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Los angloparlantes decidieron regresar a la celebración, ya que era bastante tarde, al parecer el tiempo había corrido más rápido de lo que se pudieren imaginar.

Al llegar a la celebración, se excusaron con los invitados y todo siguió su curso.... O casi.

-Kinnen- El inglés casi saltaba de la impresión de sentir las manos grandes y fuertes de su hermano mayor en su espalda. - ¿Cómo se sientes?

-S-sco-tt...- Arthur hubiera deseado que el tono de su voz no se hubiera escuchado tan tembloso, pero nada podía hacer por lo que echo estaba, por lo que, fingiendo que no estaba sorprendido, aclaro su voz, y contesto: - Si, gracias. ¿A qué viene la pregunta? - El escoses, quien se había plantado a un lado de su hermano menor, aun teniendo su mano en la espalda del antes mencionado, lo miro con una ceja alzada.

-Bueno, si no te conociera diría que tu pasatiempo favorito es sentaste en zonas lodosas por cómo vas. Pero como se lo suficiente de ti, diría que te encontrarte con "el viejo" y te afecto bastante. - El inglés se sonrojo levemente, entendiendo a lo que su hermano se refería.

-Qué vergüenza- Contesto, tapándose los ojos con una mano. "Y pensar que he llegado a una reunión familiar, con el trasero lleno de lodo y todos me han estado viendo así"

Scott rio.

-Era broma- Si no fuera porque le prometió a su madre no pelearse, hubiera tomado uno de los platos de comida que había en una mesa cerca y se lo hubiera embarrado en la cara a su hermano. Pero en vez de hacer eso, respiro profundo, he inicio a insultar a su hermano en voz baja para no llamar la atención de los invitados, y su madre, pero parecía que su estrategia no había funcionado, porque la risa maliciosa de su hermano, causada por sus amenazas envueltas en sutiles murmuras, atraía la atención de algunos curiosos. - Pero...- El inglés paro de insultarlo- La parte del "viejo" no era mentira.

-Y-yo...-Arthur no sabía que responder, hasta donde el recordaba, su hermano mayor, ni otros de sus hermanos con la excepción de Glen, habían visto lo que había pasado hace unas horas atrás. No estaba seguro de como se había logrado enterar de aquello, pero su mente no estaba muy concentrada en el razonamiento, ya que estaba más ocupada en recordar la traición de su padre, su rostro que sonreía aun después de... "... Traicionar a mamá y atreverse a venir con... su hijo" Sus manos formaron dos puños.

Para Scott eso no pasó desapercibido.

Su hermano retiro la mano que tenía en su espalda, tomo la cajetilla de cigarros que estaba bien camuflada en el bolsillo interno del saco negro que traía puesto, tomo uno de ellos, saco un encendedor del mismo bolsillo, encendió el cigarro, metió todo de vuelta en su bolsillo, aspiro profundamente, alejo el cigarro de sus labios, exhalo el humo, y volvió a hablar.

-Lo hubieras golpeado- El inglés salió de sus pensamientos para ponerle atención a su hermano. Scott noto la mirada de desconcierto en el menor, por lo que se apresuró a explicar. - Yo ya estoy muy viejo como para pelearme- El escoses se encorvo y fingió tener un bastón en una de sus manos, simulando ser un hombre de bastante edad. - Seguramente tú le hubieras dado una buena paliza al anciano. - Arthur soltó una carcajada, y una que parecía no querer parar, hasta había llegado a sostenerse el estómago por la risa. No tanto por lo que había dicho, ni hecho, si no por lo irónico del momento; En su juventud aquel hombre que estaba a su lado, era un completo bastardo que solo se le acercaba para hacerlo llorar o gritar, y ahora, ese mismo hombre, se acercaba a él para hacerlo reír. "Ahora recuerdo por qué no lo denunciaba por maltrato infantil..." Pensó el inglés. En ensimismado estaba en sus pensamientos, que no noto que su hermano lo miraba con una sonrisa sincera en el rostro.

La palabra "hermoso" le cruzo por la mente, asiéndolo gruñir levemente. "No, no es correcto..." Se dijo.

Alguna vez Arthur pensó, un poco fastidiado, que los gemelos, de los cuales era tutor, tenían esa singularidad de ser animados y ruidosos cuando algo les gustaba, pero era algo que daba pasar por que pensaba que era un rasgo que quizás compartían por ser gemelos. ¿Pero cómo reaccionaría si supiera que su hermano mayor se reprende de la misma forma que él lo hacía con Alfred, por considerar una relacional con un familiar, en el caso de ellos, y peor aún, menor que el?

De policías y ladrones. Hetalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora