Fix me [Shawn Mendes y tú]

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-¿Qué haces aquí?- gruñó separando su mirada de la mia.

Cerre los ojos con fuerza antes de abrirlos, ya que sabía lo que me esperaba y no queria aceptarlo. Me separé de su pecho y giré mi cabeza para cruzar mirada con el hombre que no habia hecho más que daños en ls familia de Shawn. Su padre, con su típico traje de oficina, sin expresar nada más que enojo y miseria.

-Entra al auto- susurró Shawn en mi oido, aún sin separar sus manos de mi cuerpo

Negué con la cabeza. Aunque él era más fuerte de lo que yo era, no podia abandonarlo en un momento como ese. Debía ser fuerte para él. Debía arreglarme a mi misma.

-Shawn, tenemos que hablar- dijo su padre caminando un par de pasos hacia nosotros

-No tenemos nada de que hablar- respondió firme mirándolo a los ojos-Entra al auto- repitió volviendo su mirada perdida a mi

Obedecí. Abrí la puerta del ldo del conductor y me sente, con mi pecho subiendo y bajando. Mi mente intentaba procesar una solución. ¿Llamar a nuestras madres? Imposible, ambas se pondrían mal por la situación. ¿Mandar un mensaje? ¿Ian? ¿Mills? ¿Butch? ¿Brian? ¿Jade?

Tal vez solo tenía que dejar que ambos lo solucionaran.

"Si fuiste despedido es por tu falta de respeto hacia todos o tal vez porque eres un estúpido y ellos se dieron cuenta de eso. Es lo mismo" escuché decir a Shawn levantando la voz.

Miré por el espejo al costado del jeep, el cual me permitia ver la espalda de Shawn, sus brazos estirados y sus manos terminando en un puño. Esa solia ser su postura cuando estaba molesto. Por otro lado podia ver el rostro de su padre, tan enfadado como confundido, al ver lo fuerte que su hijo se habia vuelto. Pero era cuestión de tiempo hasta que encontrara su punto débil y la situación se revirtiera.

Bajé un poco la ventanilla del auto, lo suficiente como para poder escuchar su conversación con claridad.

-Eres igual a mi. No lo admites porque eres cobarde y eso no es algo que hayas heredado de mi persona. La vida que vives es de un cobarde, incluso tu novia es indefensa. Por eso se complementan. En unos meses dejaran de hablar, te conseguiras una perra más barata que no sea suicida.

-Primero, antes de ser como tu me quemo en el infierno- gruñó Shawn- Y segundo, tus palabras no me afectan, eres tan pobre que se ve que es lo unico que tienes. Mi novia es más fuerte de lo que crees y me enorgullece que lo sea. No repetiré tu historia haciendo lo mismo como tu con mamá.

Mi corazón no hacia más que golpetear contra mi pecho, con la fuerza de un martillo. Ver a Shawn enojado por fuera me afectaba muy poco a decir la verdad, solo me preocupaba lo roto que podia llegar a estar en su interior, pero eso era algo que solo él sabia.

-¿Tan fuerte como su hermano lo era?-escupió con un tono irritable

Golpe bajo. Incluso para alguien tan miserable esas palabras tenían sabor a maldad, un acido irremediable que corría por sus ventas junto con su sangre caliente. Mi cara se transformó en asco, no queria desperdiciar una sola lagrima en una persona tan vacía como la que intentaba tirarme abajo, al igual que a su propio hijo.

Luchar contra mis pensamientos erq inutil, mi hermano, él aparecia y desaparecia a la velocidad de la luz. Aún recordaba su voz, la ultima vez que lo habia visto tenia solo un año más que Shawn.

-Destruyes a la gente como hábito y disfrutas de eso. No quiero perder mi tiempo contigo- gritó Shawn girando para abrir la puerta

Me cambié de asiento al de acompañante. Mirando la puerta, esperando a que se abriera, pero no lo hizo.