9

5.2K 642 114
                                    


TSUKKI

Hace un par de semanas me echaron del equipo de volley y no me echaron de la universidad porque tengo muy buenas calificaciones, si no ya me veía en la calle. El motivo de este desastre prefiero guardármelo para mí, pero digamos que hay personas que no merecen estar en este mundo. De todos modos, paso mucho más tiempo en casa de Tanaka que en la facultad, sobre todo ahora que no voy a los entrenamientos.
No sabía cuán importante era el volley para mí hasta ahora y, sobre todo, la importancia de tener un equipo que te apoye.

Sí, echo de menos Karasuno y los años que pasé con el equipo.

¿Cómo es que he acabado así? ¿Cuánto tiempo llevo sin un rumbo fijo en mi vida?
Quisiera negar que todo esto es por cuánto me afecta no tenerle a mi lado, pero he llegado a un punto en el que eso no es posible, en el que mis sentimientos han puesto orden en mi cabeza y se han manifestado de forma muy clara. Le... le quiero. Y le he perdido. Todo aquello que podría haber sido fácil lo he vuelto complicado y he perdido las dos cosas más importantes de mi vida.
Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes... Parece ser cierto.

¡DING, DONG!

Esos deben ser Kuroo y Bokuto, que se nos han unido a nuestra juerga nocturna. Tanaka les abre así que yo sigo sentado en el sofá, bebiendo.

- ¡Tsukki!- se acerca Bokuto con una sonrisa de oreja a oreja. Me irrita que me llamen de esa forma.

-Te dije que no me llamases así- me saluda con una palmada en la espalda, algo demasiado fuerte en mi opinión.

- ¿Cómo estás? - me pregunta Kuroo. Yo me encojo de hombros y pego un sorbo a mi cerveza.

- La verdad es que cada día le soporto menos- dice Tanaka mientras busca su chaqueta.

-Tranquilo amigo, ¡hoy vas a olvidarlo todo! -Bokuto me agarra del brazo y me arrastra hacia la puerta muy contento.

Yo solo deseo que la vida pase pronto.


YAMAGUCHI

¡Por fin me he mudado a mi nueva casa!

Aún me queda agradecerles a Kageyama, Hinata y Hiro la ayuda con la mudanza, cosa que voy a hacer esta noche. No es que tuviese mucho aquí en Tokyo, pero me he traido todas mis cosas de casa. Mi madre estuvo llorando durante bastante rato.

¡Pero al fin me he independizado!

Hoy iremos a cenar a un restaurante fantástico en el que trabaja Konoha, un amigo de Bokuto y ex alumno de Fukurodani. Hiro dice que después vayamos a tomar algo a su casa, pero no creo que me quede mucho tiempo, mañana tengo entrenamiento y quiero estar descansado.

Estoy muy contento, veo que consigo mis objetivos, que nada ni nadie puede pararme y presiento que estoy a punto de conseguir mi meta final. En cuanto me asiente en la casa podré pensar en la forma de volver a contactar con Tsukki. Realmente tengo mucho miedo, miedo por si me ha olvidado, por si ya no quiere saber nada de mí, por si se ha olvidado...

¡DING, DONG!

¡Llaman a la puerta! Seguro que son ellos. Miro la hora, son las 22:35. Hemos quedado tarde porque Hiro trabajaba.

Abro la puerta y allí están los tres, Hiro con una sonrisa de oreja a oreja y Kageyama aplastándole el pelo a Hinata.

-Pasad, ya estoy terminando de arreglarme. Shōyō, ¿has pensado en cortarte el pelo? Dentro de poco Kageyama ya podrá hacerte trencitas. - les digo mientras me dirijo al cuarto de baño.

- ¡Estate quieto, idiota! - suelta Kageyama mientras Hinata refunfuña- Eso le llevo diciendo hace bastante tiempo, esa mata de pelo naranja es indomable.

- ¡Déjame Bakayama!- oigo que grita Hinata desde el salón.

Termino de echarme la colonia y vuelvo otra vez con ellos. Hinata ha puesto a Hiro como barrera en el sillón para evitar que Kageyama le toque el pelo. Este último mira al infinito con cara seria. Siempre me he preguntado qué estaría pensando siempre que pone esa mirada.

- ¿No habéis pensado en pasar un tiempo separados? - les pregunta Hiro. Yo les miro, primero a Kageyama que mira a su vez a Hiro un poco confuso; después a Hinata, y me encuentro con esa cara, la cara que ponía siempre que menospreciaban su potencial.

-Siempre están así. Creo que la vez que pasaron más tiempo separados fue cuando Kageyama se fue a entrenar a Tokyo. ¿No? - pregunto.

-Supongo. - contesta Kageyama. Este mira a Hinata de nuevo. - Tienes que cortarte el pelo.

-Tienes que cortarte el pelo. - le hace burla el pelirrojo. - Pues bien, que te gusta mi pelo cuando...

¡RING, RING!

Mi teléfono comenzó a sonar, ¿quién es a estas horas? Me acerco y miro: TANAKA. Frunzo el ceño y contesto.

- ¿Sí?

- ¿Tadashi?

-Tanaka, ¡cuánto tiempo! ¿Qué tal estás?

-Pues verás, creo que...- se oye un ruido muy raro. - ¿Yamaguchi? - habla otra voz distinta.

- ¿Tanaka?

-No, soy Tetsuro, creo que deberías venir, nunca había visto a Tsukishima en este estado. - al decir ese nombre mi corazón se para por unos segundos. Todo empieza a darme vueltas. -Yamaguchi, ¿estás ahí? - me siento en uno de los sofás y me desanudo la corbata ante la atenta mirada de mis amigos.

-Sí, estoy aquí. Por favor, dime la dirección, estaré allí lo antes posible.

MISTAKESWhere stories live. Discover now