Después de la cuarta Guerra Mundial Ninja Hinata se encuentra con el corazón roto, ante la confusión de sentimientos encontrados de Naruto y aumentándole el dolor que le provocó saber que Sakura por fin le dio el sí que tanto tiempo él había anhelad...
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Advierto este capítulo contiene limonada ehhh.
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Apenas estaba amaneciendo cuando llegamos al hotel, al portero le sorprendió vernos llegar a esa hora, pero aun así no hubo inconveniente para que nos dieran la habitación que se estipulaba, era grande, de hecho bastante espaciosa, color lila e inmaculada, simplemente perfecta, no era con el típico acondicionamiento japonés, ya que tenía una cama matrimonial, decoraciones en tul y un enorme balcón, y pensar que pasaríamos tres días en este bello lugar. El viaje había sido rápido y no tan incómodo como pensé gracias a Gaholta.
Apenas Sasuke dejo las maletas en piso, me miró y tomó entre sus brazos y justo cuando le iba preguntar qué era lo que había hablado con mi padre, me pronunció.
-Ten Hima es para ti- Puso en mis manos un sobre blanco, con un caligrafía perfecta que a pesar de no haberla visto en años la conocía a la perfección, no había forma que yo pudiera olvidar algo así, jamás, las lágrimas traidoras comenzaron a albergar mis ojos, destape el sobre con desespero y exclame en voz alta.
-Esto no puede ser- Sasuke me miraba con preocupación cuando rompí en llanto, ante no creer lo que mis ojos presenciaban.
Era una foto mía de bebé con mi madre, yo estaba entre sus brazos, me encontraba acunada en ellos sonriente igual que ella. Estaba sentada a la entrada del dojo a lo que se veía, y me preguntaba ¿cómo era que había partido tan pronto? Y el porqué, me hacía tanta falta, a mí y a Hanabi, todo era tan difícil muchas veces sin el aliento de una madre. Pero revolví el sobre cuando mire que no era todo lo que había en el, era la misma caligrafía de la inscripción, la hoja era algo amarillenta el papel era algo viejo.
Mi amada Hima:
Si les esto es porque seguramente yo no estoy a tú lado; y lamento no haber estado en un momento tan especial como ahora el día de tu boda. Estoy tan cansada, pero tu hermanita o hermanito merece vivir y venir a este mundo él no tiene la culpa que se me esté agotando la vida, que mi cuerpo se tan frágil.
Pero quiero que entiendas lo siguiente: dar la vida por los seres que amas es el mayor sacrificio pero la mayor bendición que se puede tener, porque tu amor nunca morirá siempre estará con y en ellos.
El amor por un hijo es el más puro e incondicional que puede haber, se que quizás muchas veces te hice falta, pero creme cariño cuando te digo que el amor de una madre traspasa cualquier dimensión y tú lo entenderás.
No guardes récores con tu padre es un hombre tozudo, pero de un noble y frágil corazón.
Si en este momento has cruzado el umbral con tu ahora esposo, es porque tu corazón lleva su nombre, es porque simplemente te falta la respiración a lo tenerlo contigo. La adversidades vendrán, no todo será color de rosa pero si en verdad se amán encontraran la manera de nunca darse por vencidos.
