—¿porque siempre me miras de esa forma cuando vas a comer? —pregunté, yo lo había notado antes, pero ya era un patrón repetitivo.

El me miró con una expresión en blanco y luego a la comida.

—mis amos me hacían pedir permiso para comer, una vez por no pedir permiso me dieron comida hirviendo y me queme —dijo mirando la comida, detesto que tenga malos recuerdos.

—olvida eso Aiden, se que fueron muchos años de dolor, pero ahora estas bien, ya no tienes que pedir permiso, come cuando quieras —dije tomando su mano, últimamente andaba más sensible, seguramente por la pesadilla que tuvo.

Con eso comenzó a comer, la lasagna no es precisamente el platillo más fácil de comer con cuchara porque Aiden aun no maneja el tenedor, asique lo siguiente que vi fue que dejó la cuchara y siguió con sus manos, había salsa blanca por todos lados.

Cuando terminó de comer chupón su mano cuán cachorro hambriento, quizá aun tenga hambre, yo le serví poco porque el siempre deja la mitad, el doctor dijo que era normal pero que debía aumentar gradualmente.

—¿quieres que te traiga más? —pregunté, el me miro y negó.   Se levantó de la cama y fue al cuarto de servicio seguramente a lavar sus brazos.

Yo me quedé sentado mirando sus dibujos, eran muy buenos, hasta podría decir que Aiden tiene memoria fotográfica o algo puesto que eran retratos perfectos.    Sin embargo había algo perturbador y era el hecho de que todos retrataban cosas tristes, los pase hasta que llegue a uno donde había un hombre y una mujer decapitados.

Es horrible pensar que Aiden vio esto en persona y aún peor saber que son sus padres.     Mire el dibujo con detalle mientras esperaba a que regresara, ni siquiera sentí cuando se sentó a mi lado.

—tengo muchos recuerdos de eso, son como fotos en mi cabeza —dijo mirando dibujo.

—Deberías intentar olvidarlos, no vale la pena que recuerdes esas cosas, quedaté solo con los momentos lindos —dije mirándolo, él se sentó a mi lado y miro el dibujo detenido.

—Fuimos por dinero—mencionó y yo lo mire— no teníamos mucho y mi amo pagaba bien porque le llevaremos unas cosas —dijo acomodándose en la cama, yo no quería que recordará cosas feas, pero quizá el ocupaba contarle a alguien para superarlo.

—¿tenían problemas económicos? —pregunté.

El asintió.

—no sé porque y tampoco se porque no vivíamos con la manada, solo se que el dinero apenas alcanzaba para comer y ellos tenían deudas, era lo que lograba escuchar cuando hablaban sin que yo me diera cuenta —dijo lentamente y en voz baja.

—un día mi amo envío una carta diciendo que les iba a pagar bien si llevaban algo al territorio y ellos aceptaron —explicó, además de él hecho de que me partía el alma saber que todo fue por dinero, ver a Aiden decirle mi amo a ese imbécil no ayudaba mucho.

—Cuando llegamos todo era normal, ellos eran normales, hasta que mis papás dijeron que no podían dejar morir a unos chicos, unos días después mi amo los mató, el dijo que fue por traición —narró en voz baja, poco a poco el se fue acurrucando en mi pecho, yo lo toque lentamente para no asustarlo.

—nunca más los vi, despues de que les cortaran la garganta, ni siquiera los cuerpos —dijo comenzando a llorar.

No sabía que decirle, si decir algo o no, no quería seguir el tema, quería que le diera amnesia, nadie debería ver algo así.

"¿no te parece extraño que justo cuando ocupaban plata, murieran y su hijo se convirtiera en esclavo? Casi como una especie de pago" —escuche la voz de Jay a travez del vínculo.

The Broken Omega (Terminada)Where stories live. Discover now