Liberando A Molly.

3. No soy bueno jugando al fútbol

4 de Febrero de 2015

-Es bastante divertido jugar contigo a las cartas. Te hago trampas y no dices nada.

Hoy estaba más guapa de lo normal. Quizás sea porque se ha recogido su largo y rojo pelo en una trenza o porque por fin se ha cambiado por un pijama con un poco más de color.

De todas las maneras le hacían resaltar unos ojos verdaderamente verdes y brillantes pese a que dentro de ella nada estuviese encendido; pero el cielo gris de hoy estaba a su favor.

-Soy bastante malo en fútbol, pero no se lo digas a nadie.- le susurré como si fuese el secreto más aterrador del mundo.

Ella no sonrió, ni me miró. Me estaba acostumbrando a no recibir ninguna reacción por su parte.

-En la ESO mis compañeros se reían de mi, pero nunca me molestó.- reí recordando.

Habíamos acabado el primer round de las cartas y comencé a barajarlas para el segundo. Era una mierda hacer trampas y ganar y que no recibiera ningún insulto por su parte. Pero sé veía entretenida jugando y al menos no pensaba en lo cruel que su vida era.

-Voy a adivinar.- dejé las cartas a un lado y busqué su mirada, no la obtuve pero aún así seguí. - No hace falta que hables, sólo mueve la cabeza en negación o aceptación, ¿vale?- se alzó de hombros. -Bien, estamos avanzado.

-Tienes viente años.-se tardó sus segundos y asintió. -¿Estabas estudiando alguna carrera?- asintió.

Molly miraba por la ventana, había comenzado un diluvio universal, las gotas golpeaban fuertemente el ventanal de la habitación. A Molly parecía gustarle aquello y por eso no bajé la persiana.

-¿Arte?- negó. -Eh...¿implica niños?- se alzó de hombros.

Incluso así era difícil. Y complicada.

-No entiendo el alzamiento de hombros, ¿significa si o no?- se volvió a alzar de hombros. -¿implica abuelitos?- y otra vez. -Pensé que sería más fácil.

-Osea, implica ambas cosas. ¿Psicología?- negó. -¿Auxiliar de enfermería?- negó. -¿Integración social?- asintió con una leve sonrisa.

Me pareció más bonita aún.

Ella estuvo ayudando a los demás para que se integraran a la vida, a lo difícil que podía resultar ser, y ahora sin embargo era ella la que requería ser ayudada.

Por mi.