04 Alone

145K 13.3K 2.4K
                                    

Capítulo 4

Hijo ¿dónde estás?, no creo que al Alfa le agrade saber que has decidido andar por sus tierras sin permiso.

Escuche la voz de mi padre, era el vínculo.

El vínculo es una conexión telepática, solo funciona cuando uno quiere y entre miembros de la misma manada.

Ven rápido, estamos a punto de salir del despacho.

Escuche de nuevo su voz advirtiéndome, no quería dejar a niño allí, pero no tenia de otra asique corrí hasta que me transforme, luego de varios metros encontré mi ropa, me la puse y regrese a la mansión lo más rápido de pude.

Iba justo para la habitación cuando me tope a los seis de frente, mierda, pensé mientras trataba de regular mi respiración para que no se notara que había corrido, esa era una técnica difícil y no todo el mundo la sabia.

—Noah, ¿buscas algo? –pregunto la vieja, si antes odiaba a esta gente definitivamente ahora el desprecio era infinito.

—el baño, señora –dije amable, una vez que logre normalizar mi ritmo cardiaco.

—oh no me llames señora, estamos entre amigos –si claro perra, pensé.

—es por allá, pero en tu habitación hay uno –dijo algo dudosa, no me creyó.

—Jayden está en ese, le marean los viajes largos –dije casi como si fuera verdad, una de mis muchas habilidades era la mentira, sé que no debería estar orgulloso pero cuando miento hasta yo me la creo.

—claro, nos vemos en el comedor—respondió ella con algo de desagrado.

Desagrado tengo yo vieja bruja, pensé mirándola.

—trae a Jayden cuando terminen para que cenemos todos juntos –dijo mi padre, yo asentí y fui al baño, mierda nunca había forzado tanto tiempo mi respiración.

En cuanto entre al baño deje de contener mi respiración y mi ritmo cardiaco se aceleró, parecía un tambor a todo lo que daba, pero al menos con la lejanía del resto no me escucharían.

—¿estas bien? —preguntó Jayden entrando al baño, yo brinque del susto.

—Jayden, se toca la puerta –dije tocándome el pecho, ahora sí que se me saldría el corazón.

—calma tus latidos, me están destrozando los tímpanos, ¿qué te pasa?" —preguntó molesto, era de esperarse, el por ser mi beta lo escuchaba más que el resto.

No lo sé, creo que me enoje mucho.

Le respondí pero esta vez mediante el vínculo, no quería en nadie en la casa escuchara lo que diría.

¿Por qué me hablas así? ¿Dónde fuiste?

Pregunto mediante el vínculo.

Después de salir de aquí, en el bosque, mi lobo se apodero de mí y comenzó a buscar, cuando me abandono y regrese a mi forma humana me encontré con un niño llorando encadenado a un árbol.

Le conté lo sucedido con un poco de rabia.

¿dónde lo viste?

Pregunto.

no lo sé, pasaron unos cinco minutos antes de que dejara de correr.

quizá sea alguien malo y estaba siendo castigado por un delito, estas personas son hechas a la antigua.

Trato de explicar Jayden.

Jayden era un niño, no mayor que nosotros y lloraba como su tuviese cinco años

Respondí tratando de hacerlo ver que era imposible su teoría.

—debemos ir a cena, luego hablamos del fantasma–dijo hablando con su voz y abriendo la puerta.

Ambos salimos y de camino por el salón de estar percibí un aroma, similar al del chico en el árbol, pero era débil y estaba muy diluido entre los otros.

Una vez que nos sentamos todos a la mesa la vieja comenzó a hablar y a meterse en problemas que no le corresponden.

—¿Así que Noah, tu cumpleaños dieciocho es mañana? — pregunto la esposa del alfa.

—si –respondí simple mientras comía, esa mujer era demasiado falsa, lo podía sentir y con ese niño en su jardín trasero lo único que lograba era que deseara más romper su garganta.

—deberíamos ofrecer un banquete mañana, en honor a tu cumpleaños, después de todo no todos los días tenemos a un Alfa de cumpleaños por aquí— dijo el Alfa cuyo nombre desconozco, porque al parecer aprecía mucho el título.

—Maravillosa idea querido –respondió su esposa, típico entre imbéciles se apoyan.

—oh pero no traemos ropa para la ocasión –hablo mi madre con ese rostro que hace cuando algo no le parece, así se hace madre.

—no es problema, con tu figura de seguro te calzara alguno de mis vestidos, Maximiliano le brindara algo formal a los chicos y mi querido esposo encontrara algo perfecto para el Alfa Liam –hablo como si hubiese ensayado, loco.

—supongo que en ese caso solo queda esperar a mañana por la noche –dijo mi padre, él tampoco quería, no hacía falta el vínculo para saberlo, pero para promover la paz tendría que aceptar.

Una vez que terminamos de cenar cada uno se fue a su habitación con la intensión de descansar, excepto yo por supuesto, después de dos horas de idear mi plan y dar tiempo a que el resto se duerma había llegado el momento de actuar.

Vamos Jay, tenemos que buscar al muchacho.

Le dije mediante el vínculo.

Ni de broma, oye no podemos andar paseándonos por ahí.

Respondió en el vínculo.

Oh Jay no seas gallina tienes diecisiete años, somos adolescentes esto es normal

Dicho eso él se levantó.

Si no lo encontramos en quince minutos regresamos  –gruño.

Con Jay fuimos al jardín y pronto sentí un aroma, era Leandro el beta de la vieja, lo sé porque lo había tenido muy cerca cuando llevo mis maletas y su hedor era fuerte aquí.

Sigamos el aroma.

Dije mediante el vínculo, Jay asintió y me siguió.

Luego de caminar en nuestra forma humana unos veinte minutos y de que Jay perdiera la paciencia hacia cinco minutos atrás, comencé a percibir un aroma que conocía muy bien, sangre.

Nos quedamos a metros del árbol para que Leandro no se diera cuenta de nuestro aroma o presencia y entonces contuve un gruñido o bueno Jay me tapo la boca con toda su fuerza.

Leandro estaba azotando al niño con uno de esos látigos de hace siglos, lo hacía con fuerza bruta. El niño que aún tenía los ojos tapados, estaba de rodillas agarrando las cadenas del árbol para no caer acostado en el suelo. Entre cada azote su rostro se contraía y soltaba lagrimas pero no gritos fuertes sino pequeños quejidos casi sin fuerza.

Cálmate.

Sugirió Jay mediante el vínculo.

Cuando el conteo llego a veinte Leandro paro y divise a Maximiliano, este tomo el látigo.

—esto es por hacer que mi madre se enojara conmigo –dijo comenzando a azotar de nuevo al muchacho.

Estaba harto y aún más peligroso que yo, mi lobo estaba furioso, comencé a moverme con fuerza para contener la ira, estaba por cambiar y arrancarles la cabeza a esos dos hijos de puta, cuando mi visión se volvió completamente negra.

Multimedia Bosque donde se encontraba Aiden.

Publicado Dic. 11, 2015.

Editado 2018


The Broken Omega (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora