✿Dix✿

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Las escurridizas manos de Rubén querían quitar la bata que Clara poseía. De un tirón deshizo el nudo de dos tiras blancas, que la sostenían.

Buen intento — Sonrió con malicia, la castaña traía puesto una fina lencería... ¿A quién pensaba seducir?

Te ves maravillosa, siempre lo estas. — Quería sentir su aroma natural, fundió sus labios en su cuello, devorándolo de una manera tan suave, pero a la vez tan excitante.

Ella bajaba sus manos hasta la espalda de Rubén, pero al sentir como él mordió su cuello, se aferró a las prendas que traía puesta. Su padre era su mayor obsesión.

Eres exquisita... — La castaña de manera brusca se separó de él, mirándolo fijamente a sus ojos. Golpeando con fuerza el pecho de Rubén.— Mi amor, ¿Que sucede? ¡¿Por qué me golpeas?! —, interrogó Rubén, quién sostenía las manos de Clara.

Acomodó su vista, sacando a las lágrimas.

No me toques mas... — Una lágrima comenzó a caer, no sería la primera.

Amor dime que te ocurre, ¿Te hice daño cuando te mordí?, perdón. — La castaña recogió su bata.

No, no es eso. Solo no me toques. Será lo mejor para ambos. No me sentiré tan sucia. — Ruben seguía sin entender, agarró el brazo de la castaña. — ¡NO ME TOQUES, PAPÁ! — ¿Escucharon eso?, es el corazón de Rubén haciendo plam, plam... Le habían destrozado el corazón esas palabras.

Ella siguió caminando, lejos de el. Lejos de su "Daddy".

« Algún día podremos ser felices... Cómo antes » Sonrió melancólica. No quería sentir todo esto. Mejor saldría, pero no con una bata.

Subió a su habitación y Rubén ya no estaba, buscó su pantalón corto, de mezclilla y una remera con estampe rosa, su fondo era blanco. Y un « Oh mi amor », en negro, para dar un toque sutil. Sus converse negras y salió lo mas rápido que pudo, casi corriendo.

« Maldita sea » Frotó su ojo, tenía algo de sueño. Pero no le dio importancia, y menos se la dio a su rumbo. Sólo se dedicó a caminar.

Observando las radiantes calles de Madrid, observando a cada persona, siendo feliz. Sentía la típica tía que ve a todos felices, mientras su mundo se derrumba. Cómo en las pelis.

~

La amo, demasiado. ¿Pero qué le pasó? — Botó la botella (pequeña) de cerveza. — ¿Qué le ocurre?— Miró a Alejandro, quién sostenía una taza de café. Y sin respuesta le dedicó una mirada. — Tal vez, fue lo que pasó con su amiga. —, Llevó la tercera botella a sus labios, saboteando el refrescante gusto de la cerveza. — Alejandro, dime que hago. — Agachó su cabeza.

❀ Daddy's Girl; Rubén❀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora