CAPITULO 27: Descubriendo secretos

2.2K 78 1
                                    

Al día siguiente, fui al colegio e implanté una sonrisa falsa en mi cara, tratando de aparentar que no me encontraba totalmente destrozada por dentro. Adele me vio en cuanto entre por las puertas hacia el pasillo y con ella vino Daniel a saludarme.

-Hey chica- me saludo jovialmente- ¿Lista para nuestra doble clase de biología?

-Seguro- contesté con una sonrisa. Nos dirigimos hacia el salón y me senté entre Adele y Daniel.

-Esta clase es un fastidio-murmuró Daniel agarrándose la cabeza- Ni siquiera sé de qué nos va a servir en el futuro.

Y así estuvo quejándose durante el resto de la clase, mientras Adele y yo intentábamos ignorarlo y concentrarnos en la clase. De alguna manera sus constantes quejas me mantuvieron distraída de pensar en cierto chico con pelo color arena y un tatuaje en su espalda.

Al terminar la escuela me dirijo hacia la casa de mi hermano, solamente para encontrarlo en plena sesión de besuqueo en el sillón con Cami. Es muy incómodo ya que mi hermano tiene sus manos debajo de la camisa de Cami y no tengo ganas de pensar en mi hermano haciendo esa clase de cosas. Así que intento hacerme lo más invisible posible y llegar hasta las escaleras que conducen a mi habitación sin ser notada, pero desgraciadamente mi celular comienza a sonar y todos mis planes de pasar desapercibida se van por el desagüe.

-Cassia no sabía que ya habías llegado- me dice mi hermano con una mirada de vergüenza en su rostro. Cami por otro lado miraba hacia cualquier lugar menos a mí.

-Sí- contesté encogiéndome de hombros- Acabo de salir de la escuela, pero ya me iba a mi cuarto porque tengo mucha tarea que hacer, así que no se preocupen por mí- ambos se miran con culpabilidad, y antes de que puedan decirme algo me escabullo por las escaleras hacia la seguridad de mi habitación.

Una vez allí reviso mi celular con la intención de asesinar de una forma muy dolorosa a la persona que me había enviado un mensaje, y cuando veo el nombre de Claire en la pantalla me tranquilizo.

-Hola amiga, ¿Te apetece ir a tomar un helado conmigo y luego ir de compras?- decía su mensaje.

-Por supuesto, ¿A qué hora nos vemos?- le respondí.

-Ahora sería un buen momento- me contestó de inmediato, y sonreí por su demandante respuesta.

Acto seguido me cambié y luego de avisarle a mi hermano que saldría, me dirigí hacia la parada del autobús para encontrarme con mi amiga.

Luego de recorrer más o menos unas 20 tiendas de ropa y accesorios y de que Claire se probara unos 50 conjuntos diferentes, nos detuvimos en una heladería.

-Y bien- dijo Claire inclinada hacia atrás en su silla, pero mirándome fijamente- ¿Cómo van las cosas con tu chico?

-Pues, la verdad es que las cosas entre nosotros terminaron- dije, intentando ocultar la amargura en mi voz.

-No te creo- exclamó Claire con una expresión jovial- Siempre dices eso y al final el chico vuelve a tus brazos como un perro arrepentido.

-Esta vez es en serio- exclamé, molesta porque no me creyera- Ha cambiado su número, y tampoco estoy muy segura de que siga viviendo en el mismo lugar.

-¿Cómo sabes en donde vive?- me pregunta Claire mirándome con curiosidad. El sonrojo en mis mejillas es indicación suficiente de mi culpabilidad- Oh, ¿Así que te acostaste con él?- me pregunta con emoción, y al ver mi cara de desgracia, agrega rápidamente- Y luego te abandonó, ese chico merece ser quemado por los mismísimos fuegos del infierno.

Comienzo a reírme a pesar de todo. No puedo dejar que algo como eso me destroce. Me juré que no volvería a sufrir por algo así y eso es lo que haré.

Luego de salir del centro comercial, le insisto a Claire para que me acompañe a un dojo de artes marciales. Si la gente que busca a Blake y su familia alguna vez me encuentra, quiero estar preparada para patearles el trasero.

Por fin luego de horas de intensa búsqueda, encontramos un pequeño dojo, en el que me inscribo rápidamente, pagando la inscripción, y ya ansiosa de empezar mi entrenamiento al día siguiente.

Cuando salimos me giro hacia Claire, quien se encuentra caminando a mi lado, y mirándome con extrañeza.

-¿Te gustaría venir a dormir a mi casa hoy?- le pregunto, con esperanza reflejándose en mi voz y mi cara.

-No estoy segura- me contesta encogiéndose de hombros- Mañana tenemos escuela, y no me he traído nada de ropa para cambiarme, ni los útiles escolares.

-Eso no importa- le digo, agarrándole la mano, implorándole con la mirada- Simplemente no iremos a la escuela mañana.

Claire sigue mirándome con cara rara, probablemente piense que estoy loca. Quizá lo estoy, pero por esta noche necesito a alguien que me ayude a afrontar todos los sueños que he tenido sobre Blake abandonándome.

-Está bien, de acuerdo- exclama con un suspiro de resignación- Pero déjame avisarle a mi madre primero.

-Claro, claro, por supuesto- exclamo saltando de felicidad.

Para cuando llegamos a la casa de Brad, este se encuentra un poco sorprendido por la repentina presencia de Claire en la casa, pero no intenta objetar nada. Así que mientras mi hermano prepara la cena, dirijo a Claire hacia mi habitación y nos ponemos a preparar la cama en el piso.

Luego de la cena, nos quedamos hablando con Claire hasta tarde, hasta que escuchamos el sonido de la puerta de la habitación de Brad cerrarse y sus pasos sigilosos por la escalera. Ambas nos miramos un instante y como si lo hubiésemos ensayado nos vestimos rápidamente, y como si fuéramos uno salimos sigilosamente por detrás de mi hermano.

Luego de varias cuadras de seguirlo, Claire pregunta en un susurro:

-¿Qué crees que esté planeando tu hermano?

Le contesto con un encogimiento de hombros y un simple:- No lo sé.

Al parecer Claire tiene habilidades de ninja escondidas, o es un sabueso humano, porque cuando Brad se pierde de mi vista, mi amiga rápidamente lo encuentra.

Luego de seguirlo por varias calles, Brad se detiene en el mismo bar en el que estuve con Blake hace tan solo unas noches. El solo recuerdo de eso, envía lágrimas a mis ojos, pero me obligo a reprimirlas, mientras sigo sigilosamente a Claire hacia el interior.

Brad se encuentra sentado en un reservado al fondo del local, y puedo decir por su postura que mi hermano está haciendo de todo para pasar desapercibido.

Nos ocultamos detrás de unas mesas vacías, observando y esperando por un movimiento. Luego de varios minutos de espera, en los cuales reconsidero seriamente que el seguimiento ha sido una pérdida de tiempo, un hombre se acerca a Brad. Este se levanta de su asiento, y luego de estrechar la mano del hombre, le indica con un gesto de cabeza irse afuera.

Claire y yo los seguimos hacia el callejón donde me acorralaron y Blake me salvó. Tal parece que todo tiene que estar relacionado con ese chico.

El callejón se encuentra oscuro como boca de lobo, pero no lo suficiente como para que no pueda reconocer el pequeño paquete que sostiene mi hermano y que entrega al hombre frente a él.

0160u)j

My sweet ruinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora