5. Un pez espada.

9.1K 415 36
                                    

Habían preparado un lindo escenario, pensé cuando entré en escena.

-¡Eres un tiburón! - Gritó Eduardo al verme. Sonreí, sabía que tenía talento.

-La próxima escena, prefiero tener una talla más en ya sabes donde.

-¿What do you mean?

-Que me esta chico en el pene, eso. - Solté. Él rió.

-Habla con Alicia sobre eso...Y hablando de tiburón, ha llegado la estrella de mar.

Me giré y vi a una Megan completamente tapada. Fruncí el ceño. ¿Ella tan tapada y yo tan desnudo?

-¿Por qué vas tapada? - Dije cuando llegó a mi lado.

-Te aseguró que este traje es completamente rídiculo. - Dijo apretando los dientes. - Quiero irme, ya.

-Vamos, piensa en todo lo que ganarás.

-Yo solo pienso que tengo que actuar contigo y me baja la presión. - Dijo.

-Nena, cuanto estemos ahí, solo querrás tocar todo esto. - Dije haciendo notar mi cuerpo. - Y muero por ver como te queda tu vestuario.

-¿Por qué tan liberal con este atuendo?

-Porque no me molesta mi cuerpo, estoy para chuparse los dedos.

-Eres un egocéntrico. - Respondió ante mi alago a mi mismo. Cogí su cintura y la pegué a mi cuerpo, haciendo que sus manos que cogían la bata hasta su cuello se pegara mi cuerpo.

-¿No te gusta alguien que sea seguro de si mismo? - Pregunté. Ella negó y luego tragó saliva forzadamente. Sonreí y me acerque a su oído. - Que lástima, porque tendré que hacer que te guste.

-¡Chicos, me encanta que ya sientan esa atracción, pero por favor no la gasten y dejen eso para cuando estén frente a cámaras! - Dijo Eduardo mientras se acercaba a nosotros. - Ahora tú...- Señaló a Megan.- Quítate eso, quiero ver a mi estrella de mar.

-¿Estrella de mar? - Preguntó confundida.

-Y yo tu tiburón, una perfecta combinación oceánica. ¿No?  

-Vamos, no tengo todo el día. - Eduardo no era paciente, firmado.

Megan desprendió despacio su bata. Dejándola caer por sus hombros luego. La garganta se me seco, el calor me invadió y la cabeza comenzó a palpitarme, y no precisamente la cabeza que llevó al aire libre. Sus pezones se endurecieron en cuestión de segundos, mis ojos no podían apartar la vista de esos preciosos pechos que llevaba pegados a su cuerpo, en estos momentos quería cogerlos con la mano y llevar unos de esos preciosos pezones a mi...

-¡Dios! - Gritó Eduardo. -¡Jesus y el hijo de Dios!

Él comenzó a tocarse la cabeza, como si le estuviera bajando la presión. Dio vueltas y vueltas en círculos mientras Megan se ponía roja. Alicia reía como yo.

-Eduardo, todo listo. - Vino un hombro a decir. Eduardo pareció no entender que significaba eso, luego giró lentamente hacia nosotros.

-Quiero que me den un gran pez espada. - Dijo caminando hacia su silla de director. - Se colocan detrás de la puerta, tu estrella de mar, comienzas la conversación sensualmente colocandote en la cama, tu tiburón, encantado aceptas todo lo que ella tiene que darte y luego quiero beso intenso, con ansiedad y que estalle la bomba.

Cogí a Megan de la mano y la llevé a la escena. Nos colocamos detrás de la puerta hasta escuchar el "¡Toma uno!".

Ella salió caminando con ese hermoso trasero que se movía al compás de sus caderas. -Ven, te haré unos masajes. - Dijo su parte. Salí de mi escondite para sentarme a su lado en la cama. Sus pezones se juntaron a mi espalda, haciendo que tenga que controlar los impulsos de follarla allí mismo.

-Eres espectacular. - Dije.

-¿Quieres saber en que más soy espectacular? - Preguntó seductoramente. Me di la vuelta y la levanté mientras la cogía por la cintura, sin previo aviso devoré su boca con ansiedad, y que bien se sentía. Sus piernas rodearon mi cintura, haciendo que mi pene, el cual estaba cubierto por algo tan pequeño para el que hacía que la opresión de este y la excitación se combinaran para hacerme sufrir. Ella gimió en mis labios mientras tocaba cada parte de su cuerpo, introducí mi lengua en su boca salvajemente, nuestras respiraciones comenzaron a hacerse más pesadas y cuando pensaba llevar mis manos a esos lindos pechos la voz de Eduardo secó las llamas que comenzaban a prenderse en el océano. 

-¡Corte! - Se bajo de su silla con Alicia a su lado. - ¡Ha estado espectacular!¡ Simplemente fantástico! No hace falta ni repetirlo.

-Que lástima...- Susurré. Tuve que correr hasta la bata que Megan había dejado en el suelo para cubrirme, poco importaba que me quedara chica. No quería que vieran lo excitado que estaba. Megan se bajo de la cama topando sus pechos, Alicia le extendió otra bata para ella.

-¿Esto es todo por hoy? - Preguntó Megan.

-¡Claro que sí! - Dijo emocionado. - Tenemos la primera toma grabada y no ha sido necesario repetirla, ustedes chicos...serán grandes. Ahora, quiero que se vayan a casa y descansen porque la segunda toma sera en un supermercado.

Cuando caminábamos en silencio hacia nuestros camerinos, escuchamos la voz de Eduardo gritar, "¡Estudien sus guiones!" Ambos reímos.

-Este tío esta loco. - Dije entrando a mi camerino.

Esperé hasta que Megan saliera completamente vestida.

-¿Más a gusto?- Pregunté sonriendo.

Ella asintió cogiendo su bolso fuertemente.

-La verdad, sí. Tanta desnudez me hace mal.

-¿Quieres ir a tomar algo?

-No me apetece.

-Vamos, Megan...un café para que te sientas mejor.

-Te he dicho que no. - Respondió seria mientras caminaba hacia la salida. Corrí detrás de ella intentando convencerla.

-¿Por favor?

-No, no quiero.

-¿Por qué?

-Porque aunque fueras él último hombre de la tierra y la humanidad dependiera de que si tengo que ir a tomar algo contigo, seguiría diciendo que, ¡No!. 

-¿Me dejas llevarte al menos?

-¿En qué? ¿Tu moto súper velocidad? ¡Estás loco si piensas que me subiré a esa cosa! - Extendió su mano para parar el taxi.

-¡Te lo volveré a pedir mil veces hasta que aceptes!

-¡Sigue soñando! - Gritó por la ventana del taxi. Luego sacó el dedo, y así se alejó.

BUENOOOOO, perdón por la tardanza, aquí les dejo 2 caps de esta nueva novela. Espero les este gustando, por favor comenten y dejen su voto. Gracias.



Undress Me j.bOnde as histórias ganham vida. Descobre agora