CAPITULO 24: Confrontación y amenazas

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Cuando llego a la altura de los chicos, estos se apresuran a saludarme emocionados, pero no puedo fingir que me emociona verlos. Al parecer ellos lo notan, ya que se quedan parados cerca de mí y se miran entre ellos como tratando de descifrar lo que me ocurre.

-Hola ¿Cómo estás?- me pregunta Adele algo incomoda con toda la situación

-Bien- respondo encogiéndome de hombros

-¿Qué te sucedió el sábado en la fiesta?- pregunta de repente Daniel- Recuerdo que vi a tu hermano arrastrándote y luego metiéndote a su camioneta. Se lo veía muy enojado.

Me encojo de hombros restándole importancia. No quiero contarles lo que me sucedió porque me da vergüenza, pero al mismo tiempo quiero contárselos para que se sientan culpables de haberme emborrachado.

-Oh, ya saben- contesto restándole importancia- Solo que un completo desconocido me llevó hacia una habitación mientras me encontraba borracha e intentó abusar de mí.

A la mención de mis palabras, ambos abrieron los ojos como platos, y comenzaron a hacerme una avalancha de preguntas, la cual corte rápidamente.

-No se preocupen, mi hermano me encontró a tiempo- exclamo levantando la mano para evitar más preguntas- Pero eso no hubiera sucedido si me hubiesen escuchado cuando les dije que no debía tomar demasiado- concluyo lanzando una mirada acusadora hacia Adele, quien se encoge ante mis palabras.

-Yo-yo lo siento- exclama con voz temblorosa-No debí hacerlo perdóname.

-No quiero hablar con ninguno de ustedes por el momento- espeto molesta- Así que déjenme sola.

Continúo caminando hacia el edificio de la escuela, frenando en mi casillero para cambiar mis libros, y luego me dirijo hacia mi primera clase.

Daniel se sienta a mi lado, y Adele se sienta delante de mí. Para ser justas, el problema no era con Daniel. De lo poco que puedo recordar esa noche, recuerdo que él intentaba cuidarme en el momento en que llegó el chico. Pero Adele, por otra parte, se merece cargar con la parte justa de la culpa por mi borrachera.

Durante el cambio de hora, me acerco a Daniel y le murmuro:

-Oye, tú no tienes la culpa. No estoy enojada contigo- al escuchar mis palabras sonríe aliviado

Le regalo una pequeña sonrisa, y luego camino a mi próxima clase.

Al terminar el día escolar, me siento exhausta. Recibo un mensaje de texto de Claire, diciéndome que vendrá a la casa de mi hermano para ponernos al día, y sonrió contenta de poder ver de nuevo a mi mejor amiga.

Una vez que llego a la casa de mi hermano, no me sorprendo de encontrarla completamente vacía, así que comienzo a cambiarme, hasta que un golpe en la puerta me informa que Claire ya está aquí.

-Hola amiga- me saluda cuando voy a recibirla. Le doy un gran abrazo y luego la invito a entrar.

-Tanto tiempo sin verte- exclamo. Sabiendo que solo han pasado unos cuantos días.

-Vaya la casa de Brad es agradable- comenta, observando con atención toda la sala.

Nos dirigimos hacia mi habitación, donde nos ponemos cómodas sobre mi cama y comienzo a contarle todos los acontecimientos del fin de semana. Cuando llego a la parte de mi casi violación, Claire sofoca un grito ahogado y comienza a preguntarme millones de veces como logré superar eso. Yo le respondo: con Blake y mi hermano.

-Dime- me dice de repente acercándose más a mí en la cama- ¿Anoche te viste con Blake?

-Sí- le respondo con una mirada soñadora en mi rostro- Fue muy comprensivo conmigo. Me consoló, y además prometió darle su merecido a ese sujeto.

My sweet ruinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora