Al otro lado de la calle

En un sueño....

Eddie se sentía en un sueño...

A pesar de no haber llegado a mas que besos y caricias.

Ahora sabía que Waylon también lo amaba.

Tal vez se estaba apresurando demasiado, pero le encantaba la idea de que pronto podría formar una familia con su amado rubio de ojos claros.

Desde el día de ayer no había podido dormir del todo bien, tenía mucha ansiedad de volver a ver a Waylon.

Además de que aun debía pensar en sus planes...

En un par de semanas debía volver a su ciudad para retomar su negocio...

Pero ahora tenía algo que lo ataba aquí...

Waylon y sus hijos, incluso Chris y su familia se habían vuelto muy importantes para él, y jamás podría dejarlos para simplemente volver a su vida cotidiana...

Por eso y a pesar de que era demasiado rápido....tomo esa decisión...

Compraría aquella sortija de compromiso...

Quizás Waylon lo vería como algo desesperado, pero es que así se encontraba...

Desesperado ante la idea que Waylon fuera a desaparecer de su vida...

Necesitaba solamente ese mínimo detalle para saber que Waylon estaba lo suficientemente interesado en el cómo Eddie lo estaba...

Calmar esas ansias de tener una verdadera relación con ese rubio doncel, que le había robado el corazón como su alma...

Porque todo en Eddie ya pertenecía a Waylon...

Si el mismo rubio se lo pidiera esa misma noche el dejaría su negocio completo, y dedicaría toda su existencia a cuidarle...

Y también a sus hijos...

A pesar de no ser su sangre, esos niños ya eran como sus propios hijos...

Eddie se sentía orgulloso del instinto que ambos chicos tenían por cuidar a su padre.

Y quizás hasta cierto punto sentían el mismo odio por el tal Billy.

Ese maldito tendría su merecido en algún momento....

Dejar a su familia por irse con una puta...

Pero eso había sido lo mejor para el...

Si Billy jamás se hubiera marchado, Waylon y el jamás hubieran tenido la oportunidad de conocerse de la misma forma...

Aunque debía admitir, que hubiera sido excitante ser el amante de Waylon...

Llegar a buscarlo cuando su marido fuera a trabajar...

Verse a escondidas en hoteles de paso, y evitando ser visto juntos...

Disfrutando de los placeres carnales y prohibidos que ese tipo de relación otorgaba...

Dios que el haría cualquier cosa por estar con Waylon...

Aunque fuera depravado e incorrecto, y fuera todo en contra de su educación y creencias...

Estaba tan enamorado de Waylon que estuvo dispuesto a ocultar por ahora su relación, al menos hasta que Miles se calmara un poco...

Chris les había prometido ayudarles, aun en contra de los deseos de su esposo de que Waylon tomara su divorcio con calma y no tuviera más relaciones en un tiempo...

Los tres sabían perfectamente que como Miles se enterase de este maldito y simple secreto...

Bueno nadie quería que Miles sufriera, pero Waylon no podía quedarse solo....

Estar solo jamás sería la solución a su tristeza...

Cuando Eddie le conoció tenia aquella mirada añorante y triste, deseosa de que alguien le amara...

Que le demostrara que era el verdadero y puro amor...

Y ese hombre seria Eddie...

Él le daría el amor que Waylon tanto añoraba y merecía...

Porque Eddie quería eso y más para ese rubio hermoso...

Quería convertirlo en su propio sol, adorarlo y amarlo hasta que incluso le doliera...

Encerrarlo y protegerlo de todo...

Y...

-buenas tardes señor en que le puedo ayudar...-

-encargue ayer una sortija y vengo a recogerla...-

-claro que si, a nombre de quien está el pedido...-

-Edward Gluskin...-

-claro que sí señor, deme un segundo para buscarla...-

-gracias...-

La mujer se marcho un segundo y Eddie miro las demás muestras de anillos que tenían...

El hubiera estado encantado de comprar el anillo más grande y con la piedra más preciosa, pero ya conocía tan bien a Waylon que sabía que el rubio apreciaría algo más sencillo...

-señor, aquí esta su pedido, hemos puesto el grabado que nos pidió en el interior...-

-déjeme verlo...-

Eddie tomo el pequeño pedazo de metal entre sus dedos, viendo el color blanco metálico de la plata...

Y leyendo atentamente el interior del anillo...

***Mi corazón te pertenece...Darling...***

Sonrió ante eso, y esperaba que su amado le encantara tanto como a él...

-pónganlo en una caja por favor...-

-claro que sí señor Gluskin...y muchas felicidades por su próximo compromiso-

-gracias-

Tomo su pedido y volvió a la casa de huéspedes, tenía que planear perfectamente todo.

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