My sweet ruin

CAPITULO 25: Noche inolvidable

Una vez estamos dentro de su Jeep, Blake conduce hacia su casa. Un nudo se ha empezado a formar en mi garganta y trago saliva en un intento de frenar las lágrimas que sé que vendrán a continuación.

Blake se encuentra rígido en su asiento, y aprieta el volante tan fuerte que sus nudillos se han puesto blancos.

Veo pasar la ciudad a mi alrededor y trato de no pensar en lo que pasara una vez la noche haya terminado. No puedo creer que nuestra relación pudiera ir en picado tan rápido. Me duele el corazón de tan solo pensar en que no volveré a ver a Blake, no volveré a sonreír como una tonta cuando escuche el sonido de mi celular indicándome que ha llegado un mensaje de su parte. No podré volver a abrazarlo. No después de esta noche.

Una vez llegamos a su casa, Blake estaciona el Jeep en su gran garaje, y luego ambos nos apeamos del coche y nos dirigimos a su habitación. Blake habla por primera vez cuando ya hemos entrado en ella.

-Cassia- me dice mirándome con ojos tormentosos. Sé que esto le duele tanto como a mí, o quizá más, así que me obligo a mirarlo- No voy a obligarte a hacer nada que no quieras. Si no quieres hacer esto, eres libre de negarte y solo nos quedaremos abrazados durante todo el tiempo que podamos.

Me acerco a él y me pongo de puntillas para darle un suave beso.

-Estoy segura de que quiero hacer esto- respondo con convicción- Si esta es nuestra última noche juntos, quiero irme sabiendo que tuve la mejor noche de mi vida junto al chico que amo.

Blake abre los ojos ante mi declaración, pero al parecer eso no es suficiente para convencerlo de que quiero esto tanto como él. Así que agarro su cara con ambas manos y comienzo a besarlo con pasión.

Al principio se encuentra sorprendido de mi reacción, pero luego su boca se ablanda contra la mía y comienza a responderme con la misma pasión. Paso mis manos por detrás de su cuello acercándolo más a mí, y Blake levanta mis caderas, de forma que quedo a horcajadas sobre él. Lentamente comienza a llevarnos hacia la cama.

Mis manos se encuentran en su cabello, sintiendo el placer de solo tocarlo, sus manos me mantienen firmemente pegada a él, y puedo sentir una de ellas jugando con el borde de mi blusa.

Me deposita suavemente en la cama, y se aleja un segundo para mirarme.

-Hablo en serio Cassia- me dice mirándome con preocupación- Una vez que hagas esto ya no podrás volver atrás.

Asiento para darle a entender que lo he comprendido, y me inclino para volver a colocar mis labios sobre los suyos, pero él me detiene gentilmente.

-¿Estas segura de que quieres hacer esto?- me pregunta.

-Sí, sí quiero- le respondo con la voz entrecortada por la emoción, y lo acerco para besarlo de nuevo.

Comienza a besarme lentamente, pero cuando comienzo a jugar con el borde de su camiseta, su autocontrol se va por la ventana, y con un gruñido proveniente del fondo de su garganta, comienza a besarme con desesperación, como si necesitara de mis labios para vivir.

En un rápido movimiento me saca la blusa por encima de mi cabeza, dejando a la vista mi sujetador de encaje morado. Blake mira mis pechos, y con un simple roce de su mano, estos se ponen erectos, lo que hace que otro gruñido animal salga de su garganta. Continua besando, mordisqueando y lamiendo mi cuello con reverencia, lo que hace que alcance un nuevo grado de placer.

Con manos temblorosas, comienzo a tirar de su camiseta para sacársela, y luego de varios intentos, logro pasarla por la cima de su cabeza. Me quedo mirando su pecho desnudo con asombro. Es hermoso. Es la única palabra que se me ocurre. Paso mis manos por los músculos marcados, y continuo hasta su espalda. Siento su piel caliente bajo mi contacto, y también puedo sentir su erección presionando contra mi hueso pélvico.