Hermosa Familia

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Su hermosa familia jugaba en el patio mientras el fumaba un cigarro desde su estudio.

Su esposo Waylon, su hijo mayor de 6 años y el pequeño de apenas 2 años.

Eran todos una familia desde hace 7 años, y todo era tranquilo y rutinario.

Cuando conoció a Waylon le sorprendió que este fuera un doncel, en ese entonces no sabía bien que era, y después de investigar mucho supo que él podía tener hijos aun siendo un hombre.

Decidió casarse con el rubio luego de dos años de conocerse, apenas y habían terminado la preparatoria y él tuvo que dejar la universidad y todos sus sueños.

En un inicio decía que no le importaba, pero poco a poco le comenzó a frustrar.

A veces quería ir con sus amigos a festejar, ir un rato a un bar o beber una cerveza fría en su propia casa.

Pero con la llegada de Alex no podía hacer nada, todos los días era ver a Waylon encargarse del pequeño, levantarse en la madrugada para ver a su pequeño.

He incluso abandonar el lecho matrimonial por dormir junto a su hijo.

Sus amigos decían que todos esos pensamientos eran normales, que eran celos porque su pareja no le prestaba tanta atención como antes.

Durante la preparatoria Waylon fue su mayor admirador, iba a todos los partidos, le ayudaba con las tareas e incluso lo acompañaba a todas las fiestas.

Todo el tiempo del rubio era para él.

Pero ahora era para su hijo.

Cosa que dejo pasar por alto, porque comenzó a sentir el orgullo de padre al ver los pequeños logros de Alex.

Se sentía tan feliz que él y Waylon decidieron tener a Henry unos años después.

Y fue cuando se dio cuenta, de nuevo todos esos sentimientos de celos y rutina lo abarcaron.

Tanto que se enfrasco en su trabajo y sus amigos.

Y fue como un viejo compañero le conto de aquella página de citas.

Le tomo un tiempo, pero al final creo su perfil.

Conoció muchas mujeres y algunos hombres, incluso llego a citarse con algunos en lugares lejos de su casa.

Waylon confiaba tanto en el que no dudaba de que iba a trabajar, sobre todo porque nunca actuó diferente con su familia.

A pesar de que fue frio a veces, pero siempre abrazaba a sus hijos y le hacía pequeños regalos a su esposo.

Había tanto remordimiento en él, pero sus nuevas amantes le hacían olvidar todo.

Además todo solo se quedaba en citas de una noche, o un café una tarde.

Hasta que lo conoció a él.

Un hombre interesante, de gustos extrovertidos, con muchas historias interesantes y planes llamativos.

Era la persona perfecta para él, le gustaba siempre experimentar cosas nuevas, tanto en el sexo como en su vida.

Su última cita había sido hace una semana, en un restaurante marroquí.

El jamás había conocido algo así, y le encanto todo.

Además de la indecorosa propuesta de acompañarlo en su siguiente viaje a España.

Y ahí el que estuviera tan molesto.

Quería irse y marcharse de la casa, pero sus hijos y su esposo que le saludaban desde la ventana invitándolo a jugar con ellos en el patio le detenían todos sus planes.

Les devolvió la sonrisa y el saludo, para después volver a los papeles que leía y darle la última calada a su cigarro.

Ya tendría tiempo de pensar las cosas.

Aunque su maleta estaba preparada, y nada ni nadie lo detendría.


Al otro lado de la calleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora