δυο

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Todo el camino manejo Jason, ninguno se atrevía a decir algo.

Cuando llegaron a la casa blanca de tres pisos Percy sintió nostalgia. Hace mucho que no venía aquí y la última vez fue con su padre... El cual ya no está...

—Yo no entro ahí— apuntó Nico con negación absoluta.

—No está, me dijo algo de un tal Ethan y 8 de la noche— dijo sin querer Jason, porque al segundo se arrepintió al observar la cara de decepción por parte de Nico.

—¿Buano vamos a entrar?— Parecía que a Leo se le agotaba la paciencia fácilmente.

Todos se bajaron del auto y en desorden entraron a la casa blanca grande. Unos se sentaron en él sofá y otros -Leo- en el piso.

—Bonita casa. Bonita sofa.— decía Frank mientras tocaba el brazo del sillón.

—Venimos aquí para prevenir a Percy, concéntrense chicos— mencionó Jason con el ceño fruncido ante la expresión de Frank.

—¿Prevenir de que?— pregunto Percy.

—De ellas amigo— dijo Leo, todos lo miraron a él. De una cierta forma Percy sentía que era el que menos hablaba.

—¿Te refieres a Thalia y sus amigas?— pregunto.

—¡cuantas veces tengo que decirte que no digas su nombre!— grito frustrado Nico.

—Son peligrosas— aviso Frank con mirada perdida.

—¿De qué forma lo son?— pregunto Percy. Esto a cada rato se ponía más interesante.

—De todas— mencionó Jason en un murmullo.

—Eres nuevo y Annabeth quiere entrar a su secta, ¿Tú qué crees que sucederá?— dijo Leo.

Hasta donde había escuchado, son un grupo especial. Si, las chicas eran hermosas y algo tenían que ganarse para estar en ese puesto. Pero, ¿Quién demonios era Annabeth?

—La verdad no tengo ni la menor idea, y no me importa— respondió Percy.

—Debería de— le contesto Nico.

—¿Porque?— pregunto ya fastidiado Percy, tanto misterioso lo estaba incomodando.

—Mira Perce, viste las chicas de la mañana -si? A que bien- ellas antes eran nuestras novias— dijo decidido, dolido... Pero decidido.

—¿Novias?—

—Ex-Novias... ¡Ni quién la necesita verdad!— respondió riendo irónicamente Nico.

—Como decía, ellas lo que hacen es seducir a una persona, normalmente los con baja popularidad— recitaba Jason.

—¿Y?—

—Lo que Jason te trata de decir Percy es que— Leo fue interrumpido por la repentina aparición de Thalia besándose a más no poder con él pelinegro de la mañana.

—Ajam— Se aclaró falsamente la garganta Jason.

Thalia los miro a todos con vergüenza, pero Percy pudo notar como su mirada se dirigía más hacia Nico. El cual parecía muy... Muuuy dolido.

—Pensé que estaban en otro lado y... Estaremos en mi recámara— Thalia tomando de la muñeca a Ethan lo hizo subir las escaleras, encerrándose en su habitación.

—¡Ya no puedo más!— Grito Nico corriendo hacia la puerta principal y dando un puertazo mientras la cerraba.

Después de unos 15 o 20 segundos se escucharon gritos en el cuarto de Thalia. Después de unos minutos de silencio -Para poder escuchar los gritos de arriba- Ethan salió hecho una furia de su casa.

Las Peligrosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora