3. Eduardo Vergas

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-¡No, no y no! - Gritaba una voz enfurecida. - ¡Nadie sabe hacer nada bien!

Mis ojos conectaron con una cama en la mitad de una habitación, con luces que apenas te daban visión y rosas extendidas por el suelo. Dos mujeres estaban sobre la cama, completamente desnudas frente a todas las personas en la sala. Tragué saliva al imaginarme en esa situación. Hoy a primera hora había venido por el casting, pero resultó ser que el director ni siquiera quería experiencia en esto.

-¡Eduardo, te buscan! - Gritó la señora que me había conducido hasta allí. Él señor que segundos antes gritaba, se giró para verme. Sus ojos conectaron con los míos en cuestión de segundos. Corrió hasta mi lado y comenzó a acariciar mi pelo.

-Eres perfecta...- Dijo él. - Mira este pelo, me lo puedo imaginar envuelto en las manos de un hombre que esta deseoso de follarte.

-¿Qué? - Dije. Eduardo me giró en un abrir y cerrar de ojos, haciendo que quedemos cara a cara.

-Y mira esa boca..., sin duda harás un porno perfecto. No lo dudo. - Sus ojos recorrieron todo mi rostro hasta que la voz de la misma mujer que me había dejado aquí se escucho. Él miraba a un punto fijo detrás de mi. Sus manos me tenían inmovilizada en mi lugar.

-¿Dejarás de mirarme? - Preguntó una voz conocida a mis espalda. 

-No puede ser....- Susurré. Eduardo, si es que así se llamaba comenzó a mirarme a mi, otra vez. Ahora sus ojos iban de mi rostro hacia el chico detrás de mi. Sus manos me arrastraron hasta el chico haciéndonos quedar cara a cara.

-¿En serio? - Fue lo primero que dijo él. - Creo que prefiero renunciar.

-¿Renunciar? - Preguntó Eduardo. - ¡Tu no puedes dejarla! Son perfectos... van a ser las estrellas más conocidas en el porno. ¡Alicia, con estos dos individuos haré la película de mi vida!

El acento de Eduardo no era Español, sin duda, tampoco Americano, era más como Mexicano. Sí, Mexicano. Por el rabillo de mi ojo vi como Justin, no dejaba de mirarme. Sí, Justin estaba aquí. No era como si lo conociera pero su actitud de la playa era tan...egocéntrica, que supe que no seríamos amigos, nunca.

Alicia, la chica que nos había conducido hasta aquí junto a este...como llamarlo, demente. Sonreía agitando sus brazos falsamente hacía Eduardo.
Los ojos de Eduardo nos examinaron por unos segundos, luego puso una cara de asco.

-No cabe duda de que estas no son las pintas que deben de tener para trabajar aquí. - Comenzó. - Pero hoy solo quiero firmar contratos, poneros en caja y que empecéis a cobrar sus millones en un abrir y cerrar de ojos.

-¿Millones? - Murmuré con un nudo en la garganta. Eduardo asintió.

-Cariño, ser estrella porno es la puerta a la riqueza. - Cogió mis mejillas como esas abuelas que te zamarrean. Supongo que en otros momentos hubiera pateado los huevos de este demente, pero ahora, estaba completamente en shock. Se había referido a mí sueldo como millones... esto iba a ser genial. - Me encantaría seguir hablando con vosotros, pero... ¡Alicia, lleva a estos a mi despacho! - Unió nuestras cabezas para poder susurrarnos entre estas dos. - Hay dos chicas completamente guarras esperando por mi en esa cama de allí. - Dijo antes de salir disparado con gritos hacia su asiento de director. Se acomodó el cabello, suspiró y comenzó una nueva toma.

Tanto Justin como yo, no dijimos ninguna palabra mientras Alicia servía café.

-Eduardo es un poco... no se como referirme...

-Demente. - Ofrecí con orgullo.

Ella asintió.

-Sí, demente. Pero en el fondo los llevará lejos. Se los aseguro.

-¿Cuál es el sueldo? - Dijo Justin interesado.

-Generalmente los principiantes no cobran hasta una semana de rodaje, ya que están a prueba. Pero Eduardo se ha puesto como loco al veros a los dos juntos, así que eso solo dice una cosa...

-¿Qué? - Pregunté.

-Que no solo estarán contratados hasta el final del rodaje, si no que les tendrá paciencia, cosa que le falta. Los podrá en caja y mañana comenzarán a sentir el dinero caer el cielo. - Justin miraba su móvil atento aunque esta respuesta fuera más para él que para mí, pero sus ojos se ampliaron conectando con los de Alicia.

-¿Mañana?

-Sí, mañana. ¿Por qué?

-¿Estamos hablando de una cantidad considerable? - Preguntó exaltado. - Quiero decir, voy a salir desnudo frente a personas que no conozco, frente a cámaras, etc...

-Muchacho, llevó años trabajando con Eduardo, y créeme que cuando él dice que mañana verán el dinero, no solo verán dinero limpio, si o que verán el dinero de sus vidas.

Escuchaba atentamente como Alicia le explicaba a Justin que cosas podría tener mañana al tener el dinero depositado en un banco. 2 coches, una casa, dos terrenos...Las cosas comenzaron a hacerse poco audibles para mi cuando me di cuenta que tendría que salir desnuda. Mis ojos se ampliaron y volvieron a Tierra luego de salir corriendo de mi mente al verme en una cama sentada junto a Justin, tocándonos, besándonos, gimiendo, y... ¡Dios! 

Miré los ojos de Alicia, miraban a Justin con ganas de comerlo. Sonreí ante la idea de estos dos juntos, no sabía la edad de ninguno, pero me causaba gracia la idea de verlos enrollados en una cama. Creó que si no me hubiera presentado, Alicia se hubiera ofrecido como voluntaria de Justin.

-¿Y tú, que harás con el dinero? - Me preguntó Justin. Negué y parpadeé un par de veces hasta hacer mi visión más clara.

-No planearé nada hasta ver el dinero en mi cuenta de banco. - Sonreí.





Undress Me j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora