CAPÍTULO 4.

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Habíamos quedado con Lexi y Hardie para ir de compras. A mi madre le encantaba que salga a divertirme con mis dos mejores amigas.

Me fui a bañar, y una vez que terminé, me vestí con lo primero que vi. No me preocupaba mucho por cómo me veía. Me puse un short, con unas tachas en los bolsillos. Una camisa de mangas cortas blanca. Era un día de calor, pero me encantaba combinar los shorts cortos con zapatillas converse botitas, las cuales llevaban como estampado Inglaterra, mi bandera patria.

En el pelo no me hice nada, únicamente con me lo acomodé tirándolo para atrás.

Al cabo de unos quince minutos, Hardie me mandó un mensaje de texto, diciéndome que estaba afuera de mi casa con Lexi. Rápidamente tomé mi bolsa, la tarjeta de crédito de mis padres y bajé a atenderlas.

—Amigas —Las saludé con un beso en el cachete a cada una.

— ¡Vamos Hocking, tu manejas! —dijo Hardie, mientras me estiraba su mano con unas llaves.

Abrí mis oscuros ojos como platos.

—Hardie, dime que no le has sacado el choche a tus padres sin su permiso de nuevo —La miré como si estuviera retando a una niña.

—Es... es solo por hoy a la tarde... —me sonrió con dulzura.

—Madre mía —Le devolví la sonrisa, y al fin y al cabo acepté las llaves.

Hardie siempre les sacaba el coche a sus padres sin su permiso para ir a donde ella deseaba, pero como no sabía manejar muy bien, cada vez que salía conmigo yo tomaba el volante. Lexi ni siquiera sabía manejar, ni tampoco le interesaba aprender. Ella era más... natural, si se puede decir de esa manera. Le encantaba caminar por toda la ciudad. Era una chica pacífica. En cambio Hardie, era más activa. Y yo... me identificaba con un poco de cada una. Entre las tres nos llevábamos muy bien. Ellas dos eran mis mejores amigas, pero también tengo otro mejor amigo que no vivía aquí en East Bowling Bradford, sino que residía en Wolverhampton, a unos kilómetros de aquí.

Gracias a las redes sociales podíamos comunicaros muy seguido, y muchas veces nos juntábamos los cuatros, él, Lexi, Hardie y yo.

Tomé mis lentes de sol y puse el coche en marcha para dirigirnos al shopping. Lexi iba en el asiento de adelante, mientras que Hardie iba acostada en el asiento de atrás.

— ¿Estas cómoda? —preguntó Lexi con ironía.

—Ni te imaginas —le respondió Hardie, mientras se estiraba.

Lexi me lanzó una mirada maliciosa, la cual no comprendí de entrada.

—Eh Hardie... —murmuró Lexi, con una sonrisa cómplice. — ¿Sabes que Evelyn está enamorada? —Una pequeña risada salía de sus pálidos labios rosados.

— ¡¿Qué?! —Hardie se levantó de un salto, mientras que yo aparcaba el coche en la estación.

—Es mentira. —contesté lo más tranquila posible.

— ¡Es verdad! —exclamó Lexi.

—Como digas Lexiandra... —La llamé así para molestarla. En realidad ella se llamaba Lexi, pero como su nombre era muy corto, usualmente la cargábamos diciéndole Lexiandra.

Hardie comenzó a las carcajadas.

Y agradecí que se guarde cualquier tipo de pregunta.

Una vez que aparqué el coche, ambas bajamos del auto. Nos dirigimos al shopping, y Hardie fue corriendo a ver por unos zapatos que quería comprarse hace unos días. Lexi y yo fuimos a un puesto de café que quedaba a unos metros de la tienda en la que se encontraba Hardie.

Se acercó una de las meseras y tomó nuestro pedido. Lexi pidió un café y yo un capuchino.

Una de las mujeres que estaba a cargo del local, encendió la televisión y comenzó a hace zapping, hasta que frenó en uno de los canales por el cual pasaban audiciones repetidas de "The X Factor".

—Hey Eve, no es ahí donde quiere ir tu amigo... —preguntó Lexi, mientras la mesera dejaba los pedidos sobre la mesa.

—Sí, creo que si... —Dudé. —La verdad es que me ha dicho poco, últimamente no hemos dialogado. —admití.

—La verdad es que las veces que nos hemos estado con él y cantó, lo hacía muy bien. Demasiado. Le iría bien, si va a cantar allí...

—La verdad que si —sonreí.

Hardie se acercaba a nosotras con tres bolsas. No nos queríamos imaginar todo lo que se compró. Se sentó al lado de nosotras, y pidió un café. A pesar del calor, no podíamos evitar beber nuestras bebidas favoritas. Estuvimos un buen rato en aquella cafetería, hasta que Hardie nos sacó de allí, para ver una película que se estrenaba hoy mismo en el cine, The Hunger Games.

No había entendido muy bien de que se trataba.

No me va muy bien con el entendimiento de esas películas.



Tú, mi único amor (ZAYN MALIK ) |TERMINADA| CORRIGIENDO ERRORES-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora