-Me pidió el día, quería ir a ver a su familia y no pude negarme- dijo a su hijo- así que espero que te guste la comida- me miró a mí.

-Estoy seguro de que así será- dije sonriendo.

-Si quieres suban, en cuanto tu padre y tus hermanos lleguen les aviso.

-Esta bien- dijo Alonso.

Subimos de nuevo a su habitación, entré primero y cuando Alonso estuvo dentro y cerró la puerta lo acorralé contra esta.

-Ahora sí te voy a cobrar lo que dijiste ahí abajo.

-¿A sí?

-Si- dije para despúes unir nuestros labios, esta vez ya no pude más y mis manos fueron a dar dentro de su playera su cuerpo era igual de suave que sus labios y se sentía tan bien el tacto, él hizo lo mismo conmigo y cada vez sus manos se adentraban más en mi playera. Así unidos lo fuí llevando hacia la cama y lo recosté con cuidado, me subí sobre él y bajé mis besos a su cuello haciendo que Alonso soltara pequeños gemidos y eso me gustaba. Me separé de él para mirarlo y levantó lentamente mi playera hasta deshacerse de ella y yo hice lo mismo, volví a besarlo y bajé de nuevo a su cuello mientras con mis manos acariciaban su cintura. Alonso acariciaba mi espalda y besaba al igual mi cuello, ese era el momento perfecto y hubiera querido que durara más pero alguien tocó a la puerta.

Alonso se levantó lo más rápido que pudo para ponerse la playera y yo hice lo mismo.

-¿Quién?

-Soy yo Diego ¿puedo pasar?

-S-si, pasa- dijo mientras se terminaba de bajar la playera.

-Hola Jos, que bueno verte por aquí.

-Hola Diego, muchas gracias.

-Mamá dice que ya bajen a comer- dijo mirando a su hermano- ven Jos, papá quiere saludarte- dijo acercándose a mí para tomarme del brazo y arrastrarme escaleras abajo.

-Mira papá- dijo el pequeño cuando llegamos a la sala.

-Jos! pero que sorpresa tenerte aquí.

-Buenas tardes señor, igual es un gusto volver a verlo.

-¿Y Brau?- preguntó Alonso cuando llegó a la sala.

-Está en su habitación, Diego dile a tu hermano que baje- dijo la madre de Alonso- Pasemos a la mesa.

-¿Y cómo has estado?

-Muy bien, gracias ¿y usted?

-Igual muy bien.

-Mira el es Braulio- dijo Alonso señalando a su hermanito.

-Hola, soy Jos.

-Hola, dijo el niño.

La comida transcurrió entre pláticas y risas. Enserio me la pasaba muy bien con Alonso y con su familia. El día de hoy había sido uno de los mejores que había tenido.
Cuando terminamos de comer pasamos a la sala a comer un pedazo de pastel y tomar una taza de café.

-Hijo por qué no ayudas a Braulio con su tarea- dijo la señora a Diego.

-Si mamá, vamos Brau- se levantaron de su asiento y luego subieron a su habitación.

-¿Y la escuela como va?

-Pues muy bien papá.

-¿Y tú jos?

-Igual muy bien, gracias.

-¿Amor me ayudas con los platos?- dijo la señora mirando a su esposo.

-Si, claro- dijo levantándose- ahora volvemos chicos.

-Tus padres me caen muy bien, tu familia me cae muy bien.

-Si, a ellos igual les caes muy bien.

-Me siento muy cómodo aquí, contigo y tu familia- Alonso se quedó pensando un momento- ¿te pasa algo?

-¿Con la familia de Rebeca te llevas igual de bien?

-Alonso, creo que no deberíamos hablar de eso ¿si?

-Esque enserio quiero saber.

-Esta bien, si me llevo bien con su familia. Pero Alonso no quiero que hablemos de eso ahora, estabamos bien.

-No, no estamos bien. Ella es tu novia y eso es lo que cuenta.

-Lo que cuenta es que te quiero, dame tiempo porfavor. Voy a ordenar mis sentimientos y a solucionar esto.

-¿Ves? aún no sabes lo que sientes. Todo lo de hoy fué un error.

Tomé sus manos entre las mías- No fué un error, no para mí- dije acercándome para abrazarlo, pero en eso el timbre sonó.

-Voy a abrir- se levantó para ir a la puerta y fuí tras él. Cuando abrió la puerta todos nuestros amigos estaban ahí, incluyendo a Rebeca.

Sabor A Cielo♡|Terminada|Where stories live. Discover now