Tú, mi único amor (ZAYN MALIK ) |TERMINADA| CORRIGIENDO ERRORES-

CAPÍTULO 2.

— ¿Malik? —pregunté, debido a que nunca había llevado una relación con aquel chico.

En ese momento, el profesor me lanzó una inescrutable mirada.

— ¿Algún problema señorita Hocking? —murmuró a continuación, mientras se sentaba en su escritorio.

—Eh... no, no... Ninguno... —dije, lanzándole una desafiante mirada.

Todos comenzaron a organizarse en los pequeños grupos que había asignado el profesor Oliver, para dirigirnos al laboratorio. Noté que mi compañero, Zayn, me miró e hizo una seña para que vaya junto a él. Caminamos hasta el siguiente salón, el cual era el laboratorio, y rápidamente nos acercamos a la primera mesa blanca, llena de esos envases y químicos completamente extraños para mí.

El profesor dio unas indicaciones de cómo comenzar a utilizar los químicos, y nos advirtió que debíamos tener mucho cuidado, y que cualquier duda que tengamos se lo preguntemos.

Lo miré, algo intimidada, y de entrada no supe como emprender una conversación con él. Nunca habíamos hablado.

— ¿Empiezas tú, o yo? —preguntó, mientras señalaba los químicos, con los cuales teníamos que hacer el primer experimento.

Me encogí de hombros, al no saber que responderle.

— ¿Quieres empezar tú? —preguntó, con una amable sonrisa.

Me quedé nula por unos segundos, observando lo perfecta que era aquella sonrisa.

—De acuerdo —dije por fin.

Comencé tomando unos frascos que contenían unas sales azules, para comenzar con los experimentos.

Admito que me sentí muy nerviosa al notar que Zayn, no sacaba su mirada de mí. Cuando tomé uno de los frascos, debido a los nervios que sentía, volqué un poco de las sales sobre la mesa.

Nada malo, pero si un poco torpe.

—Lo siento... —apenas balbuceé con nerviosismo.

Por algún motivo no podía controlar los nervios que sentía.

—No es nada, a cualquiera le pasa. —respondió él.

A continuación, intenté juntar las sales con mis manos, pero fue en ese momento que quiso hacer el mismo acto, y por primera vez, se chocaron nuestras manos.

Impulsivamente quité mis manos con rapidez. Exactamente como si hubiese tocado fuego.

Al fin y al cabo, Zayn juntó las sales, y las devolvió al recipiente. No era muy buena en esto, así que le dije si podía hacerlo por esta vez. Como la primera vez, me sonrió y lo hizo todo el sin quejas.

La clase de química se pasó más rápido de lo que imaginé.

Durante toda la mañana, mi mente se centró raramente en Zayn. No sabía que me había pasado. Nunca en mi vida le había hablado, ni siquiera registrado. Entonces... ¿Por qué ahora mi mente se enfocaba en él?

En fin, luego de dos horas terminé con mi clase de literatura, la cual se me hizo eterna. Las campanas sonaron, y salieron todos atolondradamente, desesperados para irse. Lo que sucedía habitualmente.

Como de costumbre, a la salida del instituto, nos volvíamos caminando con mi mejor amiga a nuestras casas, ya que ambas nos dirigíamos para el mismo lado.

Durante todo el camino Lexi me había hablado, pero ni siquiera le había prestado atención.

Mi mente estaba muy ocupada en...

— ¿Evelyn? —preguntó, chasqueando sus dedos en mi cara. — ¿Te encuentras bien? —continuó.

Sacudí la cabeza, intentando devolverla a la realidad.

—Si —mi tono de voz, sonó inseguro.

Ella arqueó una de sus castañas cejas.

—Desde que terminó la clase de química, estás así... —dijo, vacilante.

— ¿Así como? —pregunto, con el ceño fruncido.

—Rara, no lo sé. No me estas prestando atención...

Suspiro.

—Lo siento Lex, es que... —Dudé en contarle lo que me pasaba.

— ¿Qué? —preguntó, mientras tomaba un mechón de su corto pelo ondulado.

—Sabes que hoy en los grupos de química, me tocó con Malik... —comencé a decir, aún un poco insegura.

— ¡Sí! Oh Dios, te envidio. Eres una suertuda —dijo con una sonrisa.

— ¿Suertuda? —pregunté incrédula.

— ¿Eve, no te has dado cuenta que es el chico más lindo de la clase? —afirmó en un tono de pregunta.

La miré con asombro.

—Sinceramente, nunca lo vi de esa manera. Ni siquiera habíamos hablado hasta la clase de hoy...

Lexi acomodó su bolsa en su hombro, e hizo una mueca.

—Tienes razón... pero bueno, continúa con lo que me estabas diciendo —agrega, desacelerando su paso.

Tragué saliva antes de hablar.

—No sé muy bien que me pasó...—la miré por el rabillo del ojo. —Pero sentí una atracción muy fuerte por Zayn...