Unrequited •BillDip• [1]

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Una caja, cámaras, un portal inalámbrico, una computadora...

Éstas eran la mayoría de los objetos que Mabel iba a necesitar para su plan.

Se había prometido a si misma que atraparía a Rebecca con las manos en la masa, claro estaba que se lo tomó demasiado en serio.

Preparaba todo lo necesario, sabía como hacer ésto perfectamente; Pues fue el mismo Dipper quién le había enseñado a Mabel como hacer una cámara oculta, debido a que cuando eran niños amaban hacerles bromas a sus amigos.

Ahora, con su truco, podría evidenciar lo obvio, así podría liberar a su hermano de lo que parecía un infierno futuro.

Will le había preparado un "Sermón convincente" sólo para lograr su objetivo más rápido.

Cuando tuvo todo listo, sólo le faltaba saber cuándo y dónde estar en el tiempo perfecto.

Y bueno, lo sabía perfectamente.

Caminaba en ese ambiente gélido con la caja en sus manos y su teléfono en su bolsillo.

Según ella, nada podía fallar. De un momento a otro, la tempertatura disminuyó considerablemente, haciendo que Mabel se aproximara con más urgencia a la casa, llegando de forma inmediata.

-Bien... No lo eches a perder. -Se dijo mientras tocaba la puerta de aquella casa.

La puerta fue abierta por la dueña de casa, la señora Blair.

-¡Buenos Días! ¿En que puedo ayudarte? -Habló la señora muy amablemente.

-Hola, soy Mabel Pines, la cuñada de Rebecca, ¿Se encuentra en casa?-Preguntó tratando de mostrar su mejor lado amable.

-Ella llegará en unas horas, pero puedo avisarle que viniste.

-No, es que... Tengo una sorpresa para ella, es un regalo adelantado de bodas... Y me gustaría dejárselo de una manera especial. ¿Podría entrar?

-Claro que sí, yo me quedaré callada hasta que decida contarmelo, la habitación de Rebecca está en la última puerta del pasillo de arriba.

Luego de que Mabel le diera una de sus mejores sonrisas a la señora agradeciéndole, ésta le permitió el paso.

La casa de Rebecca era muy grande, realmente no sabía como tenían tanto espacio considerando que era una familia de tres miembros.

La castaña se adentró en la habitación, admirándola por completo. Era la habitación que de niña siempre deseó tener.

Decorada con brillos, luces de colores, y muchas comodidades, le daba algo envidia a la castaña, debía admitirlo.

-Será fácil ocultarlas.

Dejó la caja con todos sus complementos, para luego encender la computadora, su teléfono y conectar todas las cámaras.

Comprobó el funcionamiento de cada una de ellas, y luego verificó que estuviesen bien ubicadas, donde nadie pudiese verlas.

Dejó todo en su lugar, y se marchó, despidiéndose de la señora Blair, como si nada hubiese pasado.

-¿Hiciste ésto para qué? -Le preguntó el rubio, algo exasperado.

Estaban todos en el departamento de la castaña, previamente habían conseguido una evidencia y la habían pasado a un disco.

Pero ahora estaban discutiendo.

-¡No te pongas así Bill! Deberías agradecerme porque hago ésto. Gracias a mi podrías tener a...

-Mabel, todos sabemos que odias a esa chica. -Interrumpió- ¿No es verdad Will?