suponía que yo no sabía nada y aunque ya no quería realmente ganarme su corazón, quería estar su cama.


Cristhie

Maggie finalmente decidió aparecer, no me dijo en donde estaba y yo tampoco le pregunté, a pesar de que vio mi cara de preocupación y el dolor escondido no hizo ningún comentario; de seguro ella también debió haber visto el periódico, al igual que todo el mundo.

—¿A dónde quieres que vayamos? —me preguntó.

—A cualquier local, no me importa, solo quiero beber hasta que no quede más licor en el planeta.

—Guao Cris, si te que ha pegado ¿no? —abrí mucho los ojos.

—No se te ocurra decir nada Maggie —la amenacé, no quería mencionar el tema.

—De acuerdo, está bien, lo que digas, entonces será una noche sólo de chicas —dijo con una sonrisa mientras me abrazaba, mi amiga era la mejor del mundo.

Nos arreglamos y salimos de mi casa, fuimos hasta el mismo local del día anterior, esta vez no entramos a los VIP, yo me fui directamente a la barra, pedí mi trago y Maggie me siguió, pidió solo agua, la miré extrañada pero me sacó la lengua como una niña, no pude evitar sonreírme.

—¡Vamos a bailar! —le dije mientras la tomaba del brazo y la llevaba hasta la pista, esta era mi noche, necesitaba quitarme el estrés del cuerpo.

Bailamos mucho al ritmo de la música, las luces de colores y el licor no faltaban, como era de esperarse se nos acercaban chicos y mi amiga se encargaba de alejarlos, hasta que se acercó uno que me pareció simpático, estaba en la pista bailando cerca de mí y yo me fui hasta él invitándolo con mi cuerpo, bailamos por un bueno rato hasta que mi trago se acabó.

—Voy a la barra —le dije al desconocido.

—Aquí te espero —me respondió. Idiota, pensé. De camino a la barra me fui de lado, ya estaba un poquito pasada de tragos.

—Cris, no crees que ya es suficiente, deberíamos irnos —dijo mi amiga mientras me tomaba del brazo.

—Oh vamos Maggie, no seas aguafiestas, la noche aún no se acaba —le dije mientras alzaba mis manos y me llevaba la copa a la boca, recordé que estaba vacía y seguí hasta la barra.

Iba riéndome sola.

Pedí mi trago mientras mi amiga me seguía, me devolví a la pista con Maggie aún detrás de mí con cara de tragedia.

—Maggie, por favor —le dije haciéndole pucheros—. Vinimos a divertirnos así que baila conmigo —la tomé por la mano moviéndosela para que bailara, me di cuenta que detrás de mi había alguien bailando.

—Regresaste —me dijo al oído.

En automático me volteé, lo que no me esperé jamás fue la proximidad de su rostro contra el mío. Allí de pie estaba el chico que no conocía, con quien había estado bailando que, sin pedir permiso me tomó de la cintura atrayéndome a él y estampándome un beso en la boca.

Como si fuese acto reflejo me debatí entre sus brazos y le arrojé la copa que llevaba en las manos, ¿Qué rayos estaba haciendo? ¿Cómo había llegado a este punto? Me sentí muy mal conmigo misma, ¿Cómo era posible? ¿Cuál era la actitud que yo tenía que había llevado a ese hombre a besarme? Esto no está bien, pensaba mientras salía corriendo del local.

—Cris, Cris para —escuchaba que Maggie me gritaba.

—Oh Maggie —ya estaba llorando—, ¿qué estoy haciendo?

—Ya amiga, cálmate, sólo somos seres humanos y cometemos errores —me consolaba. —Tranquila, ya todo está bien, ¿nos vamos?

—Sí, pero a tu casa no quiero llegar a la mía.

—De acuerdo, voy a llamar para que nos vengan a buscar.

—Está bien —le dije mientras me secaba las lágrimas.

Qué terrible día había sido el de hoy, un día que quisiera borrar de mi memoria...

Decisión de Amor (Borrador Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora