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TSUKKI

Estoy sentado en el sillón, agarrándome las piernas con la cabeza en las rodillas. La puerta se abre y oigo a Yamaguchi.

- ¡Ya estoy en casa! - grita mientras entra. Una sonrisa aparece en mi cara. Le echaba de menos.

Levanto la cabeza y le veo..., y me quedo sorprendido de todo lo que ha cambiado en este tiempo. El pelo le llega sobre los hombros, con algunos mechones ondulados creados por la humedad en las puntas. Su piel está algo morena, aunque no lo suficiente como para que no me deje apreciar sus pecas. Su cara está mucho más llena de pecas que antes, no puedo decir con exactitud cuánto más, pero se nota. Me fijo en cómo va vestido: lleva puestos unos pantalones vaqueros y una camiseta azul celeste junto con una chaqueta (que se está quitando ahora mismo) a rayas, de color verde y azul... ¡Está más ancho! Bueno, no es que esté gordo, sino que tiene más músculos, ya no está tan delgado..., sobre todo se le nota en los brazos... 

Sacudo la cabeza, creo que debería parar de mirarle. De repente me doy cuenta de que no viene solo. 

- ¿Quién eres? - me doy cuenta al segundo de que tal vez ha sonado algo brusco, pero Yamaguchi no parece notarlo, me estaba mirando fijamente. 

-Oh, este..., este es Hiro. –me dice algo apurado. Creo que no se siente cómodo con él aquí. - Es... un amigo. - asiento. Mmm..., un amigo. ¿Desde cuándo se conocen?

Yamaguchi se da cuenta de que he hecho la comida. Nada del otro mundo, un poco de arroz y algo de carne guisada. Lo había hecho para los dos, pero tiene un invitado, quizá debería retirarme, así que me levanto del sillón.

-Mejor me marcho.

- ¡NO! - grita Yamaguchi bastante alto. Sonrío de medio lado. - Lo siento, no te vayas, has hecho la comida y tendrás hambre...

-Ya he comido. - mentira- Mejor comedlo vosotros, yo me retiraré. - al ver la cara de Yamaguchi añado- Si no te importa que me quede en la habitación un rato..., me duele la cabeza aún y me gustaría descansar para que después podamos hablar.

-Mejor yo me voy, seguro que tenéis mucho de qué hablar...- dice el chico ese. No me gusta nada, pero no quiero cagarla ahora que he vuelto a ver a Yamaguchi. 

-No, no, insisto. Disfruta de la comida, después hablaré con él... si quiere, claro- miro a Yamaguchi y está asintiendo de forma enérgica. 

-No te vayas...- me dice. Sonrío abiertamente, sin tapujos y, sobre todo, sintiendo que deseo hacerlo porque estoy feliz de verle. 

-No lo volveré a hacer. - Y tras decirle eso me doy la vuelta y entro en su cuarto.

YAMAGUCHI

Tras haberle servido la comida a Hiro nos sentamos a comer. ¿Tsukki había sonreído de verdad tan abiertamente? Me recordó a cuando se ponía tan contento al hablarme de Akiteru en la escuela. Bueno, lo importante es que no se ha ido y que quiere hablar. Estoy tan nervioso que no tengo ni hambre. Hiro me mira..., no ha dejado de mirarme desde que hemos comenzado a comer.

-¿Habías venido a buscarme por algo en especial? - le pregunto.

-No..., solo pensé que ya que no cenamos anoche pues podríamos comer hoy. Te juro que no creí que Tsukishima estuviese, de verdad. Lo siento...-Agacha la cabeza. Le creo..., me he desahogado mucho con él, le he contado mucho sobre Tsukki (no cosas personales), como para que piense así sobre él. Simplemente asiento y seguimos comiendo, en silencio.

-No es malo..., solo que ha sufrido mucho. Creo que puedes entender eso mejor que nadie. - le digo al rato, intentando que su visión de Tsukki no sea mala.

-Lo entiendo Tadashi, solo que..., me preocupo por ti. No quiero que te vuelva a hacer daño. - le miro y me pongo serio.

-Verás Hiro..., creo que nosotros en la vida elegimos quién puede hacernos daño y quién no. Yo sé cómo es Tsukki, sé por todo lo que ha pasado. Él no quiere hacerme daño... ¿qué cómo lo sé? Porque he pasado casi toda mi vida con él: cuando no le importa en absoluto una persona ni siquiera se interesa por ella. Lo he pasado mal, sí, pero ese dolor me lo he causado más yo mismo con mis dudas y mis miedos que él con sus palabras. Mira..., le quiero, le quiero tal y como siempre ha sido, con todo lo malo que tiene, y no me importaría sufrir por él toda mi vida, porque sé que vale la pena. También estoy seguro de que, por lo poco que he visto, lo que ha pasado le ha afectado y seguro que no quiere cometer los mismos errores..., y yo tampoco lo haré, me esforzaré por seguir a su lado, aunque no me corresponda. Él es al único que amo con toda mi alma.- Tras decir eso siento que me sonrojo. Miro a Hiro que está con la cabeza baja, pero la sube y me sonríe.

-Espero que seas feliz Tadashi, de verdad que lo espero. – se levanta y friega su plato. Cuando termina se acerca a la mesa. - Llámame cuando todo esté resuelto..., me gustaría que siguiésemos viéndonos. - le sonrío.

-¡Por supuesto!- me levanto y le acompaño a la puerta. Inclina la cabeza a modo de despedida y se va.

Cierro la puerta y vuelvo a fregar mi plato. Mientras estoy haciéndolo se abre la puerta de mi habitación, aunque finjo que no la he oído y termino de fregar. Me doy la vuelta y le veo ahí, un poco más alto que antes, con el pelo más largo y más delgado.

- ¿Ya se ha ido? - me pregunta. Yo asiento y me apoyo en la encimera de la cocina con los brazos cruzados. –Verás...- comienza mientras se rasca la cabeza y desvía la mirada- creo que te debo una disculpa.

MISTAKESWhere stories live. Discover now