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TSUKKI

Solo voy del entrenamiento a la residencia, así que no me di cuenta hasta hoy de que se celebra Halloween. La gente va disfrazada por la calle, parecen felices. Recuerdo cuando el año pasado fui a casa de Tadashi y lo encontré disfrazado de fantasma, en ese momento me quedé mirándole con el ceño fruncido, pensando "¿por qué está vestido de esta forma?"

"-Hola Tsukki, ¿qué haces aquí? - me preguntó mientras cerraba la puerta tras de sí.

-Pensé que podríamos dar una vuelta. ¿Por qué estás disfrazado así?

-Hoy es Halloween y lo estamos celebrando con mis primos pequeños, te lo comenté hace un par de días.

-No lo recuerdo. - le dije confuso, realmente no podía recordar cuándo me había invitado.

-Sí, fue el día que fuimos a la tienda de música. Pero me hiciste un gesto con la mano, así que no quise molestarte más. - dijo con un amago de sonrisa -De todas formas, aún estás a tiempo, creo que mi padre podría dejarte uno de sus...

-No, no es necesario. Nos vemos el jueves. - me di la vuelta, otra vez en dirección a mi casa, pensando que debería escuchar con más atención a los demás.

-Hasta el jueves, Tsukki."

Me arrepentí entonces de no haber entrado y aún hoy lo sigo haciendo.

YAMAGUCHI

Aquí me encuentro, en casa de Tobio y Hinata, disfrazado de estrella y rodeado de desconocidos. ¿Por qué alguien se disfrazaría de estrella en Halloween? ¿Qué tiene de terrorífico? La verdad es que últimamente a la única cosa que le encuentro sentido es al Volley.

También me ha pasado algo curioso hace un rato, mientras tomaba un refresco y charlaba con Shōyō, un compañero de equipo suyo se ha acercado y se ha puesto a hablar con nosotros. La verdad es que era muy agradable, creo que se llamaba Marui. Al poco tiempo Hinata nos dejó hablando solos, me habló sobre el quipo en el que estaba y la buena relación que tenía con mis amigos. Llevaba viviendo en Tokyo desde la preparatoria y jugando al volley desde la escuela; tenía toda la pinta de ser un prodigio del volley, pero no parecía una persona creída. Antes de marcharse, pues tenía una cena familiar, me pidió mi número de teléfono.

¿Por qué amar alguien es tan difícil? Bueno, si amar es difícil, amar a quien yo amo es el doble de complicado. Recuerdo aún el pasado Halloween. Ese día lo celebraba con mi familia, pero, de repente, en mi puerta se encontraba él, y me alegré de que se hubiese acordado.

"-Hola Tsukki, ¿qué haces aquí? - le pregunté mientras cerraba la puerta para que los sonidos del interior no nos molestasen.

-Pensé que podríamos dar una vuelta. ¿Por qué estás disfrazado así? - su pregunta no me sorprendió, pero sí me desilusionó. Aun así, no dejé de sonreírle.

-Hoy es Halloween y lo estamos celebrando con mis primos pequeños, te lo comenté hace un par de días.

-No lo recuerdo. - ¡BUM! Mi corazón dio un vuelco. Si ya lo sabía, ¿por qué me afectaba tanto?

-Sí, fue el día que fuimos a la tienda de música. Pero me hiciste un gesto con la mano, así que no quise molestarte más. - Mi sonrisa ya no se sostenía, intentaba con todas mis fuerzas que él recordase aquel instante -De todas formas, aún estás a tiempo, creo que mi padre podría dejarte uno de sus...

-No, no es necesario. Nos vemos el jueves. - y tras eso se dio la vuelta y se fue. Suspiré. Me encantaría poder deshacer todo lo malo que le ha pasado, poder hacer que no hubiese sufrido.

-Hasta el jueves Tsukki. - le dije mientras veía cómo se iba. "

Sé que si me hubiese hecho caso el día en el que se lo dije habría estado dentro, disfrutando conmigo ese día. Muchas veces su desconfianza le juega malas pasadas y hace que se pierda buenos momentos. Esa desconfianza hace que no tenga muy en cuenta a los demás y que, continuamente, ignore ciertas conversaciones. Pensé que conmigo era distinto..., pero es evidente que mis sentimientos hacia él nunca serán recíprocos. Debería plantearme disminuir mis expectativas.

MISTAKESWhere stories live. Discover now