Capítulo 7: Malos Entendidos

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Tú no recuerdas mi nombre

Realmente no me importa

¿Podemos jugar a tu manera?

¿Puedo realmente perder el control?

Por una vez en mi vida

Pienso que estaría bien

Solo perder el control

Solo una vez

Lose Control — Evanescence

Cristhie

¿Dónde demonios se mete Maggie cuando uno más la necesita?, pero claro, para aparecer de improvisto y despertarme temprano si está aquí, ¿verdad? Seguía pensando mientras le enviaba otro mensaje de texto, "¿Dónde te metiste? ¿Te tragó la tierra?", gruñí con frustración y me lancé sobre mi cama. Estaba hecha un lío. Recordaba con claridad los besos de Isaac y cómo me hacía sentir su roce, ¿era algo completamente hormonal? No, me dije con tristeza, pero ¿cómo demonios era posible?, solo lo había visto en dos oportunidades y ya me había calado hondo, ¡No es posible! suspiré y sacudí mi cabeza tratando de sacar esos pensamientos de mi mente.

Estaba necesitada de una distracción y mi amiga me tenía que ayudar con eso, me tenía que demostrar a mí misma que Isaac Kemper no me importaba más de lo debido, aún no sabía si lo que había pasado anoche se repetiría y realmente no me importaba. Si claro, trata de engañarte me siseó una vocecita interior pero la callé, me tenía que demostrar que seguía siendo la misma de siempre y que mejor que yéndome de fiesta hoy y conseguirme a alguien más.

Me era de lo más conveniente que Isaac me dijera que se iba de viaje, tampoco quería que pensara que era una cualquiera, aún quería tenerlo a mis pies, así que delante de él tenía que seguir con mi papel, no iba tampoco a echar por la borda todo el esfuerzo que había hecho hasta el momento, Isaac Kemper me fascinaba en un modo que no era normal, ¡Demonios! Necesito una ducha fría.

Salí de la ducha y Maggie seguía sin aparecer, ¿Dónde se había metido el duendecito este?

Bajé a la cocina por algo de comer y me conseguí con el periódico abierto en la página de sociales en el mesón, me senté y le pedí al que estaba en la cocina que me diera café, un jugo de naranja y una ensalada de frutas sin siquiera molestarme en saber quién era, no podía alzar la vista del periódico y de la foto que aparecía, era Yumar con la mujercita que lo había visto, no podía creerlo, el pie de la foto decía "Yumar Wells y su prometida Katherina Gotto" el muy desgraciado se había vuelto a comprometer, mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas, ¿Cómo era posible? ¿Cuánto había pasado desde que nosotros...? Desterré ese pensamiento de mi mente o más bien traté de desterrarlo porque inmediatamente salieron todos los recuerdos a flote, los recuerdos de un pasado alegre que terminó siendo una completa mentira, mi tiempo de noviazgo con Yumar, nuestro compromiso, las muchas noches que pasamos juntos, él lo era todo para mí, fue mi primer beso, mi primera vez, mi primer amor, pensé que sería para siempre... pero estaba claro que él pensaba de un modo diferente.

Cuando me enteré que había dejado embarazada a Rachel me quería morir en un sentido literal, fue terrible, ella vino hasta mi casa a reclamarle a mi prometido con su gran barriga, él me había utilizado para subir en la sociedad, él era un don nadie cuando lo conocí pero eso a mí no me importó, yo lo quería, aún lo quieres me dijo una vocecita interior y tenía razón, no es fácil olvidar todo lo que viví a su lado, pero ahora mi desprecio y mi rabia hacia él era más grande que lo poco que lo podía aún querer, lo más triste de todo es que ahora estaba comprometido con otra chica, ¿Qué habrá pasado con Rachel? Me pregunté.

Decisión de Amor (Borrador Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora