14. Fantasías sexuales

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—Esto me hace muy gorda.—Me quejé luego de probarme 5 vestidos.

—Sal para que te vea.—Dijo Justin.

Me negaba a correr la cortina del probador para que Justin viera como estaba. Si no era porque me aplastaba demasiado el culo, era porque no me sentaba bien el color. O, porque no tenía el escote que yo necesitaba. Me desesperaba no poder encontrar algo que me sentara bien y más cuando llevábamos 2 horas dando vuelta en una tienda.

—Justin, en serio...—Comencé a decir pero la cortina se abrió de repente, apareció la cara de Justin en el espejo.

—Bueno, la verdad es que si te queda espantoso.—Murmuró. Me giré con la boca abierta, indignada por sus palabras. A la mayoría de las mujeres nos importa demasiado la opinión de un hombre y que te digan que estás espantosa cuando lo que esperas es que te den ánimos aunque sea mentira, duele de alguna manera.—Es mentira, Megan.

—Típico que digas eso cuando sabes que luego de esto no tendrás sexo.—Contesté volviéndome a mirar al espejo.—No conmigo por lo menos.

Sentí sus brazos en mi cintura y su torso en mi espalda. Su cara apareció en el hueco entre mi cuello y mi hombro. Llevaba una sonrisa en su rostro.

—Aunque vayas con un traje de pollo, incluso de pene...Irías hermosa para mi.—Sus manos acariciaron mi estómago.—Además, veremos si jugamos esta noche o no.

Rodeé los ojos.—A lo que vamos, ¿qué demonios voy a llevar puesto?

Justin suspiró cansado.—Megan, un vestido negro y listo.

—Voy a una boda no a un funeral, Justin.—Dije poniendo los ojos en blanco.

—¿Blanco?

—¿Sabes como se sentiría la novia si voy de blanco?

Justin cerró los ojos y comenzó a moverse de un lado a otro. Me reí tirando mi cabeza hacia delante. Cuando mis ojos conectaron con nuestros cuerpos reflejados en el espejo, lo único que podía pensar era; ¿cómo había llegado a esto?

—Los hombres van de negro, aunque no vayan a un funeral.—Dijo aún moviéndose junto a mi cuerpo de un lado a otro.—Además, la fiesta será de noche... Cuando comienza lo bueno.

—No vamos a follar en los baños si es lo que quieres.—Le contesté rápida y concisa.

Justin asintió con una sonrisa sin creerme.

—Traeré el primer vestido negro que encuentre y me guste. Te lo pondrás y no me importa si te gusta o no, te lo llevarás.—Dijo saliendo del probador. ¿Sí él iba de negro, yo podría ir de negro? La respuesta era no.

Cinco minutos más tarde, la mano de Justin estiró un vestido.

—Pensé que iría de negro.—Le dije.

—Me ha gustado más este y quiero verte cuando lo tengas puesto.

Sabía cuál era este vestido. Estaba en la vitrina cuando llegamos, era un vestido rojo que llamaba la atención por el zic zac en la barriga que dejaba ver la piel aparte de tener la espalda descubierta. Era un vestido precioso pero no era nada barato y lo supe cuando vi el precio al entrar en la tienda.

Cuando me lo puse, me quedaba a la perfección. Era ese tipo de vestidos que le quedaba bien a todas las chicas y por eso era caro. Negué con la cabeza al ver el precio en la etiqueta.
La mano de Justin volvió a entrar en el probador y esta vez con un par de zapatos en mano.

—Estos van a juego.—Dijo moviendo su mano para que los cogiera. Negué con la cabeza, no podía permitirme pagar un vestido así con sus tacones. También los había visto, en la vidriera y sin duda era hermosos, del mismo color que el vestido y de un material sedoso.

Undress Me j.bWhere stories live. Discover now