Cambio de aires

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El fin de semana al fin llego, y Waylon y Miles habían llegado a una dura decisión.

Gracias a su abogado consiguieron un permiso para vender la casa y mudarse.

Tendrían una casa un poco más grande y lo más importante estaría cerca de su hermano y su cuñado.

Sus hijos gracias a Chris lograron entender un poco la situación.

Ellos eran buenos hijos, y siempre lo cuidaban.

Pero no dejaba de dolerle que sus pequeños no tuvieran más a su padre varón.

Chris era un gran ejemplo, pero nunca sería lo mismo, había cosas que como doncel le costaría enseñarles.

Pero tampoco podía quedarse en aquel edificio, esperando cada noche a que Billy decidiera dejar a su amante para volver.

Miles tenía razón el valía mucho y ningún hombre podía hacerle sentir como una basura.

No importa cuánto amaba aun a su esposo, el jamás perdonaría su traición.

-papi...donde dormiremos...-

-tendran cada uno su propio cuarto, es más el primero que llegue arriba escoge-

Sus pequeños corrieron escaleras arriba, mientras Chris y Miles le ayudaban a cargar las pocas cosas que habían decidido traer.

-donde dejamos estas cajas Waylon...-

-en la cocina, gracias por la ayuda Chris-

-eres el hermanito de mi Little pig, es obvio que te ayude...-

-aun así...-

-Waylon tu eres como un hermanito para mí, y mi misión principal siempre será ayudarte a ti y a mis sobrinos.-

-gracias...-

Miles entro cargando aún más cajas y se abrazó a Chris.

-Chris tiene razón, nosotros siempre vamos a estar juntos para cuidarlos...-

-tienes mucha suerte hermano-

-tú también la tendrás Waylon...o quieres que te recuerde como nos conocimos nosotros...-

El rubio sonrió mientras iba a la cocina para desempacar las ollas.

Era cierto que las extrañas circunstancias en que se habían conocido su hermano y su cuñado seguían sorprendiendo a todos, dos personas tan distintas convivían tan perfectamente.

Chris era responsable, sobre protector, bastante amoroso y con grandes valores.

Su hermano por su parte era extrovertido, bastante burlón, también era protector pero no al nivel de Walker, y lo más destacable era un doncel muy liberal.

Se había dedicado a defender los derechos que tenían para no ser discriminados como sucedía antes.

Verlos convivir siempre era interesante, sobre todo cuando Chris quería poner reglas en su hogar.

Como ex militar, Chris quería orden en su familia.

Lamentablemente Miles y sus hijos eran muy espontáneos y siempre se salían con la suya.

Si Chris quería una cena familiar, tenían una cena de pizza en la sala viendo una película.

Era extraño que el gran hombre se dejara llevar por los deseos de su pareja e hijos, pero este siempre decía que valía la pena hacer pequeños sacrificios con tal de ver una sonrisa en la boca de Miles y sus pequeños.

Y en parte lo entendía, por sus hijos....y por Billy el dejo de hacer muchas cosas, pero ahora era tiempo de poder volver a vivir, tener nuevas experiencias....

Pero también existía ese nuevo temor.

Había estado con Billy siempre, era su primer y único amor...

Y quizás el ultimo....

****

Necesitaba mudarse y pronto.

Su última relación había sido un rotundo fracaso, y su negocio comenzaba a ser monótono y aburrido.

Quizás ir de vacaciones o visitar amigos.

Debía revisar su viejo directorio de la universidad y encontrar algún contacto que no lo volviera loco.

No tenía muchos conocidos en quien confiara lo suficiente para pedirles que le alojaran, pero era tanto su aburrimiento y cansancio que estaba dispuesto a aguantar a cualquiera con tal de salir de la rutina.

Estuvo así durante tres horas llamando a cada uno de sus conocidos, todo en orden alfabético.

-maldición....solo quedan dos....Manera Frank....ni en broma-

Miro entonces la última página de su directorio, solo quedaba un nombre...

-Walker Chris.....puede ser una opción...-

Marco el número esperando que alguien contestara...

-casa de la familia Walker...-

-hola....soy Eddie Gluskin...-


Al otro lado de la calleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora