Sabor A Cielo♡|Terminada|

Capítulo 55

Me desperté un poco tarde, fui a levantar a mis hermanos y luego fui por mi ropa a mi habitación pero había algo extraño ahí, Jos no estaba. La cama estaba tendida pero de él no había rastro.
Se me hacía raro que se haya ido así sin decir nada ¿ será por lo que pasó en la noche? -suspiré- hubiese querido platicar hasta tarde con él y dormir a su lado como la vez pasada, pero no podía ser débil. Él decidió dejarme por estar con Rebeca y yo no sería "el otro".

-¿Y Jos?- preguntó Braulio cuando estuve con ellos en el comedor.

-Creo que se fue temprano.

Desayunamos y llevé a mis hermanos al colegio, luego me dirigí al mío. Cuando entré al salón Alan se encontraba mirando una hoja de papel.

-¿Qué tienes ahí?

-Es para ti- extendió un sobre ¿era otra carta?

-¿Para mí?- la tomé.

-Sí, estaba en tu banca cuando llegué.

Me senté con el sobre en mis manos, tenía mi nombre escrito con la misma letra de la vez pasada.

-¿No la vas a abrir?

-Luego ya casi entra el profesor.

Pasaron las primeras horas y cuando el timbre del receso sonó, tomé el sobre de nuevo y lo puse sobre la mesita de mi banca.

-¿Vas a la cafetería?

-Alrato te alcanzo, voy a terminar de leer mi libro.

-Esta bien, no tardes- salió del salón.

Cuando estuve solo abrí el sobre, desdoblé la hoja y comencé a leer.

Querido Alonso.

Hoy puedo imaginar tu cuerpo frente a mí, tumbado en mi habitación, aquí dándome calor. Hoy quiero despertar amándote sin fin, pero no sucederá pues a años luz tú estás.
Si pudiera yo explicarte como cuesta respirar sin tu amor, si pudiera despertarme y volver a oír tu voz..

PD.Soy una llama sin su luz, mi sombra soy si no estás tú.

Era una carta corta como la de la vez pasada, pero tenía mucho sentimiendo contenido en tan pocas palabras. Quería saber quien era la persona que las mandaba pero no sabía como hacerlo.

Guardé de nuevo la carta y me dirigí a la cafetería.

-Perdón- había chocado con alguien.

-No te preocupes, iba a buscarte- ese alguien era Jos.

-Jos ¿por qué te fuiste así sin despedir?

-No quería molestar y tenía que ir a casa por ropa.

-Pude haberte llevado.

-Bueno ya está hecho.

-¿Y para qué ibas a buscarme?

-Para lo del trabajo, recuerda que aún nos faltan dos actividades por concluir.

-Si ¿te parece si vamos a mi casa cuando salgamos para terminar?

-Claro- sonrió.

-¿Vamos a la cafetería?

-Sí, muero de hambre.

Caminamos hasta la cafetería, cuando llegamos nos sentamos con nuestros amigos, ahí igual estaba Rebeca pero por alguna razón Jos no se sentó a su lado, si no conmigo.