CAPITULO 18: Confesión

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Debo decir que no esperaba que la casa de Blake fuese así. Luego de entrar a la casa, y dejar el Jeep en el garaje, ambos nos apeamos del auto, y continuamos hacia el interior de la casa. Entramos en una espaciosa cocina, con una barra dividiéndola a la mitad, que supuse que hacía de desayunador, la cocina era moderna, con un lavavajillas a un lado, y alacenas en la parte superior. También se encontraba muy limpia y ordenada.

Blake me condujo hacia un living muy moderno con un juego de sillones color negro de cuero, una mesita ratona estaba en el centro. En una de las paredes se encontraba un enorme plasma que debía haber costado una fortuna, y a su lado una pequeña pecera con toda clase de peces.

-Siéntate aquí- me indicó Blake, y me hizo sentarme en el sofá de dos plazas- ¿Quieres que te traiga algo de beber?

-No, estoy bien- contesté de brazos cruzados.

-Bien ahora ¿Vas a decirme que hacías en ese callejón?- preguntó mirándome de manera intimidante.

-Eso no es de tu incumbencia- le contesté con altanería. De ninguna manera iba a dejarme coaccionar por este idiota.

-Lo es si te salvo la vida- respondió con pragmatismo- Así que dime ¿Qué demonios hacías en ese callejón?

-Buscaba a una persona- respondí cruzándome de brazos. No pensaba darle más información que esa.

-¿Qué clase de persona? Ese es un barrio peligroso Cassia- me dijo con preocupación en su rostro.

-No pienso decirte nada mas- contesté, y contraataque- Además ¿No deberías estar con Emily? Ella debe estar extrañándote

-¿De qué estás hablando?- me preguntó luciendo confundido

-De que has vuelto con Emily, idiota- espeté molesta por su intento de parecer inocente- Ya me he enterado de todo, pero te digo que no me afecta en lo absoluto. Espero que seas muy feliz con ella- espeté con las lágrimas quemando en la base de mi garganta.

-¿Quién te ha dicho eso?- exclamó visiblemente confundido- No he vuelto con ella, de hecho no he hablado con ella desde que te expulsaron.

-¿Y quieres que me crea eso? Eres más ingenuo de lo que creí.

-Estoy hablando en serio. Si quieres revisa mi celular, y confírmalo tú misma- me dijo entregándome su celular.

Inmediatamente lo tomé y me fui hacia la sección de mensajes y llamadas. No había ni una sola llamada de Emily.

-Listo ahora llévame a la casa de mi hermano- espeté devolviéndole su celular.

-No lo haré. Tu y yo tenemos mucho de qué hablar

-No tenemos nada de qué hablar. Así haz el favor de llevarme a la casa de mi hermano.

-No, escucha- dijo haciendo el intento de tomar mis manos en las suyas, pero se lo impedí- Lamento mucho como me porté esa noche, no debí haberme enojado de esa manera. En verdad lo siento- dijo viéndose apenado.

-Pues ya es demasiado tarde- exclamé en un repentino arranque de furia- Deberías haber pensado en eso mucho antes. Ahora tengo que empezar mi vida de nuevo, y tú no estás invitado.

-Por favor Cassia perdóname- exclamó poniéndose de rodillas a mi lado- No sabes cuánto lo siento. Me he sentido muy perdido sin ti a mi lado, por favor perdóname.

-Me lastimaste Blake- le confesé mirándolo a los ojos- Y no puedo perdonarte eso.

-Por favor- continuó Viéndose gravemente apenado- Sinceramente lo lamento mucho, por favor perdóname- suplicó y comenzó a acercarse a mí.

Rápidamente intenté alejarme, pero fue demasiado tarde, su boca estaba sobre la mía, y el beso fue devorador. Parecía transmitirme millones de sentimientos. Perdón. Arrepentimiento. Pertenencia. Y aun contra mi voluntad, me encontré respondiendo al beso. Sus labios eran suaves y perfectos contra los míos, y cuando nos separamos, Blake mordió ligeramente mi labio inferior, haciéndome jadear.

-¿Supongo que eso es un sí?- preguntó con la respiración entrecortada.

-Eso fue trampa- respondí intentando recuperar la compostura- Pero sí, te perdono.

-Gracias, muchas gracias- exclamó riendo y comenzó a darme besos en todos lados, mi cabeza, la frente, las mejillas, hasta que lo detuve.

-Necesito que me cuentes sobre ti- exclamé apartándolo suavemente.

Inmediatamente su rostro se ensombreció, y comenzó a negar con la cabeza.

-No creo que quieras saber eso. Créeme es mejor que no lo sepas. Mis padres no son personas de las cuales me sienta orgulloso.

-Pues entonces háblame de Trixa- pedí mirándolo suplicante

-¿Trixa?- preguntó mirándome inquisitivamente-¿Cómo sabes tú sobre ella?

-Por algún designio del destino pude haber escuchado tu conversación en un bar hace unas noches- contesté nerviosa, retorciéndome los dedos.

-¿Qué hiciste que?- preguntó incrédulo

-Oye no puedes culparme, estaba ansiosa por saber más sobre ti- contesté en un débil intento de defenderme.

-En realidad nunca le he contado a nadie sobre ella- respondió algo inseguro- ¿De verdad quieres saber?

-Sí- dije con un poco más de convicción de la que sentía realmente. No podía creer que Blake se pusiera tan nervioso por una persona.

-Bueno, aquí voy- comenzó- Trixa es mi hermana menor- y con un gesto de la mano para frenar mi torrente de preguntas añadió- Por favor, no me hagas preguntas mientras te cuento sobre ella, solo lo hará más difícil para mí. Bien ¿Por dónde iba? Ah sí, Trixa es mi hermana menor, ella solo tiene 15 años. Ella se encuentra viviendo con uno de mis tíos. Mis padres no son buena gente, y mis tíos temían que yo tomara el mismo camino que ellos, así que la separaron de mí. Me detengo a verla al menos unas dos veces a la semana, y debo decir que ella se siente muy atraída hacia mí. Me gustaría tenerla viviendo conmigo, pero sé que eso no es posible, así que debo conformarme con verla a diario. No me gusta hablar mucho de ella debido a que algunos viejos amigos de mis padres andan sueltos y podrían averiguar sobre ella y hacerle daño, esa noche en que me viste en el bar, me encontraba recabando información para estar seguro que esos tipos estaban lejos de mi hermana.

Luego de su confesión, me quedé de piedra, en ningún momento se me había ocurrido que Trixa pudiese ser su hermana menor. Ni siquiera sabía que tenía una hermana. La confesión al parecer había tomado toda la energía que le quedaba, así que cuando me pidió si podía dormir con él esa noche y que nos levantaríamos temprano en la mañana para que pudiese ir a la casa de mi hermano a cambiarme e ir al colegio, no pude oponerme.

Me dirigí junto a él hacia su habitación, con mis brazos cerrados alrededor de su cintura.

:0h

My sweet ruinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora