CAPITULO 19: Haciendo amigos

3K 106 2
                                    

A la mañana siguiente, me desperté un tanto desorientada. No me encontraba en la cama de la casa de mi hermano, y definitivamente, esa no era mi habitación. Hasta que los recuerdos de la noche pasada hicieron eco en mi memoria.

El callejón, esos hombres, Blake llegando a salvarme, su casa, su intensa confesión, y por ultimo su petición de que me quedase a dormir con él anoche.

Me voy vuelta en la cama y lo observo dormir. Se ve tan pacifico cuando duerme, parece mucho más joven. Su cabeza se encuentra ubicada muy cómoda en el hueco de mi brazo, y a pesar de que no quiero romper este hermoso momento, tengo que hacerlo.

Debemos llegar a la casa de mi hermano antes de que se dé cuenta de que me he ido, así que comienzo a sacudir suavemente a Blake para despertarlo.

-Blake, Blake, despierta- le digo en un susurro- Vamos levántate, debemos irnos.

Pero o está muy dormido como para escucharme o no quiere moverse.

-Vamos dormilón- le digo sacudiéndolo con más fuerza- Me meteré en problemas si no nos vamos ahora.

Y antes de que pueda darme cuenta de lo que sucede, me encuentro en mi espalda, y Blake se cierne encima mío. Mi corazón comienza a palpitar más rápido debido a la posición en la que nos encontramos, entonces deja de funcionar por completo cuando Blake baja su cabeza a la mía y me besa.

El beso me enciende y comienzo a corresponderle con la misma pasión. En alguna parte de mi cerebro hay una vocecita de la que soy vagamente consciente, la cual me grita que no deberíamos estar haciendo esto. Pero no me importa.

Blake continua besándome, su lengua comienza a hacer un baile con la mía, y sus manos bajan hasta posarse en mis caderas, las cuales están escasamente cubiertas debido a que he estado durmiendo con una de sus camisas. Mis manos se entierran en sus hombros, y luego el momento se rompe cuando comienza a sonar la alarma de mi celular.

Lentamente nos separamos, y alcanzo mi celular apagando y maldiciendo a la condenada alarma por interrumpir. Blake me mira divertido debajo de sus espesas pestañas, y rueda para salir de encima de mí. Rápidamente nos ponemos en movimiento y salimos de la casa antes de que podamos distraernos con algo más.

Luego de que Blake prepare su mochila para asistir a la escuela, nos montamos en su Jeep, y prácticamente corremos por la carretera para poder llegar a la casa de mi hermano a tiempo.

Antes de que pueda bajarme, Blake me agarra de la nuca y me da un largo y posesivo beso que me hace recordar lo que casi estuvimos a punto de hacer hoy por la mañana.

-¿Nos vemos más tarde?- me pregunta mirándome intensamente con sus hermosos ojos color miel.

-Por supuesto- le contesto intentando salir de mi estado de estupor.

Para mi suerte, mi hermano aún no se encuentra levantado y tengo tiempo de darme una ducha rápida y cambiarme para ir al colegio antes de que se levante para hacer el desayuno.

-¿Cómo dormiste anoche?- me pregunta en lo que espero, sea un tono casual.

-Bien- exclamo algo nerviosa porque se pudiera haber enterado de mi escapada- Como un bebé.

Luego de esa tensa conversación, agarro mi mochila y me dirijo hacia la escuela. Al llegar, me encuentro con uno de mis nuevos compañeros de clase esperándome al lado de mi casillero.

-Hola, ¿Cómo te va?- me pregunta en un tono jovial- Lamento no haberme presentado antes. Mi nombre es Daniel- me dice dándome la mano, la cual estrecho con energía.

-Gusto en conocerte Daniel. Mi nombre es Cassia- le digo con entusiasmo.

-Lo sé- me dice sorprendiéndome- Todo el mundo habla de ti. La chica nueva- me dice obsequiándome con una sonrisa.

-Oh claro- digo y me pongo a cambiar mis libros para mi clase de hoy- cuando Daniel vuelve a hablar.

-Oye ¿Quieres sentarte a mi lado hoy?- me pregunta con una mirada esperanzada en sus ojos

-Claro, por supuesto- respondo, y luego nos dirigimos juntos hacia nuestra primera clase del día: Matemáticas.

Cuando llegamos al salón, escojo un asiento por la mitad, y Daniel se sienta a mi lado. Frente a mí, se encuentra una chica, que para mí absoluta sorpresa, se da la vuelta para hablarme.

-Hola- me dice con una sonrisa de oreja a oreja. Ella es hermosa con su largo cabello castaño rojizo recogido en una coleta alta, sus profundos ojos marrones y sus labios rellenos- Soy Adele

-Hola Adele, soy Cassia- le respondo con una sonrisa.

-Gusto en conocerte- me responde- ¿Por qué te transfirieron a la secundaria Midwood?

-Pues, porque me metí en problemas- respondo evasiva. Era de suponer que la gente se interesara en mi historia, pero no me encontraba lista para contarle a nadie, al menos no todavía.

-¿Qué clase de problemas?- pregunta curioso Daniel

-No quiero hablar de eso- respondo encogiéndome de hombros.

-De acuerdo- contesta Adele- Pero quiero que sepas que puedes contar con nosotros para cualquier cosa ¿Si?

-Claro, por supuesto- contesto con una sonrisa.

Para cuando la clase termina, me he enterado de varios chismes de la escuela, y también he conseguido dos estupendos amigos.

Un mensaje en mi celular me distrae y me detengo para contestar. Es de Blake.

-Hola bonita, ¿Tienes algo que hacer hoy en la tarde?- me pregunta

-No tengo ningún plan-contesto con una sonrisa- ¿Por?

-¿Te gustaría venir a verme jugar hoy en la tarde?

-Por supuesto- respondo emocionada

-Muy bien, nos vemos más tarde. Besos <3

-Besos <3

-¿Con quién te escribes?- me pregunta curiosa Adele.

-Solo con mi novio- contesto restándole importancia.

-¿Tienes novio?- me chilla emocionada- Yo quiero conocerlo

-Si, por supuesto cuando quieras- contesto divertida con su reacción.

-Oye- me dice de repente- ¿Tienes algo que hacer este sábado en la noche?

-No ¿Por qué?- respondo cuidadosa.

-Es que hay una fiesta en la casa de uno de los chicos, y me gustaría mucho que fueras- me dice mirándome con esperanza.

-No lo sé- exclamo nerviosa- No soy de ir a muchas fiestas

-Oh vamos tienes que ir- me chilla suplicándome con la mirada- ¿Por favor?- añade haciendo un puchero

-De acuerdo- contesto rodando los ojos- Iré.

-Perfecto- exclama emocionada Adele- Pasaré a buscarte unos minutos antes de la fiesta así vamos juntas.

-Claro perfecto, ¿A qué hora será?

-La fiesta comienza a las 11, y no tiene horario de finalización- me dice y luego comienza a alejarse- Debo ir a clases. Nos vemos.

Continuo caminando hacia mi clase, pensando en que giro tan inesperado tuvo el día de hoy.

t

My sweet ruinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora