Capitulo 13: Vas a morir si te casas con él.

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-Teme, que genio, ¡ya cásate!, ah pues ya casi dattebayo

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-Teme, que genio, ¡ya cásate!, ah pues ya casi dattebayo

-Si vas a empezar con tus estupideces estoy ocupado

-No espera, Aún no hay rastro teme, ¿Cómo sigue Hinata?

-No es tu problema-, La boca se me secó un poco, me quite de la puerta para darle espacio a que pasara y ya dentro le cuestione - ¿entonces sigue sin ningún rastro de él?

-Así es dattebayo, ayer regresaron los anbus y le dieron el reporte a la vieja, que no hay rastro de él.

-Maldita sea el maldito sigue vivo - el estúpido de Toneri seguía con vida, ese tipo era alíen ¿o qué?, que pregunta más absurda claro que era medio marciano si vivía en la luna, pero es que era inexplicable como podía seguir entero después de haber absorbido tal cantidad tan descomunal dechakra, pero si lo analizamos hasta no haber cuerpo o mínimos pedazos de él, nadie nos podía asegurar que no siguiera con vida.

-Hey teme, reacciona

-No grites dobe, puedes despertar a Hinata.

-Pffffff que delicadito

-Mira idiota, no tengo tiempo

-¡Sasuuuuukeeeeeee!, kyyyya, suéltame, no déjame

Era Hinata, estaba teniendo nuevamente esas pesadillas.

-Dattebayo, es Hinata, ¿Qué tiene teme?, iré a ver qué le pasa.

Confianzudo este, lo tome por el cuello de su sudaderilla y lo arrastre a la puerta, cerrándole en la cara, apenas escuche su retahíla de reclamos, corrí a ver a Hinata y ella estaba ahí revolcándose, en las sabanas, la tome entre mis brazos la recargue a mi pecho, mientras le acariciaba la melena y le pronunciaba mi nombre para que despertara y se diera cuenta que ahí estaba para ella. Apenas su respiración se normalizo, observe como sus orbes perlas se abrían y me miraban inmaculadamente

-Sasuke-kun- pronunció sollozamenté.

Por ella, por ella si por ella, tenía que encontrar al albino y Orochimaru y encargarme de hasta quemar sus pedazos, para que él maldito no pudiera regenerarse. Hinata corría peligro y sabía que tarde o temprano regresaría, eso era un hecho. Algo quería de Hinata algo más que no habían mencionado, al igual que el interés peculiar por mi cuerpo; Orochimaru le había dado la marca de maldición con algún propósito que aún no era capaz de descifrar. Pero esto tenía que resolverse cuanto antes. No me quedaría tranquilo hasta ver a ese par muertos. Si mi motivación antes fue una venganza y fui capaz de hacer tantas cosas sin ningún tipo de contemplación, como mancharme las manos de sangre incontables veces, ahora estaba seguro de ser capaz de utilizar cualquier recurso necesario para poner a Hinata a salvo. Lo que fuera necesario.

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El viento soplaba y la aroma que expedían los cerezos inundaba Konoha, las cosas estaban sumamente calmadas, y un romanticismo inundaba el ambiente, o quizás era mi absurda melosidad desmedida por Hinata. Pero hasta Seguitsu y Karin estaban de un empalagoso insoportable, ese par después de haberse odiado tanto, ahora por fin habían dejado mi casa para irse a vivir a juntos, Karin había optado por unirse a la vieja Tsunade para que le enseñara a ser un ninja médico, ja ahora resultaba que el jutsu evangelizador de Naruto también había surtido efecto en ellos, ya que después de todo lo ocurrido con Hinata y de sus insoportables visitas, aprovecho en varias ocasiones para hablar con ellos. Tanto que hasta las consecuencias de sus charlas me asquean, parecían de esos ridículos grupos de superación personal, solo le faltaba al dobe un buen eslogan y empezar a escribir sus librillos como el pervertido de su sensei, ya podría leer en mi mente el estúpido título como " claro que se puede dattebayo", o alguna tontería parecida. En fin Seguitsu por su parte, saco a relucir la poca dignidad que le quedaba y opto por formar parte de los shinobis de konoha, al parecer el ridículo no quería salir tanto en misión y quería aprovechar el más tiempo posible a lado de Karin, por lo tanto había casi llorado para que lo dejaran de guardia en la entrada de la aldea. No era mi problema, ya era ventaja para mí que ese par no estuviera machacándome la vida.

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