8

5.4K 626 54
                                    

TSUKKI

Por fin ha pasado ese odioso día lleno de corazones y lacitos cursis que solo sirve para que los grandes almacenes hagan caja. A mí precisamente no es que me importe, me dan igual todas esas parejas desperdigando su amor por cualquier lado. No, a mí lo que me importa es llegar a tiempo al entrenamiento y no puedo hacerlo cuando los pasillos de la universidad están atestados de chicas esperando a declararse. Y no me refiero a mí, aunque ha habido una chica que lo ha hecho... en fin, yo no estoy para esas cosas, bastante tengo con el entrenamiento. Además, últimamente paso demasiado tiempo con Tanaka, un día de estos, sin darme cuenta, me veré viviendo con él y bebiendo hasta la madrugada todos los días.

La última vez que salimos tuve que acompañarle a su casa porque no se tenía en pie. ¿Pero en qué piensa este chico? Vale que bebas un poco, pero llegar a estos extremos... Si sigue así no creo que llegue a vivir lo suficiente. ¿Cómo he llegado a esta situación? Tch..., patético.

Salgo de clase y me dirijo a su casa otra vez, se supone que esta noche no saldremos, no ando muy bien de dinero este mes, así que decidimos que pasaría por la tienda y compraría algo de ramen para comer mientras veíamos algunos partidos.

La casa de Ryu no está muy lejos, pero he de pasar por una larga calle, anterior a la tienda. Esta calle es bastante bonita y, al parecer, no vive mucha gente.

No me lleva mucho llegar hasta la mitad. Obviamente voy con mis cascos escuchando música, eso siempre. Creo que la música es muy importante. Eso y los dinosaurios..., y las fresas. Sí, las fresas también.  En la otra acera, frente a una casa en venta, hay dos chicos abrazándose, bastante contentos. Uno de ellos tiene el mismo pelo que Yamaguchi, por lo que me acuerdo de él. Así que subo el volumen de la música para no tener pensamientos tristes, y sigo adelante, sin mirarles, con el sentimiento de que nunca podré arreglar todo lo que fastidié.


YAMAGUCHI

¡He encontrado la casa perfecta! Hoy he ido a verla con Hiro, después de dos meses trabajando he ahorrado bastante, aunque no lo suficiente como para arriesgarme a comprar. Hiro dice que lo más probable es que el mes que viene ya podré estar haciendo la mudanza, al paso que voy con la limpieza de las casas, según él, lo más seguro es que ya tenga más que suficiente para pagarla. He de pensar también en los gastos que tener una propiedad va a conllevar, pero si sigo en este trabajo creo que seré capaz de hacerme cargo de todo.

Creo que voy remontando, y cada vez estoy más seguro de que lo que estoy haciendo es lo mejor, intentar recuperarme a mí mismo antes de recuperar mi pasado. Hace unos días fue San Valentín y, hablando con Hiro sobre la época de la escuela, recordé cuando Tsukki se encontró una carta de amor en el cajón de sus zapatos. Cuando fue a cogerlos la carta cayó al suelo y él, al cogerla, la miró extrañado y la abrió. Por aquel entonces yo era mucho más bajo que él así que no podía leer lo que ponía. Con el ceño fruncido me miró y yo me encogí de hombros. ¿Qué esperaba que dijese? Al final terminó guardándola en su mochila. No supimos más del tema hasta un tiempo después, creo que fue el lunes antes de que fuésemos a Karasuno a ver a Akiteru, cuando una chica se le acercó a la hora del almuerzo. Yo no estaba invitado a esa conversación así que observé la escena desde lejos. No volví a saber de aquella chica.

Realmente Tsukki siempre ha sido muy respetuoso con las chicas, pero nunca le he visto un interés hacia ellas. Bueno, ni hacia ellas ni hacia ningún chico. Me refiero en el terreno amoroso, por supuesto.

Pensar en esto me pone bastante triste, aunque a la vez me siento privilegiado porque haya pasado tanto tiempo a mi lado. Creo que se acabó acostumbrando a mi presencia..., llegó a tolerar tenerme a su lado.

¡Prrr, Prrr!

Pego un salto del susto, no me acostumbro a dejar el móvil en modo vibración. Lo miro y tengo un mensaje de Hiro.

"¿Qué prefieres refresco o Sake?

Es una broma ;P ¿En mi casa a las 22? ^^"

Sonrío. Me alegro de haberme encontrado con él, hacía mucho que no lo pasaba tan bien. Confirmo la hora, dejo el teléfono en mi bolsa de entrenamiento y me quedo mirando la pelota de volley...

Pienso en él, en Tsukki, y en lo patético de toda esta situación.

Ahora sí que estoy seguro: lucharé por el pasado.

MISTAKESWhere stories live. Discover now