Capítulo 8

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Nat despertó debido al ruido de su celular sobre la mesa de noche junto a su cama, intento tomarlo sin moverse mucho para no despertar a Emma, quien dormía plácidamente  perpendicular a ella, con la cabeza apoyada sobre su estómago. Rió levemente al observar más abajo a Oliver y Noah durmiendo en la misma posición, anoche habían parado en una farmacia para comprar una pomada para hematomas y Nat la había esparcido por el ojo del chico, quien se negó a volver a su casa por un tiempo y decidió quedarse con su amigo. A media noche ninguno de los cuatro chicos lograba conciliar el sueño, así que Oliver y Noah subieron a la habitación de Nat, prepararon un colchón y hablaron hasta quedarse dormidos dos horas después. Alcanzó su celular después de mucho esfuerzo y sintió una extraña emoción al ver dos llamadas perdidas de Luke y un mensaje del mismo.

Prepárense, voy por ustedes en una hora para almorzar:-D (Emma se queda en casa)

Le tomó unos minutos borrar una estúpida sonrisa en su rostro, luego sacudió suavemente a Emma para despertarla pero solo logró que esta se aferre aún más a su torso. Comenzó a empujarla con fuerza y su rubia amiga la soltó, le dio la espalda y siguió durmiendo. Nat rodó los ojos y se levantó de la cama cruzando cuidadosamente la habitación para no despertar a los chicos en el suelo. Cuando estaba por llegar a la puerta, vio que Noah la observaba con la cabeza apoyada en el abdomen de Oliver, el chico se incorporó y salió de la habitación junto Nat, no sin antes haber cerrado la boca de su amigo quien aún dormía tranquilamente. Se encontraron con John en el pasillo mirándolos con una ceja levantada.

–¡Noah! Creí haberme despedido de ti anoche.

–Oh, sí. Oliver y yo entramos nuevamente por la ventana.

–Ya veo.

Nat sonrió con inocencia.

–¡Hola, papi! – John rodó los ojos –. ¿Te molesta si voy a almorzar con Emma y Luke?

–En tanto sólo sea para comer...

–¡Oh, Dios! – Exclamó Nat –. ¿Acaso has notado que dos hombres durmieron en la misma habitación que yo y no pareces dudar de ellos en absoluto? Pero al que haces llamar tu propio hijo no le permites ni estar en la misma casa.

John soltó una carcajada.

–Oliver y Noah no te pondrían una mano encima ni aunque les pagara por hacerlo – Al ver la expresión de disgusto de su hija la tomó suavemente por los hombros y plantó un beso en su frente –. Sólo intento protegerte.

Noah los observaba con los brazos cruzados y cierta aflicción reflejada en el rostro. No recordaba ninguna ocasión en la que su padre lo hubiera tratado con cariño, ni siquiera parecía preocuparse por él. Su madre era todo lo contrario, pero ella se había ido hace ya mucho tiempo. Comenzó a sentir aún más dolor en el ojo izquierdo. 

John se dirigió hacia las escaleras y Nat se giró hacia él.

–Debemos despertar a Emma.

El chico se encogió de hombros e ingresó al baño, tomó el vaso de plástico que su amiga utilizaba al lavarse los dientes y lo cargó con agua. Regresó a la habitación seguido por Nat, esquivó a Oliver, se paró sobre la cama y derramó el líquido sobre el rostro de Emma, quien soltó tal chillido que despertó a Oliver y toda Sídney.

Nat y Noah chocaron puños sonriendo triunfantes.

–¡¿Te volviste loco?! – Gritó –.  ¡¿Qué rayos está mal con ustedes dos?!

–Luke viene por nosotras. Hazme el favor de mover tu culo y cerrar la boca.

–No.

Dos segundos después, Emma luchaba para escaparse de los brazos de Noah quien la lanzó hacia el colchón provocando que aterrice sobre Oliver que intentaba retomar el sueño.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2017 ⏰

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