Quiero ayudarla.

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12 de Abril del 2014.








Papá llegó a casa. Dejó su abrigo encima del perchero y entró al salón dando un suspiro. Mamá le miró con preocupación y se acercó a él acariciándole la cara.

-Ya habrá recuperación, cariño. No te sientas agobiado, ni te sientas mal. Estás haciendo de corazón todo lo que puedes y más por esa muchacha.- le animaba mamá.

Él se sentó en el sofá, junto a mí y sé hundió en sus pensamientos.

¿De qué estaban hablando?, ¿a qué muchacha se refería mamá?

-No va a durar mucho. Su estado mental está tan mal que poco a poco podrá afectarle el físico.- suspiró con más pesar.- Nany no puedo dejar que esa muchacha se muera. Tiene una vida por delante...sólo quiero hacerle entrar en razón; que su familia no desearían verla así.

Papá se echó a llorar sobre el hombro de mamá. Yo estaba sorprendido y trastocado, nunca; jamás, había visto a papá así. Él era un hombre fuerte, pocas cosas podían afectarles.

-Papá.- lo llamé. -Puedes contar conmigo, podré ayudarte. Intentaré ayudar a esa muchacha que dices.

Papá llevaba siendo psicólogo por mucho tiempo; yo aún no había nacido y él ya estaba más que dedicado a esto. Yo quería estudiar lo mismo; de hecho es lo que estaba siendo, dentro de un año por fin me graduaría.

Al llegar al centro psicológico donde mi padre trabajaba entramos en su oficina y me dio un informe.

Comencé a leerlo.

Al cabo de cinco minutos entendía porqué mi padre estaba así de mal.

Esta muchacha necesitaba ayuda. Ayuda urgentemente.

-¿Me comprendes, Jadel? Tiene casi la misma edad que tú hermana. No puedo evitar imaginar cómo sería si Asia estuviese en su lugar.

Y lo comprendí. Claro que lo hice. Apenas iba a cumplir veinte años, casi la misma edad que mi hermana pequeña.

-Debe de ser difícil. Papá, sólo no quiero imaginar lo que por la cabeza de esa muchacha puede estar pasando ahora.

Él asintió dándome la razón.

La muchacha se llamaba Molly y hacía apenas una semana que perdió plácticamente todo en un incendio no deseado, ella fue la única que sobrevivió.

-Jadel, la encontramos en un estado horrible; estaba fuera de sí. Gracias a Garet, mi compañero que fue más rápido, la salvó de quitarse la vida con un bote de pastillas que había robado de la enfermería. Por las noches tiene pesadillas y Maggie tiene que quedarse con ella. En una semana que lleva aquí ingresada ha intentado quitarse la vida tres veces.

Mi corazón dio un vuelco. No sentía pena por ella...sino que sentía que yo podía ayudarla, podía protegerla de todos esos demonios que hay en su cabeza.

-No ha vuelto a hablar más con nadie. Todos los días durante dos horas viene una mujer mayor a visitarla; sé que le lleva galletas y leche y es lo único que come en todo el día. Con esa mujer es con la única que tiene conversación.

-Quiero que ella sea mi caso, quiero ayudarla.



*¡Y el siguiente! Espero que os haya gustado.

Gracias!!! Besos, An 💋

Liberando A Molly. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora