Capitulo 6: Confesiones y juramentos.

4.6K 296 227
                                    

Su boca se acercó a mi boca y poco a poco se buscaban para formar una

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Su boca se acercó a mi boca y poco a poco se buscaban para formar una.

-¡Onessan!

-Hanabi, dije soltándome rápidamente de Sasuke.

-Otossan te está buscando.

Pronunció, entrando a la habitación que aun pertenecía Sasuke. Nos miro suspicazmente, levantando las dos cejas, mientras Sasuke volvía a su cara de seriedad malhumorada. Levanto su maleta y el la tomo en su brazo dirigiéndose al umbral.

Enseguida vuelvo

Yo tome aire, camine lentamente hasta el despacho de mi padre, intentándome tranquilizarme y sintiéndome un tanto decepcionada por no haberlo besado, ahí estaba mi respuesta.

Mi corazón lo necesitaba, lo llamaba, mi cuerpo lo deseaba y él me correspondía, ¿pero me amaba, él me amaba?

*Sasuke*

Carajo la soledad nunca me había molestado, jamás, de hecho prefería estar solo por mi malhumorado carácter.

Pero me acostumbre, me acostumbre a su compañía, a su sazón en la cocina, a sus sonrisas y a su aroma. Joder era como el taba quimismo, Hinata era mi propia marca de nicotina.

¿Qué sabor tendrían sus labios?, una espina llena de estúpida melosidad recorría mi pecho, al recordar como casi probaba de su exquisita boca.

Ella sentía algo por mí, me correspondía, este sentimiento no nada más era mío, Hinata sentía algo por mí yo no le era indiferente. Pero no era ego lo que medaba alegría si no saber, que un ángel se podía enamorar de un diablo como yo.

Ya estaba en mi casa, pero me sentía inquieto.

Ya tenía una semana aquí, y aun que odiara reconocerlo la parte que mas esperaba era entrenar con Hinata, pasaba por ella a los campos después de sus prácticas con su equipo y me valía mierda la cara de perro de Kiba, lo que me importaba era con la sonrisa que ella me recibía.

Ninguno de los dos habíamos tocado el tema de nuestro último encuentro en la mansión Hyuga. Así que simplemente intentaría buscar el momento idóneo.

Odiaba las malditas cursilerías y ahora tenía que aprender como cortejar a Hinata, para hacerla mi novia; me sentía estúpido.

Tenía una amplia experiencia en batalla, una guerra agregada a mi lista, sin dudar la lista negra de criminalidad que aun me seguía. En batalla me sentía domínate, fuerte, perfectamente sereno como experimentando; Y en estas absurdas banalidades basadas en sentimentalismos era un novato, un ignorante en el campo, ¿cómo se suponía que debía decirle lo que sentía por ella? ¡Carajo!, ojala fuera tan fácil como dar una tunda, o hacer un chidori.

Practicaba con mi espada, para distraer mi cabeza, mis pensamientos y para dejar de extrañarla, se cumpliría una semana desde que Hinata se había ido de misión, junto con shino, kiba y Sai, me encabrono que no me designaran a esa misión con ella, pero yo anteriormente había salido a una con mi equipo, por lo que cuando llegue encontré en mi casa una carta de Hinata donde me decía que se había ido de misión.

Volviendo AmarWhere stories live. Discover now