Dos Corazones Rotos - 2da Temporada/Jos Canela {TERMINADA}

Capitulo •38•

Estaba sentada en una banca de aquel parque que tanto me gustaba mientras esperaba a Freddy para charlar un rato. Observaba como los niños corrían y se divertían, eran tan felices que me partía el corazón llegar a imaginar que cuando estén grandes, tendrán que sufrir como todo adolescente. Sentí que alguien tapaba mis ojos y reí, a Freddy aun no se le quitaba esa costumbre.

–¿Como estas bonita?– Preguntó sentándose a mi lado.

–Bien, supongo– Hice una mueca.

–¿Ahora que paso?

–Lo de siempre, Jos..– Dije y Freddy soltó un largo suspiro.

–Me pregunto si algún día podrás superarlo.

–Lo mismo me pregunto yo cada día, pero es imposible olvidarlo, y más cuando no puedo dejar de amarlo– Comenté triste.

–Si puedes, lo que pasa es que no quieres– Dijo burlón, y si, tenía razón.

–Ya no quiero que hablemos de él, mejor cuéntame como te fue con Melina en la fiesta– Noté como Freddy mordió su labio inferior, eso quería decir que no le había ido muy bien.

–Pues todo iba muy bien hasta que la bese– Explicó –Ella solo salió corriendo del lugar, y ya no la encontré, y ni siquiera contesta mis llamadas– Dijo triste –Creí que por fin ya había encontrado a el amor de mi vida, pero no fue así, ella no siente lo mismo por mi.

–Oh Freddy– Me recargué en hombro y lo abracé –Algún día llegara esa chica, solo se paciente.

Seguía debatiéndome entre si decirle a Freddy que en dos días me iría a Wisconsin con Bryan o seguir ocultándoselo. Sabía que Freddy lo tomaría muy mal y se enojaría conmigo, y no quería que eso pasara. Y para colmo ese dolor en mi pecho seguía ahí, algo malo iba a pasar estaba segura, solo esperaba que no fuera a ser nada grave y no involucre a Jos o a Freddy.

–¿Quieres un algodón de azucar?– Me preguntó Freddy sacándome de mis pensamientos, yo solo asentí feliz –Tu ternura me hace querer golpearte el rostro– Ambos reímos y le di un ligero golpe en el hombro mientras caminábamos hacía el puesto de comida donde vendían los algodones.

Freddy tomó dos algodones y le entrego dos billetes al señor que los vendía. Me dió uno color azul, mi favorito y rápidamente le quite la envoltura para empezar a comérmelo.

–Oye tranquila, te vas ahogar– Dijo riendo.

–Tenia muchas ganas de uno de estos– Explique mientras seguía comiendo.

Caminamos por todo el parque mientras platicábamos y Freddy me hacia reír como siempre. Me detuve al ver frente a mi un árbol de esos que tenían tipo escalones pegados al tronco, para escalarlos. Recordé que cuando era pequeña, Megan y yo siempre escalábamos árboles así.

–¿Que ocurre?– Dijo Freddy al verme concentrada observando aquel árbol.

–Nada, es solo que árbol me hizo recordar mi infancia– Dije sonriendo.

–Yo nunca me atreví a escalar uno de esos, me dan miedo las alturas– Lo miré divertida.

–Voy a escarlar para que veas como se hace y luego tu lo harás ¿si?– Freddy negó de inmediato.

–¿Que parte de "me dan miedo las alturas" no entendiste?– Solté una pequeña risa mientras le estiraba mi algodón de azúcar.

–Sostenlo– Pedí y él lo tomó no muy seguro.

Camine hasta el árbol dispuesta a escalarlo, hasta que un grito de Freddy me hizo detenerme, volteé a verlo con temor pero después reí, se le había caído su algodón de azúcar.

–No te rías, ahora tendré que comerme el tuyo– Dijo y asentí rodando los ojos.

Estire mis manos para tomar los escalones y después subí mis pies, y así comencé a escalar el gran árbol, recordando mi infancia.

–Ya detente, estas subiendo muy arriba– Me gritó Freddy después de unos minutos.

–¡No! Tengo que llegar a la rama, de eso se trata– Dije de la misma manera.

–¿Que? ¡Esa rama esta a cien metros de altura!

–Eres un exagerado Alfredo– Dije burlona.

–Como sea ¡baja ya! te vas caer– Me exigió pero negué con la cabeza y seguí escalando.

Podía ver la rama del árbol cada vez más cerca de mi, estaba logrando llegar a mi meta, como cuando era pequeña.

Estaba a tan solo unos centímetros, tomé uno de los últimos escalones con ambas manos cuando este se rompió y lo único que pude hacer fue soltar el grito más fuerte que había dado en mi vida.

–¡_____!– Fue lo ultimo que escuche, después de sentir dolor por cada parte de mi cuerpo y mi vista se tornara oscura.

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